
La magnitud del desastre provocado por el ciclón ‘Ditwah’ en Sri Lanka se compara ya con las emergencias más graves que ha vivido el país, solo superado por el terremoto y tsunami de 2004, que causaron cerca de 35.000 muertes. Según reportó el medio que difundió el último balance oficial, numerosas zonas del país enfrentan escenarios de destrucción y desplazamiento masivo tras el paso de este fenómeno natural, que ha dejado un saldo provisional de 607 víctimas fatales y más de 200 personas desaparecidas, de acuerdo con los datos publicados por el Centro de Gestión de Desastres.
El impacto de las precipitaciones asociadas al ciclón ha afectado a más de dos millones de habitantes en Sri Lanka, una cifra que ilustra la amplitud de la emergencia en curso. Las cifras oficiales, recogidas y difundidas por las autoridades competentes, confirman que al menos 4.164 viviendas han sido completamente destruidas y otras 67.505 presentan daños de diversa consideración. Tal como detalló el Centro de Gestión de Desastres a través de su página oficial, cerca de 152.000 ciudadanos han debido abandonar sus hogares y fueron reubicados en más de 1.200 centros de acogida habilitados por el gobierno y los organismos de ayuda.
El medio que publicó el balance oficial consignó que la cifra de fallecidos, así como la de desaparecidos o lesionados, continúa evolucionando a medida que los equipos de rescate intervienen en zonas anegadas o bloqueadas por derrumbes. Hasta el momento, se reportan 214 heridos y se mantiene la búsqueda de más de dos centenares de personas que aún no han sido localizadas tras el paso del ciclón.
El distrito de Kandy figura entre los más golpeados por la catástrofe, con un conteo de 232 fallecidos y al menos 81 ciudadanos sin paradero conocido, según informó el Centro de Gestión de Desastres. En Nuwara Eliya, las autoridades confirmaron 89 víctimas mortales y reportaron 35 desapariciones. Otras regiones, como Badulla y Kurunegala, enfrentan cifras elevadas tanto de muertes como de desapariciones: en Badulla se han registrado 83 decesos y faltan por ubicar a 29 personas, mientras que Kurunegala presenta 61 fallecidos y once desapariciones, según la información más reciente confirmada por las autoridades y el medio que difundió el balance.
El presidente Anura Kumara Dissanayake compareció públicamente el martes y, según recogió el medio original, calificó la situación como “uno de los desastres naturales más desafiantes de la historia del país”. Ante este escenario, el gobierno de Sri Lanka decretó el estado de emergencia pública el domingo, una respuesta que busca garantizar la seguridad de la población, mantener la operatividad de los servicios esenciales y asegurar el abastecimiento de suministros básicos. De acuerdo con las declaraciones recogidas por el medio, el Ejecutivo subrayó la relevancia de esta disposición para sostener la estabilidad institucional y social frente a la magnitud y consecuencias del fenómeno.
El Centro de Gestión de Desastres indicó que los servicios de rescate y los dispositivos de apoyo humanitario se encuentran desplegados en distintas zonas del país, con especial atención a las áreas rurales y las localidades de difícil acceso debido a las inundaciones y los movimientos de tierra. Las labores priorizan la localización de desaparecidos y la evacuación de familias en riesgo, además de la provisión de asistencia médica y materiales de emergencia para los desplazados.
Las autoridades precisaron que el impacto de ‘Ditwah’ ha supuesto una situación sin precedentes para la gestión de emergencias y la respuesta humanitaria en Sri Lanka. El recuento de viviendas arrasadas o afectadas, junto con el desplazamiento de decenas de miles de familias, refleja el alcance material y humano del desastre. El medio que difundió el balance oficial hizo hincapié en que este tipo de episodios ponen a prueba la infraestructura de respuesta y la coordinación entre los organismos gubernamentales, las fuerzas de rescate y las instituciones de ayuda.
A raíz de los daños producidos por las lluvias intensas y los deslizamientos de tierra, la distribución de ayuda y el restablecimiento de servicios básicos se han transformado en una prioridad inmediata para las autoridades, según consignó el Centro de Gestión de Desastres. Además de la reconstrucción de viviendas y la reubicación de damnificados, el gobierno trabaja para proteger los suministros de agua y alimentos, así como para evitar brotes de enfermedades asociadas a las condiciones insalubres derivadas del desastre.
El Centro de Gestión de Desastres resaltó la presencia de equipos de rescate en las zonas más afectadas, donde la continuidad de las labores de búsqueda constituye uno de los mayores retos ante la incertidumbre sobre el paradero de centenares de personas. Al mismo tiempo, las autoridades trabajan en la recopilación y verificación de datos para poder actualizar el balance de afectados y avanzar en las tareas de identificación y apoyo a las víctimas.
El medio que informó sobre la emergencia recogió el testimonio de funcionarios y autoridades, quienes subrayaron que la coordinación entre los distintos niveles de gobierno y los organismos especializados resulta indispensable para mitigar el impacto del ciclón y atender las necesidades de la población. Las cifras aportadas hasta el momento revelan el perfil de una emergencia nacional que afecta de forma generalizada distintos territorios y grupos sociales.
En síntesis, la situación en Sri Lanka tras el ciclón ‘Ditwah’ continúa evolucionando, con equipos de rescate en operación permanente, comunidades desplazadas en albergues temporales y un sistema de emergencia activado que deberá responder a los desafíos que plantea uno de los episodios meteorológicos más severos de las últimas décadas en la región, según el balance oficial recogido por el medio citado y las cifras actualizadas por el Centro de Gestión de Desastres.