Los talibán piden "garantías firmes" de Pakistán de cara a reabrir los pasos fronterizos

El portavoz del gobierno afgano, Zabehulá Muyahid, precisó que el comercio y el tránsito entre Afganistán y Pakistán solo se reanudarán si Islamabad otorga garantías concretas, destinadas a evitar futuros cierres provocados por presiones políticas, usos irregulares o decisiones unilaterales. Según informó Europa Press, esta demanda de compromisos estrictos se produjo en el contexto de la reapertura parcial de los pasos fronterizos, limitada a convoyes humanitarios de Naciones Unidas, después de dos meses de interrupciones y enfrentamientos en la región fronteriza.

Muyahid explicó, a través de un comunicado publicado en X y citado por Europa Press, que los bloqueos implementados por Pakistán representaron medidas “ilegales” contra el tránsito y las actividades comerciales, con consecuencias económicas negativas importantes para ambas naciones. Remarcó que la prioridad principal del Emirato Islámico consiste en la defensa de los derechos de los comerciantes y las comunidades de ambos lados de la frontera. De acuerdo con la información difundida por Europa Press, Muyahid indicó que la decisión de ampliar los vínculos comerciales con otros países responde a la necesidad de reducir la dependencia de un solo socio y fortalecer la “prosperidad y el comercio honorable” entre Afganistán y Pakistán, pero advirtió que “las rutas comerciales con Pakistán se reabrirán cuando se obtengan garantías firmes del Gobierno paquistaní, de modo que en el futuro estas rutas no se cierren debido a presiones políticas, usos ilegales o presiones sobre la gente, y se protejan los derechos de los comerciantes y los pueblos de ambos países”.

Europa Press comunicó que estas declaraciones surgieron luego de que el portavoz del Ministerio de Exteriores paquistaní, Tahir Andrabi, confirmara a la cadena Geo TV la autorización para que los pasos de Torjam y Chaman quedaran habilitados únicamente para el tránsito de ayuda humanitaria coordinada por la ONU. Andrabi subrayó que, a pesar de este acceso restringido, las actividades comerciales regulares entre ambos países continuaban suspendidas. En palabras del representante paquistaní: “Pakistán no tiene ningún problema con el pueblo afgano”, aunque evitó comprometerse con la restitución total de los intercambios transfronterizos.

Según Europa Press, funcionarios del Ministerio de Comercio de Pakistán ya habían adelantado un entendimiento previo que permitiría la reapertura puntual de los pasos fronterizos, exclusivamente para la entrada de material de ayuda gestionado por organizaciones internacionales. En ese marco, las conversaciones diplomáticas entre Kabul e Islamabad habían transcurrido durante dos meses, centradas en resolver las diferencias derivadas de los recientes ataques del grupo Tehrik-i-Taliban Pakistan (TTP), conocidos como talibanes paquistaníes.

La escalada de tensiones, afirmó Europa Press, se intensificó cuando Pakistán llevó a cabo bombardeos dirigidos contra Kabul, con el presunto objetivo de alcanzar al líder del TTP, Nur Wali Mehsud. Si bien las autoridades paquistaníes evitaron confirmar el resultado de esa ofensiva, fuentes indicaron que el jefe insurgente habría logrado salir ileso. Ante ese conflicto, fuerzas talibanas lanzaron una contraofensiva en la frontera, lo que provocó choques armados a mayor escala que solo se detuvieron varios días después, tras la implementación de un alto el fuego temporal.

A lo largo de los últimos años, la región fronteriza entre Afganistán y Pakistán se mantuvo como uno de los focos más críticos de inseguridad, debido fundamentalmente a las operaciones del TTP, según consignó Europa Press. Islamabad ha acusado de manera reiterada tanto a las autoridades afganas como a India de brindar apoyo logístico y refugio a la organización insurgente, aunque dichos señalamientos fueron rechazados por Nueva Delhi y el actual gobierno talibán afgano.

Europa Press detalló que ataques aéreos desde territorio paquistaní hacia suelo afgano se han hecho recurrentes, aludiendo a la necesidad de neutralizar a los operativos del TTP. Estas acciones generaron nuevas fricciones entre ambos estados, afectaron el tránsito de bienes esenciales y agravaron la crisis humanitaria para las poblaciones que dependen del comercio regional.

El tránsito comercial entre Afganistán y Pakistán ha sido históricamente esencial para la economía de ambas naciones, y la suspensión prolongada tuvo impacto directo en el abastecimiento de productos básicos y el sustento de miles de familias, reportó Europa Press. El bloqueo de las rutas comerciales por decisión de Islamabad, asociado a sus demandas de mayor control de seguridad ante las incursiones del TTP, derivó en pérdidas económicas severas y en un deterioro de las relaciones diplomáticas bilaterales.

Actualmente, y pese a la apertura limitada para operaciones humanitarias, la normalización completa de los intercambios comerciales sigue sin fecha, mientras el gobierno afgano mantiene su exigencia de garantías “firmes y vinculantes” para asegurar la estabilidad en los pasos fronterizos. Este escenario, de acuerdo con Europa Press, se produce en medio de una creciente incertidumbre respecto de la seguridad en la región y la competitividad de las economías dependientes del tránsito regional.