Las inundaciones en Indonesia dejan ya casi 420 muertos y más de 350 desaparecidos

El número de víctimas aumentó dramáticamente en Sumatra tras las lluvias extremas, con más de un millón de personas afectadas, miles de desplazados y un amplio despliegue de fuerzas de emergencia, según autoridades y reportes locales

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El número de personas obligadas a abandonar sus hogares en Indonesia tras las recientes lluvias intensas y las subsecuentes inundaciones en Sumatra ha superado las 290.000, conforme reportó Republik a partir de los datos más recientes proporcionados por la Agencia Nacional de Mitigación de Desastres (BNPB). Esta oleada de desplazamientos, sumada al rápido incremento en el conteo de víctimas mortales y personas desaparecidas, sitúa el episodio como una de las catástrofes por inundaciones más graves que ha enfrentado la región en los últimos años.

Según consignó Republik, la BNPB informó que la cifra de fallecidos en Sumatra se ha elevado a 417, tras registrarse un incremento de más de un centenar de víctimas en apenas un día. Además de las muertes confirmadas, 645 personas resultaron heridas y 356 permanecen en calidad de desaparecidas debido al impacto de las lluvias extremas. El balance oficial señala que más de un millón de residentes se han visto afectados directamente por el desastre. Las regiones de Sumatra Occidental, Aceh y Sumatra del Norte han evidenciado una mayor vulnerabilidad, de acuerdo con el despliegue de equipos de rescate relatado por el medio Republik.

La magnitud de los daños materiales se refleja en el elevado número de viviendas deterioradas o destruidas. De acuerdo con la información publicada por Republik, casi 830 casas han quedado inutilizables y el total de domicilios con algún grado de afectación se aproxima a 3.200, cifra que figura entre las más altas reportadas en situaciones similares en los últimos años. Este deterioro de la infraestructura habitacional se ha sumado al desafío de gestionar la evacuación de decenas de miles de residentes, mientras continúan las adversas condiciones meteorológicas.

El operativo de respuesta ante la emergencia ha implicado la movilización de más de 88.000 agentes de la Policía Nacional de Indonesia, según informó Republik. El general de brigada Trunoyudo Wisnu Andiko detalló que “un total de 87.924 agentes de la Policía Nacional están listos para responder a cualquier desastre en toda Indonesia, incluidos miles de ellos que están ya en Aceh, Sumatra Norte y Sumatra Occidental”. Las autoridades instalaron un centro de coordinación de operaciones en la Comisaría Central de Pandok Cabe para centralizar la organización de los equipos distribuidos en los principales puntos de impacto.

El esfuerzo de auxilio también se ha visto reforzado por la entrega de miles de kits destinados a niños y madres, el suministro de medicinas, chubasqueros, mantas, alimentos de consumo inmediato y otros recursos como generadores eléctricos, mascarillas y sistemas de abastecimiento solar. Según reportó Republik, el despliegue incluye decenas de lanchas neumáticas para facilitar la evacuación y la búsqueda de desaparecidos, cientos de chalecos salvavidas, tiendas de campaña, camas y palas. Estos equipos han resultado esenciales para operar en las zonas que permanecen aisladas o con acceso restringido debido a las inundaciones persistentes.

La Agencia de Meteorología, Climatología y Geofísica de Indonesia advirtió que la influencia de un ciclón tropical mantiene activa la alerta por las condiciones climáticas inestables en la isla, lo que podría dar lugar a nuevas precipitaciones y complicar la labor de rescate y asistencia sanitaria. Republik detalló que los especialistas estiman que los riesgos asociados a las lluvias extremas podrían prolongarse varios días, generando incertidumbre en torno a la evolución de la situación.

El impacto social de la catástrofe ha exigido la coordinación de esfuerzos entre las autoridades nacionales, los gobiernos locales y diversas organizaciones de socorro. Los balances oficiales, difundidos por Republik, indican que la suma de fallecidos, desaparecidos y desplazados convierte a este episodio en uno de los más severos que se hayan registrado en la historia reciente de Sumatra vinculados a inundaciones, debido tanto al volumen de personas afectadas como a la destrucción material.

A pesar de la movilización masiva de recursos y personal, la emergencia continúa en desarrollo. Republik destacó que las cifras se mantienen bajo revisión constante, mientras los equipos de rescate prolongan las labores en áreas donde la infraestructura ha sufrido estragos y el acceso sigue limitado. La persistencia de eventos climáticos adversos sigue dificultando el avance de las operaciones y la entrega de ayuda humanitaria, incrementando los desafíos que enfrentan comunidades y autoridades en Sumatra y regiones colindantes.