Ruanda acusa al Gobierno de RDC de rehuir sus responsabilidades en el conflicto en el este del país

El acuerdo marco de paz firmado recientemente en Qatar, destinado a reforzar el alto el fuego en el este de la República Democrática del Congo (RDC), aún no ha generado cambios palpables en el terreno ni en la presencia militar, según indicó el ‘New Times’. En este contexto, el presidente de Ruanda, Paul Kagame, ha manifestado preocupación por la falta de avances concretos tras la rúbrica de este texto, y ha puesto el foco de sus críticas en la manera en la que las autoridades congoleñas gestionan la crisis en la región fronteriza.

Durante una conferencia de prensa, Kagame aseguró que la raíz del conflicto se encuentra dentro de las fronteras de la República Democrática del Congo, y remarcó que la continuidad de la violencia obedece a la ausencia de acción gubernamental efectiva. Según consignó el ‘New Times’, el mandatario ruandés declaró: “el nudo está atado en un lugar: estos problemas están ocurriendo en República Democrática de Congo”. Kagame señaló que, en su apreciación, los dirigentes de la RDC “no les importa, o no saben, o se han negado a asumir la responsabilidad”, atribuyendo así el deterioro de la seguridad a una falta de voluntad o de capacidad de las autoridades de Kinshasa.

El diario ruandés detalló que Kagame también dirigió cuestionamientos hacia el recurrente llamamiento de la RDC a que la comunidad internacional imponga sanciones sobre Ruanda como vía para resolver la crisis. Rechazó la utilidad de tales medidas, argumentando que las mismas no abordan las causas fundamentales del conflicto ni contribuyen a solucionar los problemas internos del país vecino. En palabras del presidente, recogidas por ‘New Times’: “Lo único que saben es seguir pidiendo sanciones para Ruanda. Pero si sancionan a Ruanda, ¿cómo resuelven su problema? ¿Cómo solucionan la mala gestión de los asuntos de su país?”. Según el medio, Kagame reiteró que la solución pasa por acciones endógenas y responsabilidad interna, no por presiones externas.

El trasfondo de estas declaraciones se encuentra en la escalada de enfrentamientos en el este congoleño, donde se han registrado múltiples denuncias cruzadas por violaciones al alto el fuego pactado durante el verano anterior. Las fuerzas oficiales de la RDC y el Movimiento 23 de Marzo (M23) se acusan de incumplir los compromisos adquiridos, en un escenario en el que Kinshasa ha sostenido que el M23 cuenta con respaldo de Kigali, tanto económico como militar. Por su parte, Ruanda niega esta implicación y defiende que la responsabilidad del conflicto recae en la gestión interna congoleña, en línea con las afirmaciones recientes de Kagame.

El medio ‘New Times’ explicó que, pese a los esfuerzos internacionales desplegados en instancias como Washington y la firma del acuerdo marco en Qatar, la región continúa aquejada por la inseguridad y no se han materializado avances o transformaciones sustanciales en la situación de las comunidades afectadas. Los intentos diplomáticos han buscado facilitar un diálogo directo entre las partes y ofrecer esquemas que permitan reducir las hostilidades, aunque la efectividad de esas medidas permanece limitada según las observaciones de la fuente ruandesa.

En su comparecencia ante la prensa, Kagame reconoció los intentos por mediar desde el exterior, valorando el proceso encabezado por Estados Unidos como “un buen paso en la dirección correcta” en la apuesta por la paz. Agregó que tanto el gobierno ruandés como él personalmente están comprometidos con la creación de un entorno estable en la región. De acuerdo al ‘New Times’, el presidente ruandés matizó que el desenlace de la crisis dependerá del involucramiento de las partes regionales y no solo de la intervención de potencias o la organización de reuniones internacionales. Al respecto, expresó: “Existe ese marco, y la Administración Trump parece haber hecho todo lo posible”, pero enfatizó que la paz duradera precisa de un compromiso auténtico entre los actores regionales directamente implicados en el conflicto.

En relación con la presión internacional y las reiteradas denuncias sobre el respaldo de Ruanda al M23, Kagame insistió en que la solución al conflicto requiere atención en las causas internas y la puesta en marcha de medidas genuinas por parte de los dirigentes del país vecino. ‘New Times’ ratificó que el mandatario volvió a señalar la importancia de la voluntad política y de la capacidad de las autoridades de la RDC para asumir la dirección del proceso de pacificación y control del territorio.

El endurecimiento de las posturas y el intercambio de acusaciones han dificultado la aplicación efectiva de los compromisos alcanzados durante los encuentros multilaterales recientes. Durante su intervención, Kagame destacó que mientras los países y actores con responsabilidad directa no asuman su papel en la resolución del conflicto, la capacidad de respuesta internacional seguirá viéndose limitada, y la frustración podría incrementarse entre los mediadores externos. “Incluso los más poderosos seguirán dudando o frustrados”, apuntó el gobernante, según citó el medio ruandés.

La evolución del conflicto en el este de la República Democrática del Congo continúa marcada por la persistencia de varios frentes, tanto gubernamentales como insurgentes. Las posiciones opuestas entre Kinshasa y Kigali dificultan la construcción de confianza y la coordinación de acciones concretas para frenar la violencia, según reflejaron distintas coberturas del ‘New Times’. Actualmente, la región enfrenta un escenario en el que las denuncias mutuas y la retórica han reemplazado a los avances tangibles en materia de estabilidad y seguridad para los habitantes de la zona.

La intervención de Kagame pone sobre la mesa la pugna no solo militar y diplomática, sino también discursiva, sobre la responsabilidad última en el conflicto y las posibles vías de solución. ‘New Times’ documentó que tanto en las críticas a la imposición de sanciones como en la defensa de un abordaje autónomo por parte de la RDC, el gobierno ruandés busca articular una posición que exima a Kigali de implicación directa, señalando la gestión de Kinshasa como el epicentro de la crisis.

Entre tanto, la falta de avances visibles tras la firma de acuerdos y la persistencia de hostilidades reflejan el complejo entramado de intereses y desafíos que persisten en la región. De acuerdo con el citado medio, a pesar de los contactos diplomáticos y los foros de diálogo internacional, la situación sobre el terreno sigue siendo crítica, con episodios de violencia y desplazamientos internos en las provincias orientales del Congo.

Tal como publicó el ‘New Times’, la falta de cumplimiento sostenido de los ceses al fuego y la ausencia de consenso entre los actores clave han impedido avances significativos hacia el restablecimiento de la paz en la frontera compartida por Ruanda y la RDC. La exigencia de Kagame hacia una mayor implicación y responsabilidad de las autoridades congoleñas aspira a transformar el enfoque del proceso y reorientarlo hacia soluciones que partan desde el interior del propio país afectado.