UNICEF condena firmemente la muerte de más de diez niños en un ataque de las RSF contra una guardería en Sudán

Más de una decena de menores fallecieron tras un ataque con drones atribuido a fuerzas paramilitares en una guardería de Kordofán Sur, situación que intensifica la emergencia humanitaria y genera alarma internacional ante posibles nuevas atrocidades en la región

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El representante en Sudán de UNICEF, Sheldon Yett, enfatizó que el asesinato y mutilación de niños, así como los ataques contra escuelas y hospitales, constituyen violaciones graves de los derechos de la infancia. Según consignó Europa Press, Yett hizo declaraciones tras el ataque perpetrado por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) sobre una guardería en la ciudad de Ghadir, ubicada en Kordofán Sur, que resultó en la muerte de más de diez menores de entre cinco y siete años. El funcionario señaló: “Matar a niños en su escuela es una violación atroz de los derechos de la infancia”, y añadió que UNICEF urge a todas las partes enfrentadas a detener estos ataques y a garantizar un acceso humanitario seguro y sin restricciones a la población afectada.

De acuerdo con Europa Press, el hecho ocurrió en medio de un contexto de escalada violenta en Kordofán Sur, donde enfrentamientos entre las RSF y el Ejército Sudanés han intensificado la emergencia humanitaria, ocasionando desplazamientos a gran escala y dificultades extremas para la entrega de ayuda básica. El ataque coincide con la intensificación de las hostilidades desde principios de noviembre, lo que ha agravado la situación de los civiles atrapados en áreas donde el acceso a organizaciones humanitarias resulta prácticamente inexistente.

El medio Europa Press detalló que la guerra en Sudán comenzó en abril de 2023, impulsada por desacuerdos persistentes entre el ejército regular y el grupo paramilitar RSF sobre el proceso de integración de estos últimos en las fuerzas armadas nacionales. Estos desacuerdos socavaron el frágil proceso de transición política abierto tras la caída del régimen de Omar Hasán al Bashir en 2019 y el posterior derrocamiento de Abdalá Hamdok en 2021, quien fuera primer ministro tras la asonada militar de ese año.

El panorama humanitario en Sudán se ha deteriorado rápidamente desde entonces, advierte el organismo dependiente de Naciones Unidas. Europa Press informa que millones de personas han tenido que abandonar sus hogares y refugiarse tanto dentro del país como en países vecinos, mientras la propagación de enfermedades y el daño a infraestructuras críticas limitan gravemente la atención de los cientos de miles de damnificados. En Kordofán Sur, la reciente ofensiva de las RSF, así como la respuesta armada del Ejército sudanés, han profundizado la crisis, con comunidades enteras completamente aisladas de cualquier tipo de asistencia.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, citado por Europa Press, advirtió el jueves previo sobre la posibilidad de que se produzca una nueva “oleada de atrocidades” en Sudán. Turk exhortó a evitar que se replique una tragedia similar a la de El Fasher, la capital de Darfur Norte, donde las RSF perpetraron graves crímenes tras hacerse con el control de la ciudad a finales de octubre.

Europa Press explica que la violencia actual no solo ha desplazado a millones sino que también ha provocado preocupación internacional ante la posibilidad de que se repitan masacres similares en otras regiones controladas por las RSF, quienes han sido señaladas en múltiples ocasiones por organismos internacionales como responsables de violaciones masivas de derechos humanos.

UNICEF enfatizó, según Europa Press, que los niños nunca deben pagar el precio de los conflictos armados y declaró su condena al ataque a la guardería como una grave violación del Derecho Internacional Humanitario. La organización pidió la protección de las instalaciones escolares y hospitalarias, subrayando la necesidad urgente de frenar la escalada de violencia y de crear condiciones para que la ayuda humanitaria alcance a quienes la requieren con urgencia.

La situación en Sudán, una de las mayores crisis humanitarias del mundo según Europa Press, se ve agravada por la participación de varios países extranjeros que apoyan a diferentes bandos del conflicto. Esta injerencia internacional complica los intentos de negociación y reduce las posibilidades de alcanzar acuerdos de paz que garanticen la seguridad, especialmente de la niñez, en medio del conflicto.

Las condiciones actuales en Kordofán Sur, tal como describe el reportaje de Europa Press, reflejan un deterioro profundo de la protección infantil en zonas de combate. La ONU, a través de distintos organismos, ha documentado un aumento en el número de menores víctima de asesinatos, mutilaciones y ataques a infraestructuras esenciales como escuelas y hospitales, lo que evidencia un patrón sistemático en la violación de derechos básicos protegidos por tratados internacionales.

En este contexto, la alarma internacional se ha elevado a raíz de la intensidad de los combates y del bloqueo a la asistencia humanitaria, situación que, según advierte UNICEF, mantiene en riesgo inmediato a cientos de miles de niños, niñas y sus familias, cuya integridad y bienestar dependen de la llegada urgente de ayuda y de la restauración de la seguridad en las zonas afectadas.