
El grupo naval chino que opera en aguas del mar de Filipinas ha sido localizado a más de 480 kilómetros al este del territorio insular filipino, conforme a información obtenida a partir de imágenes satelitales difundidas por la televisora australiana ABC y la empresa Starboard Maritime Intelligence. Este posicionamiento ha movilizado a las autoridades australianas, que se encuentran observando el desplazamiento de la flotilla, compuesta por diversos buques de guerra y de apoyo. A raíz de este despliegue, el Ministerio de Defensa de la República Popular China confirmó la realización de maniobras navales en esa zona marítima, afirmando la legalidad de sus operaciones e intentando mitigar las preocupaciones internacionales.
Según ABC y conforme reportó el portal web oficial del Ministerio de Defensa chino, el coronel Jiang Bin, portavoz de esa cartera, aseguró que las actividades desarrolladas por el contingente naval se ajustan tanto al derecho internacional como a las prácticas establecidas para operaciones militares en alta mar. Jiang enfatizó que estos ejercicios de entrenamiento extensivo “no están dirigidos a ningún país o entidad específica”, en respuesta directa a inquietudes sobre posibles tensiones regionales generadas por el avance de la flota.
El anuncio chino surge tras una consulta realizada el martes anterior, luego de la cobertura de la radiotelevisión pública australiana ABC, la cual identificó la presencia de buques militares de China en aguas del mar de Filipinas. El informe original detalló que la flotilla involucraba, entre otras unidades, un navío capaz de transportar helicópteros, un destructor, una fragata y un barco destinado al reabastecimiento de combustible. Estos detalles fueron confirmados posteriormente por imágenes provenientes de la empresa Starboard Maritime Intelligence, la cual rastrea movimientos navales mediante tecnología satelital.
ABC dio a conocer que los buques fueron avistados transitando a unas 260 millas náuticas (aproximadamente 482 kilómetros) al este del archipiélago filipino. Esta distancia ubica a la flotilla en aguas internacionales, aunque su proximidad geográfica ha generado alerta en el gobierno australiano debido a la sensibilidad de la región, tradicionalmente escenario de ejercicios militares de distintas potencias y territorios en disputa.
Tras la difusión de las imágenes y datos satelitales, el ministro de Defensa de Australia, Richard Marles, ratificó al mismo medio que las Fuerzas Armadas australianas llevan a cabo un monitoreo detallado sobre el desplazamiento de las unidades navales chinas. Marles explicó que si bien se mantiene una vigilancia sistemática sobre el avance del contingente, hasta el momento las autoridades australianas no han podido certificar con certeza la orientación final de la flotilla, es decir, si las naves navegan en dirección a Australia tal como algunos indicios han dejado entrever.
Durante su declaración publicada por el Ministerio de Defensa de China, el coronel Jiang reiteró la postura de que la ejecución del entrenamiento naval corresponde al “grupo de intervención naval chino” y subrayó la adherencia a principios legales y normas internacionales. Con este mensaje, la representación oficial de Pekín buscó disipar especulaciones vinculadas a la motivación de las maniobras, frente a las preocupaciones manifestadas en países del entorno.
El seguimiento de buques militares extranjeros en áreas próximas a Australia y el sudeste asiático ha sido un tema constante en las agendas de seguridad regional, según recopiló ABC. Los ejercicios navales a gran escala, como el actualmente ordenado por China en el mar de Filipinas, suelen desencadenar respuestas diplomáticas y operaciones de inteligencia por parte de otros estados interesados, en particular cuando involucran formaciones compuestas por múltiples embarcaciones especializadas.
El conglomerado de buques chinos detectado por los sistemas de observación internacionales incluyó navíos con capacidades ofensivas y logísticas, información que detalló la televisora pública australiana tras analizar el material proporcionado por Starboard Maritime Intelligence. Tanto la comunidad internacional como los países de la región siguen con atención el avance de esta operación, marcando el episodio como uno más en la serie de ejercicios navales de alto perfil que han tenido lugar en la zona marítima del Pacífico occidental en los últimos años.