Francia refuerza seguridad en torno a los lugares de culto tras atentado en Australia

El gobierno ordenó aumentar la presencia policial cerca de sinagogas y otros centros religiosos, tras el ataque mortal contra fieles judíos en Sídney, mientras diversas autoridades condenaron el ascenso del antisemitismo a nivel internacional

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El ministro del Interior francés, Laurent Nunez, instruyó mediante una directiva a los prefectos de las distintas regiones el incremento de la vigilancia en alrededores de sinagogas y centros de culto judíos, específicamente durante las celebraciones religiosas previstas del 14 al 22 de diciembre. Dicha solicitud se produjo luego de que en la playa Bondi, en Sídney, Australia, se reportara un ataque armado el primer día de Janucá, festividad judía, con un saldo de 12 muertos y 29 heridos. Según informó la agencia EFE, la medida oficial en Francia responde a la persistencia de amenazas terroristas y a la repercusión que el atentado ha desencadenado a nivel internacional.

El gobierno francés, al tomar conocimiento de la agresión en Sídney, consideró que se trató de un atentado calificado como terrorista tanto por la policía australiana como por las autoridades locales, quienes indicaron que el objetivo fue la comunidad judía congregada para celebrar el inicio de Janucá en una zona pública. De acuerdo con el medio EFE, uno de los atacantes también falleció durante el tiroteo. La rápida y categórica reacción de las fuerzas de seguridad australianas permitió detener la acción apenas unos minutos después de haber comenzado.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, manifestó sus condolencias a la población australiana y condenó el acto, que describió como un atentado terrorista antisemita dirigido contra personas que ejercían sus derechos religiosos en una festividad tradicional. En sus declaraciones, difundidas por EFE, el jefe de Estado subrayó el compromiso de Francia para combatir de manera incesante el antisemitismo “dondequiera que ataque”. Macron sostuvo que la nación francesa continúa defendiendo la libertad de culto y actuando contra cualquier forma de odio.

Voces políticas de distintos sectores en Francia también se pronunciaron respecto a lo ocurrido. El dirigente del Partido Socialista, Olivier Faure, lamentó que “su único delito fue ser judíos y celebrar Janucá en una playa. Una vez más, el antisemitismo ha pasado de las palabras a los hechos”, reprodujo EFE. Por su parte, la líder de la Agrupación Nacional, Marine Le Pen, expresó su conmoción ante lo que denominó “imágenes desgarradoras de la masacre antisemita en una playa de Sídney”.

El líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, se expresó en términos contundentes contra lo sucedido. Calificó el ataque como una manifestación de “despreciable terrorismo antisemita masivo” y agregó que “el terrorismo es la abominación global de nuestro tiempo”, según citó la agencia.

Francia, que en los últimos años ha enfrentado amenazas y atentados contra diferentes comunidades religiosas, señaló a través de distintas autoridades la importancia de salvaguardar los lugares de culto. EFE detalló que la directiva de Nunez se orienta a ofrecer protección reforzada y garantizar el ejercicio seguro de las festividades religiosas en un clima en el que el antisemitismo ha mostrado signos de incremento, particularmente tras episodios internacionales similares.

La decisión del gobierno galo coincide con un aumento general de la vigilancia en espacios públicos y el reforzamiento de dispositivos policiales en fechas de alto significado religioso, buscando prevenir la repetición de hechos violentos como los ocurridos en Australia. EFE reportó que la medida incluye la coordinación entre distintas fuerzas de seguridad y la sensibilización de los efectivos en relación con el resguardo de comunidades vulnerables.

Al condenar el atentado de Sídney, distintos actores públicos de Francia enfatizaron la necesidad de respuesta internacional ante el ascenso de ataques antisemitas. Autoridades y dirigentes políticos reiteraron que estos episodios no solo afectan a las víctimas directas sino que generan conmoción en las sociedades democráticas, reactivando el debate sobre la protección de la libertad religiosa y la convivencia.