Jaime León
Teherán, 27 nov (EFE).- La voz feminista de Federico García Lorca resuena en Teherán con una representación en español de ‘La casa de Bernarda Alba’ que conecta con experiencias y restricciones a las que hacen frente muchas iraníes en la República Islámica de Irán.
Durante 10 noches, nueve estudiantes y licenciadas de español iraníes representan la tragedia del andaluz en el céntrico Teatro Daa de Teherán con subtítulos en persa para el público iraní, en un proyecto apoyado por la embajada de España en Irán.
‘La casa de Bernarda Alba’, escrita en 1936, representa la España profunda de principios del siglo XX a través de la vida de Bernarda Alba y sus cinco hijas, obligadas a guardar luto durante ocho años tras enviudar la madre.
El drama, basado en una sociedad patriarcal y tradicional, conecta con su carga de tragedia, opresión de la mujer y ansia de libertad con el Irán de hoy, en especial en ciudades pequeñas.
“Esta obra está cerca de lo que ocurre culturalmente en el país con la situación de la mujer, mezclado con la religión y la cultura”, explica a EFE el director de la obra, Hosein Zeinali.
“Hay cuestiones de la época de Lorca que se parecen al Irán de hoy”, asegura el dramaturgo de 46 años que vivió durante nueve años en Granada, donde hizo un doctorado sobre el realismo en la obras de Lorca, trabajó en una compañía teatral y realizó un documental sobre el artista español.
Zeinali ya llevó a los escenarios iraníes las obras de Lorca ‘Yerma’ en 2022 y ‘Bodas de sangre’ en 2024 en Teherán y considera que ‘La casa de Bernarda Alba’ es el drama más completo de Lorca por su estructura dramática y la profundidad de sus personajes.
Neda Mansuri, de 19 años y quien interpreta a Adela, la hija más rebelde de Bernarda, concuerda con la cercanía de una obra española escrita hace casi 90 años.
“Las mujeres iraníes tenemos una situación similar a la obra y nos pasan cosas parecidas”, cuenta a EFE esta joven que comenzó a aprender español a los 14 años porque le gustaba y ahora estudia ruso en la universidad.
“Por eso conecta”, afirma en un perfecto español.
A Sara Novin, de 25 años y quien interpreta a la criada Poncia, le gusta la obra porque considera que defiende los derechos de la mujer.
“En la época de Lorca no se respetaba a las mujeres y ahora en Irán no se respetan los derechos de la mujer”, afirma la estudiante de la Universidad Allame Tabatabaí.
“Las mujeres en Irán estamos luchando por nuestros derechos”, asegura.
No le falta razón a la joven. En la República Islámica de 2025 las mujeres casadas necesitan el permiso del marido para estudiar, trabajar o tener pasaporte, y tienen prohibido cantar en público o conducir motos.
Los derechos de la mujer -o su ausencia- han estado en el candelero del país desde la muerte de la joven Mahsa Amini bajo custodia policial tras ser arrestada por no llevar bien puesto el velo islámico en 2022.
Su muerte provocó unas protestas de marcado tono feminista al grito de “mujer, vida y libertad” y cuyas reverberaciones llegan hasta hoy con numerosas iraníes que se niegan a cubrirse con un velo como gesto de desobediencia civil.
Ante esto, el Gobierno del presidente reformista Masud Pezeshkian ha relajado la presión sobre las mujeres, algo palpable en las calles de la capital con mujeres sin velo y hasta grupos callejeros tocando canciones del grupo estadounidense White Stripes.
Lorca es un autor sorprendentemente conocido en Irán y es de hecho uno de los autores extranjeros más traducidos al persa, quizás por el amor de los iraníes por la poesía.
“Lorca es muy conocido en Irán”, dice a EFE Najmeh Shobeiri, la primera hispanista iraní, profesora de la Universidad de Teherán e impulsora de la representación de ‘La casa de Bernarda Alba’.
Para ella, la distancia temporal con los tiempos de Lorca no suponen una barrera porque “el arte no tiene tiempo” y existen paralelismos entre la Andalucía del granadino e Irán ahora.
“Yo leo un poema de Lorca y es como si lo hubiese escrito anoche”, asegura. EFE
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