Al menos tres fallecidos y 18 desaparecidos por inundaciones en Santa Cruz (Bolivia)

Más de setenta personas salieron de sus hogares a través de evacuaciones aéreas en la zona de El Torno, Santa Cruz, después de que el cauce del río Piraí se acercara peligrosamente a sus viviendas y se mantuviera el pronóstico de lluvias persistentes. Según detalló Europa Press, las autoridades priorizaron este tipo de operativos en áreas donde la destrucción de caminos y los desbordamientos impedían la llegada terrestre de equipos de rescate, mientras cientos de familias siguen desplazadas y el acceso a comunidades rurales permanece restringido.

El balance hasta el momento, de acuerdo con Europa Press, revela al menos tres personas fallecidas y dieciocho desaparecidas en las zonas del sureste de Bolivia, luego de que el repentino aumento del caudal del río Piraí provocara inundaciones que afectaron principalmente a municipios como El Torno, San Pedro y Santa Rosa. El número de familias desplazadas supera las seiscientas, muchas de ellas sin hogar por la destrucción de sus viviendas, una situación que complica la recopilación exacta de datos debido a las condiciones adversas de acceso y las limitaciones en las comunicaciones.

La Gobernación de Santa Cruz calificó el fenómeno hidrológico como una crecida excepcional del río Piraí, factor determinante en la intensidad de los daños y en la rápida activación de una alerta máxima en los municipios impactados. Según señaló Europa Press, la reacción inmediata incluyó la habilitación de hospitales temporales y albergues para quienes perdieron sus hogares, así como el despliegue de operativos de emergencia con la participación de fuerzas de rescate, personal sanitario y voluntarios.

En El Torno, una de las localidades más castigadas, las familias abandonaron sus casas de madrugada el pasado domingo mientras se difundían recomendaciones de evacuación a los habitantes de zonas vulnerables. Europa Press informó que la interrupción de carreteras y los cortes de suministro eléctrico complicaron las labores de rescate y la entrega de ayuda, lo que obligó a reconfigurar rutas y a emplear medios aéreos para acceder a sectores aislados.

Las dificultades derivadas de los cortes en servicios básicos también incidieron en la labor de médicos y equipos logísticos. La ausencia de electricidad y los daños en la infraestructura dificultaron la atención médica y el traslado de personas damnificadas, lo que hizo necesario adecuar las estrategias operativas según la evolución del desastre y recomponer los turnos de atención en los refugios temporales.

El monitoreo y la articulación de las acciones de emergencia corrieron a cargo del Comité de Operaciones de Emergencia Departamental, dirigido por Luis Fernando Suárez, quien lideró el diseño de un plan de contingencia orientado a proteger la integridad de la población. Este comité, informó Europa Press, coordinó la habilitación de albergues y la provisión de alimentos y servicios esenciales, en tanto que en La Paz, el presidente Rodrigo Paz centralizó la gestión de la respuesta desde una sala de crisis instalada en el Palacio de Gobierno.

La sala de crisis permite seguir en tiempo real la evolución de la emergencia, recibir información directa desde las zonas afectadas y ordenar la entrega de ayuda de primera necesidad. Europa Press reportó que el gobierno articuló el despliegue de efectivos de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional para asegurar el acceso a las áreas más golpeadas y facilitar la evacuación, además de supervisar la entrega de insumos médicos y víveres.

Cambios frecuentes en las condiciones meteorológicas han obligado a modificar varias veces al día los planes de entrega de materiales y recursos. El seguimiento del caudal del río Piraí representa una prioridad para los equipos de emergencia, ante la posibilidad de nuevos desbordamientos y el riesgo de nuevas zonas anegadas. Europa Press consignó que la coordinación entre organismos estatales, cuerpos de seguridad, técnicos sanitarios, especialistas en gestión de riesgos y líderes comunitarios agilizó la transferencia de ayuda y la implementación de planes adaptados a cada municipio.

La participación de voluntarios y la organización de turnos de atención en los refugios permitieron garantizar la vigilancia y la distribución continua de alimentos y productos esenciales entre los desplazados, sostuvo el medio. El gobierno anunció la permanencia indefinida de recursos y efectivos en la zona, extendiendo el estado de alerta máxima más allá del plazo original del lunes 22 de diciembre, hasta constatar mejoras tanto en el pronóstico de lluvias como en la seguridad de la población.

El monitoreo exhaustivo de los puntos críticos del río Piraí se mantuvo como una de las tareas centrales del operativo, con la intensificación de la presencia en sectores donde el riesgo permanecía elevado. Europa Press informó que las brigadas actualizaban continuamente la asignación de recursos y los planes de emergencia en función del avance de las precipitaciones y los reportes sobre las necesidades locales.

Este evento ha puesto de relieve la vulnerabilidad de los municipios rurales y periféricos del sureste boliviano ante lluvias extremas y crecidas súbitas, según la cobertura de Europa Press, lo que ha obligado a fortalecer la colaboración entre organismos públicos, fuerzas de seguridad y redes comunitarias para enfrentar los retos derivados de la emergencia. La movilidad de los equipos y la entrega de ayuda evolucionan a medida que cambian las condiciones en el terreno, en un esfuerzo continuo por responder a las demandas de la población afectada y recuperar la normalidad en las zonas impactadas por las inundaciones.

El seguimiento de desaparecidos continúa como uno de los desafíos más complejos, sobre todo en áreas rurales con comunicaciones limitadas y caminos anegados. El trabajo conjunto entre el Estado, grupos voluntarios y habitantes locales ha sido esencial para recabar información y ajustar la respuesta ante incidentes imprevistos, ampliando la cobertura de emergencia cuando surgen nuevos requerimientos de atención inmediata, según señaló Europa Press en su informe sobre la situación.

Las autoridades insisten en que el despliegue de recursos y personal se mantendrá mientras las condiciones del tiempo y del terreno no permitan reducir el riesgo para la población. Las estrategias de intervención permanecen sujetas a revisiones y adaptaciones constantes, tanto en lo operativo como en lo logístico, conforme a las evaluaciones diarias y los informes procedentes de todas las comunidades afectadas por el evento.