Guinea Bissau vota entre tensión política, opositores vetados y denuncias de injerencia institucional

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Guinea Bissau celebra este domingo unas elecciones presidenciales y legislativas marcadas por la ausencia de la principal coalición opositora, denuncias de manipulación institucional y un clima político extremadamente tenso y polarizado, en las presidente Umaro Sissoco Embaló --que se enfrenta a otros once candidatos-- busca convertirse en el primer mandatario en tres décadas en lograr la reelección.

El último episodio de tensión en el país ocurrió este pasado 1 de noviembre, cuando el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Guinea Bissau denunció un intento de golpe de Estado perpetrado por generales y altos mandos del Ejército, otro ejemplo de inestabilidad. Embaló, cabe recordar, se presenta entre denuncias opositoras por sobrepasar el límite de cinco años desde que accedió al cargo --febrero de 2020-- y anunciar su candidatura después de insistir durante meses en que no tenía intención alguna de comparecer.

Los colegios electorales permanecerán abiertos en 29 distritos desde las 07.00 horas (hora local) hasta las 17.00 horas (hora local), para que puedan depositar su papeleta en las urnas los más de 965.000 guineanos inscritos para votar, según datos de la Comisión Nacional Electoral (CNE), casi la mitad de los 2,2 millones de habitantes del país.

Además de designar a su próximo presidente, este domingo los guineanos elegirán también --de entre 14 formaciones que concurren a las legislativas-- a los 102 miembros de la Asamblea Nacional del Pueblo (ANP), su Parlamento, para los próximos cinco años.

Los resultados provisionales se conocerán en un plazo aproximado de 48 horas, y en el caso de que ningún candidato supera el 50 por ciento de los sufragios, se celebrará una segunda vuelta.

DOCE CANDIDATOS

Embaló, en el cargo desde 2020, aspira como candidato independiente a un segundo mandato en un país marcado por una inestabilidad crónica y una larga sucesión de golpes de Estado --al menos nueve antes de su llegada al poder-- a los que él suma dos intentos más frustrados durante su presidencia.

La primera de ellas tuvo lugar en febrero de 2022 cuando un grupo de personas armadas atacó el Palacio de Gobierno durante una reunión del Consejo de Ministros en la que participaba en medio de tensiones políticas ahondadas por una cuestionada remodelación del Ejecutivo por parte del mandatario. La segunda, en diciembre de 2023, tras los enfrentamientos desatados en la capital, Bissau, después de un ataque perpetrado por miembros de la Guardia Nacional para liberar por la fuerza a dos altos cargos del Gobierno detenidos por presunto fraude.

Su victoria no solo le llevaría a un segundo mandato consecutivo --el máximo permitido por la Constitución-- sino que lo convertiría en el primer jefe de Estado reelegido desde los años noventa, según RFI.

El candidato que más amenaza sus aspiraciones es Fernando Dias, el líder del Partido de la Renovación Social (PRS), un rostro relativamente nuevo en la escena política nacional que cuenta con el respaldado del histórico Partido Africano para la Independencia de Guinea y Cabo Verde (PAIGC), que lideró el país desde su independencia de Portugal en 1974 y hasta la llegada de Embaló, cuyo mandato debía terminar en febrero de este año.

La formación que lideró la lucha por la independencia del país ha quedado excluida por primera vez de presentar candidatura propia después de que las autoridades consideraran fuera de plazo la documentación de su líder, Domingos Simoes Pereira. Pese a ello, Pereira ha instado públicamente a votar por Dias en reiteradas ocasiones.

La decisión ha sido duramente cuestionada por las bases de la oposición, que han acusado asimismo al mandatario de reestructurar a su favor el Tribunal Supremo y la Comisión Electoral Nacional, empañando la legitimidad del proceso electoral.

En este contexto, Embaló ha intentado apuntalar su liderazgo con promesas de estabilidad, más infraestructuras viales y mejor acceso al agua. Dias, por su parte, ha centrado su campaña en la mejora de los servicios básicos, la reconciliación nacional y la necesidad de mantener a los militares al margen de la política.

Otros nombres destacados de entre los doce concurrentes a las urnas son el del expresidente José Mário Vaz (2014-2020), que se presenta por la Convergencia Nacional para la Libertad y el Desarrollo (COLIDE-GB) o el del exprimer ministro Baciro Djá, que cuenta con el refrendo del Frente Patriótico para la Salvación Nacional (FREPASNA).

La tirantez política que enmarca esta doble cita electoral ha venido acompañada de un progresivo deterioro de la libertad de prensa en el país, retroceso plasmado en la expulsión de los periodistas de los principales medios portugueses --RTP África, RDP África y la agencia LUSA-- a tres meses de los comicios. La crispación se ha reflejado también en las calles, donde el clima electoral actual es notablemente tenso, con un panorama político muy polarizado.

La ciudadanía guineana acude a las urnas dividida y con preocupaciones muy concretas. Así, mientras hay quienes apuestan por Embaló para que lidere "una cruzada contra la corrupción y el narcotráfico", otros se muestran críticos con la disolución del Parlamento en 2023 y apuestan por Dias, esperando una respuesta más eficaz a la crisis de seguridad, alimentaria y política que golpea al país, así como un mayor respaldo a las distintas minorías étnicas.