Venezuela revoca las concesiones de seis aerolíneas, entre ellas Iberia, por suspender vuelos

El incremento en los costos logísticos para importadores y exportadores venezolanos, junto con las dificultades que enfrentan las familias para reorganizar sus viajes y mantener contacto entre países, marcan uno de los efectos más visibles tras la revocatoria de concesiones a seis aerolíneas extranjeras. El Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) determinó que Iberia, Avianca, LATAM Airlines Colombia, TAP Air Portugal, Turkish Airlines y GOL solo podrán restablecer sus rutas mediante una nueva autorización estatal, sin plazos definidos para su reanudación. De acuerdo con el medio de referencia, esta decisión mantiene suspendida la conectividad aérea hacia Europa y Sudamérica desde Venezuela de forma indefinida, lo que genera repercusiones directas en el comercio internacional, la movilidad de usuarios y los lazos familiares que dependen de los vuelos directos.

Según publicó el medio citado, la suspensión de operaciones por parte de las aerolíneas se originó a raíz de una advertencia emitida por la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos. Este organismo, a través del sistema Notice to Airmen (NOTAM), recomendó a las compañías extremar precauciones en la Región de Información de Vuelo (FIR) Maiquetía, gestionada desde el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Caracas, debido al aumento de la actividad militar en la zona y las potenciales amenazas para la aviación civil. Tras esta advertencia inicial, autoridades aeronáuticas de otros países y organizaciones multinacionales replicaron la medida, generando un efecto cascada en la suspensión de operaciones por parte de las principales aerolíneas extranjeras.

El medio detalló que Iberia fue la primera empresa en cancelar oficialmente sus rutas que conectaban Venezuela con Europa. Posteriormente, Avianca, LATAM Airlines Colombia, TAP Air Portugal, Turkish Airlines y GOL adoptaron la misma medida. Las compañías justificaron la decisión como una acción preventiva destinada a salvaguardar la integridad de tripulaciones y pasajeros, en cumplimiento de protocolos internacionales de riesgo en contextos de seguridad comprometida.

En respuesta inmediata, el gobierno venezolano interpretó la suspensión de los vuelos como una acción motivada por intereses políticos externos. De acuerdo con declaraciones recogidas por el medio en la emisora Venezolana de Televisión (VTV), el ministro de Interior, Diosdado Cabello, consideró que la alerta de la FAA fue formulada como una advertencia regional, pero que solo repercutió directamente sobre operaciones con Venezuela. Cabello atribuyó esta diferencia de impacto a una campaña coordinada por Estados Unidos para profundizar el aislamiento del país dentro de los circuitos internacionales de la aviación civil.

Desde la perspectiva oficial, según recogió el medio citado, la FAA carece de autoridad para emitir restricciones sobre el espacio aéreo bajo jurisdicción venezolana y cualquier decisión respecto a la FIR Maiquetía compete únicamente al Estado venezolano. Las autoridades venezolanas insistieron en que las advertencias internacionales carecen de fundamento técnico comprobado y que la verdadera motivación responde a una estrategia política para incrementar el cerco diplomático sobre Venezuela.

La imposición de autorizaciones especiales para que las aerolíneas extranjeras puedan operar nuevamente introduce un escenario de alta incertidumbre para empresas y usuarios. Tal como informó el medio de referencia, el proceso no cuenta con lineamientos claros ni plazos concretos para la reactivación de las rutas, lo que representa una situación inédita en la región. Expertos del sector aeronáutico y cámaras empresariales consultados por el medio advirtieron sobre el impacto de estas restricciones en la percepción de aislamiento de Venezuela y en la dificultad para restablecer la normalidad en los flujos comerciales y sociales con otros mercados internacionales.

El medio agregó que desde la cancelación de las rutas internacionales se multiplicaron los inconvenientes para los viajeros habituales y para los actores económicos que requieren movilidad frecuente. Empresarios del comercio exterior informaron que la falta de alternativas directas obliga a recurrir a múltiples conexiones por países vecinos, con el consecuente aumento en los precios y la extensión de los tiempos de entrega. A esto se suman obstáculos logísticos para concertar reuniones, cerrar acuerdos e incluso participar en eventos internacionales o proyectos académicos, según consultaron los periodistas del medio citado a fuentes especializadas y usuarios directamente afectados.

Además, el medio reportó que la cancelación indefinida de los vuelos afecta especialmente a quienes mantienen relaciones familiares y laborales binacionales. La reconfiguración de los itinerarios implica mayores dificultades para obtener boletos, reorganizar agendas y cumplir compromisos en el exterior, lo que redunda en una disminución de la movilidad regular y de las opciones para el reencuentro personal. Las complicaciones se extienden también al ámbito migratorio, imponiendo nuevas barreras a quienes buscan mantener nexos transnacionales por trabajo, estudio o razones humanitarias.

A raíz de la advertencia NOTAM de la FAA, el medio explicó que la restricción aplicó a todos los niveles de vuelo sobre la FIR Maiquetía, lo que generó un efecto inmediato en la suspensión de vuelos no solo por parte de empresas estadounidenses, sino también en aerolíneas europeas, como en el caso de las compañías españolas. La autoridad aeronáutica de España recomendó a sus operadores permanecer atentos a los posibles riesgos asociados con la operación de vuelos hacia y desde Venezuela, aunque las aerolíneas españolas continuaron prestando servicios a otros destinos latinoamericanos bajo similares alertas internacionales.

El medio destacó que la crisis aérea en Venezuela impacta además la toma de decisiones de empresas y particulares en lo relativo a turismo, eventos internacionales y cooperación académica. Voceros del sector privado señalaron, según el medio, que las nuevas trabas introducidas por el régimen de concesiones y autorizaciones especiales restringen el acceso a rutas clave, obligan a constantes cambios en la planificación logística y aumentan tanto los costos como la complejidad de las actividades productivas.

La actual política del gobierno, según publicó el medio, incentiva una reconfiguración acelerada en el sistema de vuelos comerciales, lo que restringe las opciones de migración regular y modifica el curso de las relaciones diplomáticas e institucionales con países europeos y americanos. En la coyuntura descrita, la falta de transparencia en el proceso de reactivación de rutas y la ausencia de protocolos uniformes consolidan un clima de incertidumbre tanto para la industria aérea como para el conjunto de los usuarios, según manifestaron las fuentes consultadas.

Especialistas entrevistados por el medio enfatizaron que la combinación de suspensiones, exigencia de permisos sin plazos claros y el contexto de tensiones multilaterales crea una etapa de transformaciones profundas en la política aeronáutica venezolana. La ausencia de alternativas directas para cruzar hacia Europa y Sudamérica, junto a la constante modificación del panorama regulatorio, condiciona la planificación a largo plazo e introduce un desafío permanente para empresas, turistas y familias que dependen de la conectividad internacional.

A medida que persisten las restricciones y cambian las reglas para la entrada y salida de vuelos, la crisis continúa alterando patrones de movilidad y de intercambio internacional. Usuarios y expertos consultados por el medio afirmaron que quedan en suspenso las actividades comerciales, los planes de migración y la posibilidad de mantener relaciones familiares y sociales entre continentes, en un entorno caracterizado por la incertidumbre y el aumento de barreras logísticas.