MSF retira a su personal de un hospital en Darfur Central tras la muerte a tiros de un trabajador sanitario

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La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado este martes la retirada de su personal de un hospital en la región sudanesa de Darfur Central tras la muerte a tiros de un trabajador sanitario, al tiempo que ha pedido a las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) que garanticen la protección de las instalaciones y el personal médico.

La ONG ha afirmado que el muerto es un trabajador del Ministerio de Sanidad sudanés en el hospital de Zalingei que trabajaba como camillero y ha agregado que murió en un tiroteo frente al centro que dejó además cuatro heridos. "Por segunda vez este año, nos hemos visto forzados a retirar al personal del hospital para garantizar la seguridad de nuestros equipos", ha subrayado.

Así, la coordinadora de emergencias de MSF en Darfur, Myriam Laaroussi, ha recalcado que los equipos de la organización "no pueden retomar sus actividades humanitarias hasta que las RSF garanticen condiciones seguras para proteger al personal y los pacientes". "Es inaceptable que los enfrentamientos armados afecten a las instalaciones médicas y la ayuda humanitaria", ha lamentado.

MSF ha afirmado que sus equipos dan servicios y apoyo en el hospital de Zalingei, incluidas la sala de emergencias, cirugía, pediatría, obstetricia de emergencia, atención neonatal y departamentos de hospitalizados, además de en las tiendas de aislamiento para tratar los brotes de sarampión y cólera.

La organización mantiene desde el 18 de noviembre, fecha del citado incidente, una interacción continua y activa con el Gobierno, la comunidad, las agencias de seguridad y las autoridades para trabajar sobre el estatus de protección del hospital, motivo por el que tres integrantes de su personal seguirán en contacto con las autoridades para mantener el apoyo a nivel de recursos humanos y suministro de medicinas.

El citado suceso llega tras una suspensión previa de actividades en agosto, cuando MSF detuvo todas sus labores en el hospital tras la explosión de una granada entro del hospital, un incidente que se saldó con un muerto y cinco heridos, entre ellos un trabajador del Ministerio de Sanidad sudanés. Las labores fueron reiniciadas el 31 de agosto.

MSF ha hecho hincapié en que esta violencia afecta al acceso a la sanidad de cientos de personas en medio de un brote de sarampión, con 850 pacientes atendidos entre el 1 de abril y el 20 de noviembre, incluidos 310 que sufrían desnutrición grave. Así, el número de contagios ha aumentado durante las últimas semanas, pasando de tres casos en julio a 22 en agosto, 43 en septiembre, 57 en octubre y 62 en noviembre.

"Muchos de los pacientes de sarampión a los que tratamos también sufren desnutrición aguda, lo que incrementa el riesgo de desarrollar complicaciones médicas graves", ha explicado José Sánchez, coordinador médico de MSF en Darfur. "La desnutrición combinada con el sarampión puede ser letal", ha subrayado, antes de incidir en que "es esencial" que los equipos de la ONG "sigan dando apoyo médico urgente" en el hospital de Zalingei.

La guerra civil de Sudán estalló a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración de las RSF en el seno de las Fuerzas Armadas, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir, ya dañado tras la asonada que derribó en 2021 al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.

El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de damnificados.