La Fiscalía de Polonia acusa a cinco personas por espionaje

La inclusión de una menor de edad entre los arrestados por espionaje ha dado un giro al caso que investiga la Fiscalía de Polonia sobre presuntas actividades a favor de servicios secretos extranjeros. Una ciudadana ucraniana, identificada como Sofia Ch., ha sido enviada a un centro para menores, luego de que un tribunal dispusiese prisión preventiva para cuatro de los cinco implicados, tras haberlos interrogado. El proceso judicial se sostiene después de recientes detenciones relacionadas con sabotajes en la red ferroviaria polaca, episodios que Varsovia vincula a estrategias de desestabilización promovidas por Moscú.

De acuerdo con el medio [fuente], la Fiscalía de Polonia formalizó este viernes cargos contra dos ciudadanos ucranianos y tres bielorrusos por colaborar con servicios de Inteligencia extranjeros. La acusación especifica que los involucrados mantenían comunicación con agentes de espionaje foráneos mediante la aplicación de mensajería Telegram. Según detalló el comunicado oficial recogido por [fuente], los sospechosos recibían instrucciones para transmitir materiales sensibles, entre los que se incluían fotografías de infraestructuras estratégicas y puntos considerados clave para la seguridad nacional polaca, información por la que eran remunerados en criptomonedas.

Los cinco individuos han sido imputados al amparo del artículo 130 del Código Penal de Polonia, tipificado como delito de espionaje y sancionado con penas privativas de libertad que van desde cinco hasta treinta años. Entre los acusados se encuentran Oleksandr S. y Sofia Ch., de nacionalidad ucraniana, mientras que los tres restantes, Viktoria M., Anton M. y Uladzimir U., poseen ciudadanía bielorrusa. Los arrestos se efectuaron durante los días 25 y 26 de noviembre por equipos de la Agencia de Seguridad Interna y la Policía nacional. Tras las detenciones, las autoridades judiciales ordenaron prisión preventiva para cuatro sospechosos, incluyendo a la ciudadana ucraniana menor de edad, que fue enviada a un centro de detención juvenil, conforme a lo reseñado por [fuente].

Sobre el quinto detenido, el tribunal decidió otorgar libertad tomando en cuenta su delicado estado de salud, aunque le impuso medidas restrictivas de movilidad para evitar una posible fuga, mencionó el medio [fuente]. Estas acciones judiciales se suman a los arrestos notarizados en semanas previas, relacionados con intentos de sabotaje ferroviario ocurridos el 15 y el 16 de noviembre en Mika y Golab, dos ciudades al sudeste de Varsovia. Las pesquisas oficiales atribuyen los actos a una operación de carácter híbrido con presunta injerencia del Gobierno ruso.

Tal como consignó [fuente], el primer ministro Donald Tusk calificó públicamente los hechos de “terrorismo de Estado” y señaló a Rusia como responsable de una escalada destinada a comprometer la estabilidad de Polonia. “Los acontecimientos recientes no dejan lugar a ilusiones. Rusia está implementando otra fase de guerra híbrida destinada a desestabilizar nuestro país”, declaró Tusk, refiriéndose a la estrategia geopolítica que atribuye a Moscú, caracterizada por alternar métodos convencionales y no convencionales en la confrontación.

Las autoridades polacas, mencionadas por [fuente], han intensificado el monitoreo y las investigaciones de actividades consideradas amenazas híbridas, insertando estos procedimientos en el contexto de las crecientes tensiones de seguridad en la región de Europa del Este. Los recientes sabotajes a la red ferroviaria constituyen, según los funcionarios polacos, parte de una campaña más amplia de inteligencia extranjera orientada a afectar sectores críticos y generar incertidumbre en la población y las instituciones estatales.

Hasta el momento, las investigaciones no han revelado más detalles sobre las operaciones exactas atribuidas a los detenidos ni sobre la información que habría sido compartida a cambio de pagos en criptomonedas. Las autoridades no han divulgado información adicional sobre el modo en que establecían el contacto con los servicios secretos, limitándose a indicar el uso de canales cifrados como Telegram, replicó [fuente].

Estos hechos se producen en un contexto en el que Polonia ha reportado un aumento de la presión híbrida proveniente del exterior, con episodios recurrentes de intentos de sabotaje y espionaje, según lo expuesto por miembros del Gobierno y autoridades de seguridad nacionales consultados por [fuente]. Mientras continúan los procedimientos legales y las indagaciones, el Gobierno mantiene el énfasis en la necesidad de proteger la infraestructura crítica y coordinar la respuesta frente a lo que describe como amenazas sistémicas derivadas de la política exterior y de seguridad de Rusia.