Sídney (Australia), 15 dic (EFE).- El primer ministro australiano, Anthony Albanese, se reunió este lunes con agentes de policía en la comisaría de Bondi, al este de Sídney, los primeros que acudieron tras el atentado el domingo, y dijo que Australia "no se someterá al odio o la violencia".
"Australia nunca se someterá al odio ni a la violencia. Nos mantendremos unidos y no permitiremos que nos dividan como nación", afirmó el primer ministro hoy en una rueda de prensa.
El mandatario añadió que el Gobierno está dispuesto a adoptar "todo lo que sea necesario" para combatir el antisemitismo, incluido un eventual endurecimiento legislativo una vez concluya la investigación policial.
"El antisemitismo es una lacra que existe desde hace mucho tiempo y debemos hacer todo lo posible para erradicarlo", declaró el jefe del Ejecutivo, quien señaló que ya ha mantenido conversaciones con líderes de la comunidad judía y con el enviado especial contra el antisemitismo.
Albanese reiteró el respaldo del Gobierno a las comunidades afectadas y aseguró que el país responderá con unidad frente a cualquier forma de extremismo.
Las autoridades australianas continúan este lunes la investigación del ataque terrorista ocurrido el domingo por la tarde en la playa de Bondi, en el este de Sídney, que ha dejado por el momento 16 personas fallecidas, incluida una niña de 10 años, y al menos 40 heridas, entre ellas cuatro menores.
El ataque se produjo sobre las 18:40 hora local (7:40 GMT) del domingo, cuando dos hombres armados con rifles abrieron fuego contra la multitud congregada en un parque cercano a la famosa playa, una de las más concurridas y turísticas del país.
Las autoridades australianas confirmaron también este lunes que los presuntos autores del atentado son un hombre de 50 años, que murió tras el enfrentamiento con la policía, y su hijo de 24 años, que permanece hospitalizado bajo custodia policial. EFE