El Rey apela al diálogo y la reconciliación como en la Transición en lugar de expresar el desacuerdo con crispación

En una ceremonia conmemorativa, Felipe VI resaltó la importancia de asumir el entendimiento y la estabilidad institucional como bases para afrontar tensiones sociales, evocando el espíritu de acuerdo y colaboración que permitió la transformación democrática en España

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Durante la ceremonia celebrada en el Palacio Real, en la que se otorgó el Toisón de Oro a la Reina Sofía, al expresidente Felipe González y a los constituyentes Miquel Roca y Miguel Herrero, el rey Felipe VI recordó que la Transición española fue el resultado de una serie de pactos y actos de diálogo cuyo objetivo principal fue la convivencia, no la imposición de ninguna visión política. Según informó el medio, el monarca subrayó que en el contexto actual, donde el desacuerdo tiende a manifestarse con crispación, es pertinente rescatar el método empleado hace cinco décadas, basado en el respeto y la búsqueda de acuerdos.

El rey Felipe VI, acompañado por la Reina Letizia, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, expuso que el proceso de la Transición no representó un camino exento de incertidumbre ni de dificultades, sino que implicó decisiones progresivas, abiertas en sus resultados y marcadas por negociaciones constantes. Tal como consignó el medio, el jefe de Estado remarcó la relevancia de priorizar la reconciliación y la estabilidad institucional, así como la creación de un marco de convivencia común, representado en la Constitución de 1978 y la instauración de la monarquía parlamentaria. El monarca puntualizó: “La Transición no fue perfecta, pero valorarla solo por lo que omitió sería injusto”.

En su intervención, Felipe VI evocó los esfuerzos realizados por una generación de protagonistas entre los que incluyó a Juan Carlos I, a quienes atribuyó la responsabilidad de haber convertido a España en una democracia europea. Según publicó el medio, el rey destacó que quienes participaron en la Transición tomaron decisiones pragmáticas y morales, conciliando el deseo de cambio con la legalidad vigente y encontrando en la reforma el camino hacia el sistema democrático plural y estable que hoy rige en el país. Añadió que ningún grupo pudo imponer su propuesta de forma completa, ya que la convivencia demandaba concesiones para un futuro común.

Felipe VI también resaltó, según informó el medio, que el respeto mutuo constituyó el eje de la Transición, en un contexto marcado por décadas de represión y divisiones. A su juicio, este gesto político resultó de una importancia singular y representó un avance significativo hacia la concordia nacional. Apuntó que, aunque ninguno de los actores involucrados consideró el proceso perfecto, todos lo defendieron como el mejor acuerdo posible dadas las circunstancias.

El rey enfatizó, de acuerdo con el medio, que la Transición fue un proceso caracterizado por la moderación y la priorización del pacto por encima de las victorias ideológicas. Sostuvo que los valores de responsabilidad y dialogo que guiaron a aquellos protagonistas siguen vigentes para afrontar los desafíos actuales, invitando a no idealizar ese periodo, pero sí a aprender de sus métodos y principios.

Durante su discurso, realizó una mención especial a las víctimas de la violencia terrorista y extremista que sufrieron durante aquella época, al afirmar que su memoria “nunca debe estar ausente de nuestra memoria colectiva”. El monarca subrayó que, pese al azote de la violencia, la orientación de la sociedad no cambió y se mantuvo enfocada en la democracia, la libertad y el Estado de Derecho.

En presencia de figuras como el presidente Pedro Sánchez y el líder de la oposición Alberto Núñez Feijóo, Felipe VI instó a mirar hacia la Transición como ejemplo de convivencia, haciendo énfasis en las palabras frente a los gritos y en la búsqueda de diálogo frente a la imposición. Detalló que este aniversario de la restauración de la monarquía sirve como recordatorio de la capacidad de la sociedad española para transformar el país ante escenarios complejos, siempre que se recurra a la responsabilidad colectiva y al respeto mutuo.

Al referirse a las generaciones nacidas dentro del marco democrático, el monarca invitó, según reportó el medio, a reconocer y valorar los esfuerzos que llevaron a España a integrarse como parte de la Europa democrática y a consolidar la convivencia tras un largo periodo de divisiones. En ese sentido, Felipe VI enfatizó la importancia de la memoria histórica y de entender las dificultades enfrentadas para poner en valor los logros alcanzados por quienes apostaron por la reconciliación.

Felipe VI concluyó su intervención resaltando que la responsabilidad, el respeto y la concordia continúan siendo esenciales para sostener la democracia y superar tensiones sociales. La ceremonia conmemoró no solo los 50 años de la restauración de la monarquía, sino también el legado de quienes apostaron por el diálogo y el entendimiento como bases del desarrollo democrático español, según consigna el medio.