Las firmas europeas de automóviles suben hasta un 6% tras los planes de Trump a favor de la combustión

El comportamiento bursátil en las bolsas europeas mostró variaciones relevantes entre las principales automotrices, luego de que se publicara un plan para disminuir los requisitos medioambientales sobre eficiencia de combustible en vehículos. El medio DPA reportó que la propuesta reduciría el objetivo de consumo medio para los modelos del año 2031 de 50 millas por galón, equivalentes a 4,7 litros cada 100 kilómetros, a 34,5 millas por galón, es decir, 6,8 litros cada 100 kilómetros. Este cambio, impulsado por la administración liderada por Donald Trump en Estados Unidos, ha generado movimientos positivos entre los fabricantes europeos de automóviles en los mercados bursátiles.

Según detalló la agencia DPA, las firmas europeas vinculadas a la fabricación de automóviles experimentaron crecimientos de hasta un 6% en el valor de sus acciones tras conocerse estos planes. En la Bolsa de Estocolmo, Volvo Cars registró un aumento de casi el 5%. Por su parte, las acciones de Renault y Stellantis en la Bolsa francesa subieron un 6,35% y un 3,75%, respectivamente. El mercado alemán también reflejó incrementos importantes: Volkswagen se acercó al 3%, Porsche subió un 6,13%, Mercedes-Benz alcanzó un 4,83% y BMW obtuvo una mejora del 4,49%.

El propósito de la flexibilización de los estándares, según la cobertura de DPA, es disminuir los costes que enfrentan los consumidores en la compra de automóviles, al permitir a los fabricantes ofrecer productos a precios más competitivos. En la presentación de la propuesta participaron directivos de las principales compañías del sector, entre ellos el consejero delegado de Stellantis, Antonio Filosa, y el responsable de Ford, Jim Farley. Ambos expusieron que la reducción de las normas podría facilitar la venta de vehículos más accesibles en Estados Unidos.

La propuesta contrasta con la regulación establecida por la administración Biden, que había fijado estándares más estrictos buscando no solo fomentar el ahorro en combustibles para los propietarios, sino también impulsar la protección ambiental. Las normativas anteriores habían supuesto mayores requerimientos regulatorios para los fabricantes, que incrementaban los costes de producción tanto en la adaptación tecnológica como en el cumplimiento de metas medioambientales.

De acuerdo con los datos presentados por DPA, uno de los puntos relevantes de la propuesta de la administración de Trump es el anuncio del cese del comercio de créditos de emisiones a partir del modelo del año 2028. El sistema vigente permitía a las compañías automotrices cumplir con las metas mediante la compra y venta de estos créditos. Tesla resultó especialmente favorecida en años previos gracias a este mecanismo, capitalizando financieramente al vender créditos a otros competidores menos avanzados en la electrificación de sus flotas.

DPA resaltó que la revisión de los estándares se inscribe en el debate sobre el equilibrio entre las consideraciones económicas y ambientales dentro del mercado automotor. Los fabricantes de coches han mostrado interés en disposiciones regulatorias que les permitan reducir sus costes, frente al reto de acomodar avances tecnológicos y responder a las demandas de consumidores y reguladores en diferentes regiones.

La reacción favorable de los mercados bursátiles europeos también refleja la expectativa de que, con menores obligaciones regulatorias en el mercado estadounidense, las marcas de origen europeo tendrán oportunidades de expandir ventas y optimizar márgenes de beneficio. La agencia DPA señaló que el cambio normativo podría modificar el ritmo de transición hacia vehículos de bajo consumo y energías alternativas en Estados Unidos, uno de los principales mercados globales para la industria.

Según el reporte de DPA, la presencia de los principales ejecutivos de la industria automovilística durante la presentación del plan subraya el interés del sector en mantener una postura dialogante con las autoridades responsables de la regulación en Estados Unidos, en el contexto de la competencia global y los desafíos relacionados con los costes y el cumplimiento de metas medioambientales.