Indonesia confirma siete trabajadoras domésticas muertas en el incendio de Hong Kong

El Consulado General de Indonesia en Hong Kong reportó que siete trabajadoras domésticas indonesias fallecieron a consecuencia directa del incendio en el complejo de apartamentos Wang Fuk, un hecho que, según detalló el medio indonesio Republika, desencadenó operativos diplomáticos para el apoyo de las familias y la localización de personas aún desaparecidas. La misma fuente resaltó que la tragedia dejó un saldo confirmado por las autoridades de al menos 128 víctimas fatales y más de 150 personas que siguen sin localizar, predominando entre los afectados la comunidad migrante residente en el lugar.

La investigación en curso relacionada con el incendio ha dado lugar a la detención temporal de ocho personas vinculadas con la administración y mantenimiento del complejo residencial, según consignó Republika. Entre los arrestados figuran dos directores y un consultor de ingeniería de la empresa Prestige Construction & Engineering, responsable de tareas recientes de renovación en el edificio. Los tres ejecutivos quedaron en libertad bajo fianza mientras continúan las pesquisas. La Policía de Hong Kong mantiene abiertas las indagatorias para determinar posibles negligencias o infracciones a las normas de seguridad durante la gestión y los trabajos desarrollados en la estructura.

Republika recogió el comunicado oficial del Consulado de Indonesia, que afirmó: “Según la coordinación con la Policía de Hong Kong el número total de ciudadanas indonesias fallecidas hasta ahora es de siete”. El texto también destacó que en el complejo siniestrado de Tai Po residían aproximadamente 140 mujeres indonesias empleadas en labores domésticas. El consulado trabaja junto con la policía local en la búsqueda de más nacionales cuyo paradero permanece desconocido, al tiempo que coordina asistencia y apoyo logístico para sus familias.

La presencia de trabajadoras migrantes constituye un aspecto central entre las víctimas del incendio, de acuerdo con la información publicada por Republika. Filipinas, país con una comunidad significativa en Hong Kong, reportó la desaparición de trece trabajadoras domésticas filipinas residentes en Wang Fuk. Hasta la fecha, no se ha confirmado la muerte de ninguna de ellas, aunque las labores de identificación y localización siguen en marcha con la colaboración de las autoridades locales y consulares.

El operativo de respuesta incluyó la intervención de más de 600 agentes policiales que inspeccionaron los dos bloques afectados del conjunto habitacional, según detalló Republika. El medio señaló que, hasta el cierre del operativo, no se hallaron nuevos restos mortales entre los escombros, aunque la cifra de desaparecidos continúa superando las 150 personas.

En cuanto a los factores que contribuyeron a la magnitud del siniestro, el director de servicios de bomberos de Hong Kong, Andy Yeung, declaró al medio indonesio que las peritaciones detectaron deficiencias en los sistemas de alarma contra incendios en los ocho bloques del complejo. Yeung explicó que “los sistemas de alarma podrían no haber funcionado correctamente” y anunció acciones legales contra los contratistas de seguridad encargados del mantenimiento de esos dispositivos. Esta situación motivó una revisión integral de los procedimientos de seguridad y las prácticas de prevención de incendios dentro de la ciudad.

La magnitud del incendio llevó a la emisión de una directiva desde el Consejo Estatal de Seguridad Laboral de la China continental para intensificar la vigilancia sobre la seguridad contra incendios en todo el país, reportó Republika. El plan tiene alcance nacional y se centra en la inspección de edificios altos y estructuras sometidas a reformas o modificaciones. Las autoridades enfatizaron la importancia de evaluar materiales usados habitualmente en renovaciones, como andamios de bambú y redes ignífugas, que se emplean ampliamente en los grandes centros urbanos. Todas las empresas y propietarios de inmuebles deben efectuar autoinspecciones, mientras los entes oficiales supervisan el cumplimiento estricto de los estándares de seguridad vigentes con el objeto de mitigar riesgos en comunidades vulnerables y entornos residenciales de alta ocupación.

El contexto social de Wang Fuk añade un componente sensible a la tragedia. Según Republika, el complejo forma parte de un programa de viviendas sociales establecido en la década de 1980 y alberga a una comunidad envejecida: más de un tercio de los residentes supera los 65 años, y muchos habitantes han permanecido en el lugar durante décadas. El incendio ocasionó el desplazamiento de un número considerable de adultos mayores, que perdieron tanto sus hogares como pertenencias acumuladas durante años. La cobertura del medio subrayó lagunas en las respuestas institucionales de asistencia temporal y en los mecanismos de reubicación para los damnificados de edad avanzada.

La protección y los derechos de las trabajadoras migrantes han adquirido mayor visibilidad a raíz del incendio, indicó Republika. La cobertura mediática y los pronunciamientos oficiales reflejan un debate creciente respecto a las condiciones laborales y de vida de este sector, que representa una parte sustancial de la población afectada en el complejo Wang Fuk.

Las investigaciones para determinar el origen preciso del fuego persisten, con la tarea de establecer responsabilidades entre los administradores y quienes participaron en las reformas del edificio. El esclarecimiento de las causas y la confirmación de la identidad de todas las víctimas requieren la colaboración continua entre autoridades locales, cuerpos diplomáticos y los organismos de seguridad, según destacó el medio Republika.