El Kremlin apunta a "una profunda crisis política" en Ucrania tras la dimisión de Yermak

Funcionarios rusos atribuyen la renuncia de Andri Yermak y las recientes investigaciones en el sector energético ucraniano a escándalos financieros vinculados a la ayuda militar occidental, lo que, según Moscú, genera dudas sobre el respaldo internacional a Zelenski

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El operativo conocido como ‘Midas’, enfocado en indagar presuntas irregularidades dentro del sector energético ucraniano, incluyó la inspección a la sede de Energoatom, empresa estratégica nacional. A este contexto se sumó la renuncia de Andri Yermak, jefe de la oficina presidencial y asesor cercano a Volodímir Zelenski, alimentando tensiones en la cúpula del poder en Kiev. Según informó la agencia rusa TASS, el Kremlin ve en estos hechos la señal de una “profunda crisis política” dentro de Ucrania, que estaría provocada por escándalos de corrupción asociados a la gestión de la ayuda financiera y militar proporcionada por Occidente.

El portavoz presidencial ruso, Dimitri Peskov, declaró ante la prensa, citado por TASS, que los acontecimientos en Kiev reflejan “una profunda crisis política, desencadenada por escándalos de corrupción”. Esta narrativa, difundida por autoridades rusas, sostiene que los fondos provenientes de Estados Unidos y la Unión Europea destinados a la guerra se encuentran vinculados directamente con prácticas corruptas de altos funcionarios ucranianos.

De acuerdo con lo reportado por TASS, los hechos que antecedieron a la renuncia de Yermak incluyeron allanamientos en su residencia realizados por las agencias ucranianas de lucha anticorrupción, en el marco de ‘Midas’. Las inspecciones abarcaron también oficinas estatales, entre ellas Energoatom, reforzando la imagen de presión institucional dentro del entorno presidencial. Para las autoridades rusas, esta combinación de investigaciones y renuncias configuró un cuadro de inestabilidad que pone en cuestión la legitimidad y la viabilidad del gobierno de Zelenski.

El medio ruso detalló que, según la visión oficial del Kremlin, existe una relación directa entre el incremento de los controles internos ucranianos y las crecientes controversias por el uso del dinero aportado por socios internacionales. Peskov remarcó, según consignó TASS, que “la corrupción ha estado y sigue estando asociada al dinero que estadounidenses y europeos han aportado a la guerra”. El portavoz del Kremlin anticipó que estos episodios pueden llevar a que las potencias occidentales reconsideren su respaldo al ejecutivo ucraniano frente a la continuidad de las investigaciones y escándalos.

Según lo publicado por TASS, la investigación conocida como ‘Midas’ y la salida de Yermak fueron interpretados en Moscú como síntomas de divisiones profundas dentro de la élite política de Ucrania. Esta lectura oficial rusa destaca que la presión sobre funcionarios próximos a Zelenski coincide con un momento de escrutinio internacional respecto al destino de los recursos occidentales asignados a la gestión del conflicto armado.

El portavoz Peskov, citado por la agencia, planteó que la comunidad internacional, en especial Estados Unidos y la Unión Europea, “probablemente se pregunten qué pasará mañana con el régimen de Kiev”. El vocero se refirió al impacto potencial de la persistencia de los casos de corrupción vinculados a la ayuda financiera de Occidente, sugiriendo que estas dudas pueden modificar el escenario geopolítico y la dinámica de respaldos multilaterales hacia Ucrania.

El medio ruso enfatizó que la operación ‘Midas’ representó uno de los más grandes esfuerzos en control y fiscalización internos en el país, abarcando sectores estratégicos y a figuras influyentes de la administración central. Los registros y las medidas tomadas en el sector energético fueron presentados como una muestra de la gravedad de la situación institucional.

Asimismo, TASS señaló que las investigaciones motivaron debate en el círculo cercano a la presidencia, incrementando la presión política y alimentando la percepción de una crisis interna. El Kremlin, mediante sus declaraciones públicas, buscó enmarcar estos acontecimientos en una estrategia comunicativa centrada en destacar lo que describieron como “incertidumbre y escrutinio internacional” hacia el gabinete ucraniano, especialmente tras la salida de un asesor clave de Zelenski.

Según lo informado por TASS, la interpretación oficial moscovita sostiene que la crisis ucraniana supera las fronteras administrativas, adquiriendo dimensiones diplomáticas al afectar la relación con los principales aliados del país. El caso de la empresa estatal Energoatom y la vinculación de altos cargos en las pesquisas aparecieron como ejemplos de la profundidad de los desafíos que enfrenta la administración en Kiev.

La redacción del medio ruso subrayó que la sucesión de registros, investigaciones y renuncias estimula la aparición de dudas en los socios internacionales, al tiempo que alimenta el debate en la escena política local sobre la sostenibilidad de la actual dirigencia. Las declaraciones de Peskov, reproducidas por TASS, insistieron en que el encadenamiento de escándalos y revisiones contribuye a proyectar una imagen de fragilidad en el liderazgo del presidente Zelenski ante la opinión pública global.

La cobertura de TASS concluyó que estos desarrollos recientes han intensificado las tensiones y el análisis sobre el futuro del gobierno ucraniano, colocando en primer plano la interacción entre desafíos institucionales internos, presiones externas y la gestión de recursos provenientes del apoyo militar y económico occidental.