El director de la Agencia Espacial Europea rechaza las especulaciones sobre el cometa 3I/Atlas: "No son alienígenas"

El máximo responsable de la ESA desmiente teorías sobre la naturaleza del objeto detectado al afirmar que se trata de un cuerpo helado procedente de otro sistema, identificado y monitorizado por especialistas europeos durante su travesía extraordinaria

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La reciente fotografía obtenida por el explorador Juice de la Agencia Espacial Europea ha aportado información clave sobre el cometa interestelar 3I/Atlas, revelando detalles sobre los materiales que emanan de su núcleo y posibilitando una mejor comprensión de los cometas que cruzan el universo a gran velocidad. Este hallazgo resulta especialmente significativo, ya que permite a los científicos europeos investigar cómo se comportan estos objetos helados procedentes de otros sistemas estelares mientras atraviesan el sistema solar, según consignó Europa Press.

Durante su visita a Madrid, el director de la Agencia Espacial Europea (ESA), Josef Aschbacher, negó de forma categórica las teorías que apuntan a un origen no natural o extraterrestre del cometa 3I/Atlas, despejando las especulaciones surgidas en torno a la naturaleza de este cuerpo celeste. En declaraciones recogidas por Europa Press, Aschbacher aseguró que los especialistas han monitorizado el objeto con precisión: “No son alienígenas, no es lo que algunas especulaciones creen que es. Es un cometa que se mueve a muy alta velocidad y está pasando por nuestro sistema solar. Lo hemos medido, lo estamos observando y sabemos muy bien lo que pasa”.

De acuerdo con lo publicado por Europa Press, el cometa 3I/Atlas, cuyo núcleo tiene un diámetro calculado entre 10 y 30 kilómetros, circula por el sistema solar a una velocidad que supera los 68 kilómetros por segundo, al alcanzar los aproximadamente 245.000 kilómetros por hora. Su trayectoria hiperbólica indica que no está ligado gravitacionalmente al Sol y que se trata de un visitante de otro sistema estelar. La red ATLAS —Asteroid Terrestrial-impact Last Alert System— con sede en Chile, fue la responsable de descubrir el objeto el 1 de julio de 2025 y lo categorizó como el tercer objeto interestelar confirmado en entrar al sistema solar. Según subrayó Europa Press, el análisis de 3I/Atlas posibilita observar elementos materiales originados fuera del sistema solar, proporcionando datos sobre la composición y el comportamiento de objetos que se formaron en entornos lejanos.

En el marco de su agenda en Madrid, Aschbacher firmó un memorando de entendimiento con IE University y abordó el tema del futuro vuelo del astronauta español Pablo Álvarez, destacando que la fecha de la misión todavía está sujeta a la cooperación entre la ESA y la NASA. El objetivo, precisó según Europa Press, es que Álvarez viaje “en los próximos años” a la Estación Espacial Internacional, aunque los detalles dependerán del desarrollo de esa colaboración. El pacto con la NASA incluye el compromiso de que astronautas europeos participen en vuelos hacia la futura estación espacial lunar Gateway, y ya está previsto que los tres primeros europeos que lleguen a Gateway sean de Alemania, Francia e Italia. Las negociaciones entre ambas agencias contemplan la posibilidad de que astronautas europeos tengan acceso a futuras misiones lunares.

El director de la ESA, citado por Europa Press, recalcó que Europa dispone de la capacidad tecnológica para lanzar astronautas de manera autónoma, siempre que exista una decisión política favorable de los Estados miembros. De concretarse ese respaldo, la ESA podría avanzar hacia la independencia total en su acceso al espacio tripulado sin necesidad de depender de cooperación con Estados Unidos. Aschbacher enfatizó que “si la decisión es que Europa quiere lanzar sus propios astronautas y se declara este objetivo a nivel político, podemos hacerlo”.

Consultado sobre la opción de misiones tripuladas a Marte, Aschbacher expuso que el reto es considerable tanto desde el punto de vista tecnológico como operacional. Indicó que todavía deben resolverse problemas relacionados con la propulsión, la radiación cósmica, el reabastecimiento en órbita y el regreso a la Tierra, entre otros. Los primeros desplazamientos hacia el planeta rojo serán operaciones robóticas, orientadas a realizar perforaciones para buscar posibles trazas de vida antigua. Tal como informó Europa Press, Aschbacher subrayó que, aunque queda camino por recorrer, confía en que el ser humano llegará eventualmente a Marte: “Sucederá”.

Al referirse a la relación de la ESA con sus socios internacionales, Aschbacher afirmó que la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos marcó ciertos cambios en la dinámica con la NASA. Pese a que la agencia estadounidense sigue siendo un “socio importante”, subrayó la necesidad de que Europa refuerce su autonomía y capacidad de actuación propia en materia espacial. Según Europa Press, el directivo defendió la fortaleza tecnológica de la industria espacial europea y puso énfasis en la reputación de la ESA como socio “fiable y respetado” en la comunidad internacional.

En las relaciones con Rusia, la ESA mantiene cooperación únicamente en el seno de la Estación Espacial Internacional, ya que los módulos rusos resultan fundamentales para el funcionamiento de la plataforma orbital. Con respecto a China, reportó Europa Press, la colaboración tiene lugar en programas de investigación científica sobre cuestiones como el cambio climático y en misiones como Smile, cuyo lanzamiento está programado para el próximo año.

El desarrollo de la industria aeroespacial española recibió una valoración positiva por parte de Aschbacher, quien expresó que España ha demostrado “un progreso enorme en los últimos años al identificar el espacio como una prioridad”. Europa Press citó que se refirió especialmente al aumento de la contribución española a la ESA, la cual se sitúa en 455 millones de euros anuales para el período 2026-2030, un 50% más respecto al ciclo anterior. Este incremento, a juicio del responsable europeo, tiene un impacto directo en el fortalecimiento de la industria espacial nacional, ya que los retornos económicos de los programas espaciales de la agencia benefician a las empresas locales. Aschbacher explicó además que, si bien otros países pueden catalogar la financiación a la ESA como gasto en defensa y contarla en sus compromisos con la OTAN, en el caso español estos fondos proceden del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, canalizados por la Agencia Espacial Española.

En relación a la legislación, el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades ha comenzado la elaboración de un anteproyecto de Ley de Actividades Espaciales para regular el sector en el ámbito nacional. El objetivo es establecer requisitos claros que contribuyan a reducir la basura espacial y exigir a los operadores garantías financieras adecuadas para el desarrollo de actividades en el espacio. Adicionalmente, según recoge Europa Press, la Comisión Europea está impulsando la definición de un marco legal común a escala continental. Aschbacher recordó que la ESA, con medio siglo de experiencia en satélites y gestión de operaciones en órbita, puede ofrecer su experiencia para contribuir al diseño de la legislación espacial europea e internacional. Afirmó que la agencia está “encantada de contribuir con sus capacidades” al establecimiento de dicho marco normativo.