Obispos piden "respeto" a los tribunales tras la condena al Fiscal General del Estado: "El Ejecutivo tendrá que cumplir"

El portavoz de la Conferencia Episcopal Española advirtió que las autoridades deben acatar las resoluciones judiciales, resaltando la importancia de la separación de poderes y el sometimiento de todas las instituciones a la legalidad, principio que sostiene la democracia española

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La reciente condena del Tribunal Supremo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un delito de revelación de secretos vinculado a Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha centrado el debate sobre la separación de poderes y la obligación de acatar los fallos judiciales. Tras la resolución, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) y obispo auxiliar de Toledo, Francisco César García Magán, hizo un llamado público resaltando que el cumplimiento de las resoluciones judiciales es ineludible para todas las instituciones, incluido el Ejecutivo. Según consignó la CEE, García Magán sostuvo que este principio resulta esencial para el funcionamiento del Estado de Derecho.

El medio detalló que, durante la rueda de prensa posterior a la 128ª reunión de la Conferencia Episcopal Española, celebrada este viernes, García Magán insistió en la necesidad de “respeto al trabajo de los tribunales”. La reacción se enmarca en el contexto de la mencionada condena, que ha generado repercusiones en los ámbitos político y judicial. Para el portavoz de la CEE, la separación de poderes constituye el cimiento de la democracia española y forma parte del marco constitucional que regula la vida pública dentro del país.

Al referirse al Ejecutivo, García Magán afirmó que "tendrá que cumplir" con lo dispuesto por los órganos judiciales, recordando que tanto el Gobierno como el resto de los ciudadanos están “sometidos al imperio de la ley”, según publicó la CEE. En sus declaraciones, el portavoz enfatizó que este sometimiento incluye no solo a los particulares, sino también a todas las instituciones públicas, lo que implica la observancia de los dictámenes de los tribunales y el respeto a las obligaciones estipuladas por la Constitución española.

El portavoz señaló que “todos estamos sometidos al imperio de la ley”, idea que reiteró durante su intervención ante los medios. Para García Magán, el respeto institucional a la Justicia no solo es un requisito legal, sino que resulta indispensable para “la construcción y el mantenimiento del edificio democrático”. Según reportó la CEE, el obispo auxiliar de Toledo subrayó que el principio de separación de poderes garantiza la imparcialidad y el adecuado funcionamiento de las instituciones estatales.

Desde la Conferencia Episcopal, el mensaje subrayó que los principios de legalidad y de sujeción a los tribunales afectan sin distinción a todos los ciudadanos y autoridades. El medio subrayó que García Magán recalcó la importancia de evitar cualquier intento de situar a ninguna institución fuera del alcance de la ley, ya que tal conducta chocaría con los fundamentos del Estado de Derecho que rige en España.

A raíz de la decisión del Supremo, la actuación de Álvaro García Ortiz quedó bajo el escrutinio tanto de los órganos de Justicia como de la opinión pública. Según reportó la CEE, la resolución establece la responsabilidad del fiscal general en la divulgación de información reservada sobre González Amador, lo que implicó vulneraciones en el ámbito de la protección de datos y la intimidad de los afectados.

La CEE, por medio de su portavoz, acentuó que el sistema democrático español exige a las diferentes ramas del poder respeto mutuo y pleno acatamiento a los principios constitucionales. Según puntualizó el obispo auxiliar de Toledo, el compromiso con el Estado de Derecho requiere la colaboración de todos los actores políticos y sociales para asegurar que ninguna autoridad quede exenta de responsabilidad ante la ley.

Con este posicionamiento, la Conferencia Episcopal orientó la discusión pública hacia la defensa de la legalidad y la arquitectura institucional que sostiene el gobierno democrático en España. Según enfatizó García Magán en sus intervenciones recogidas por la CEE, el mantenimiento de estos principios asegura la confianza de los ciudadanos en sus instituciones y ayuda a conservar la estabilidad del sistema de gobierno.