Laporta acusa al Real Madrid de "barcelonitis" y de "estirar como un chicle" el 'caso Negreira'

Durante su intervención en la presentación del libro 'Principat blaugrana: un país amb sentiment culer' en la Sala Green Box de Andorra la Vella, Joan Laporta expuso que el Real Madrid mantiene una “manía persecutoria” hacia la etapa del FC Barcelona que comprende los años 2004 a 2015, periodo en el que, según afirmó, el club catalán fue “hegemónico”, una “referencia mundial” y el equipo que mejor jugaba, tal como consignó la prensa deportiva. Esta declaración de Laporta sirvió de contexto para abordar de manera directa la polémica actual sobre los pagos al exvicepresidente arbitral, Enríquez Negreira, y para lanzar una crítica contundente hacia la directiva blanca y su presidente, Florentino Pérez.

Según reportó el medio, Laporta acusó a la directiva del Real Madrid de mantener una “profunda barcelonitis”, aludiendo a una supuesta obsesión del club blanco con el Barcelona. “Creo que están fuera de juego y demuestran una profunda barcelonitis. Han de hablar del Barcelona para justificar no sé qué. Están estirando como un chicle el tema de Negreira, porque saben que no hay nada, pero es su manera de justificar una cosa que no es cierta: el Barça no ha comprado nunca un árbitro”, afirmó el presidente azulgrana, según lo recogido en su intervención pública.

De acuerdo con la misma fuente, Laporta puso como ejemplo de sus críticas el reciente partido entre el Real Madrid y el Elche. Señaló que, a su juicio, el equipo madrileño marcó dos goles que consideró inválidos: el primero por una supuesta mano de Jude Bellingham y el segundo debido a una falta de Vinicius sobre Iñaki, “que le rompe la nariz”. “Esos dos goles no tendrían que haber subido al marcador y ahora el Barcelona estaría liderando LaLiga”, añadió enfáticamente Laporta, según recogió la prensa.

El dirigente del Barcelona también cuestionó la relación del Real Madrid con los árbitros. Según su análisis, habitualmente los árbitros no favorecen al club catalán, mientras que sí lo han hecho tradicionalmente con el Real Madrid. “Generalmente no nos favorecen los árbitros. Lo que sí es cierto es que han favorecido toda la vida al Real Madrid”, manifestó Laporta ante los asistentes al acto en Andorra la Vella.

Durante el evento, y tal como detalló el medio, Laporta amplió su crítica al recordar declaraciones recientes emitidas por la directiva del Real Madrid en su asamblea, indicando que hasta ese momento no había respondido porque no había tenido oportunidad. Aprovechó la ocasión en Andorra para sostener que el relato impulsado desde el club blanco busca desacreditar los recientes logros azulgranas y presionar al colectivo arbitral, sugiriendo que el tema Negreira se prolonga artificialmente como parte de esa estrategia.

En cuanto al supuesto intento de influencia sobre los árbitros, Laporta acusó al Real Madrid de tratar de influir semanalmente en el colectivo arbitral mediante su propio canal de televisión, una práctica sobre la que, según sus palabras, existen numerosos ejemplos, informó la prensa de Andorra.

El presidente del Barcelona respondió también a los ataques de Florentino Pérez hacia Javier Tebas, presidente de LaLiga, señalando que si bien él ha tenido diferencias con Tebas, no percibe una relación de privilegio, sino normal. “Yo he tenido mis más y mis menos con Tebas, pero es una persona noble y que vive con mucha presión su cargo. Tenemos una relación normal, no de privilegio”, dijo Laporta, según reportó la fuente. Además, advirtió sobre un posible interés del Madrid en destituir a Tebas y colocar a un sucesor de su preferencia. “El Madrid tiene un enfrentamiento con LaLiga y están obsesionados con echarle. Querrán poner a alguien, y me pregunto quién”, expresó el dirigente culé.

El debate sobre el denominado ‘caso Negreira’ sigue presente en el fútbol español y ha producido enfrentamientos dialécticos de alto nivel entre las dos principales instituciones deportivas del país. Según publicó la prensa, las declaraciones de Laporta refuerzan la percepción de un clima de tensión institucional, donde se mezclan los intereses deportivos, la repercusión mediática y la gestión arbitral.