Un sencillo truco de los 80 que muchos han olvidado: quita las manchas de grasa de la ropa al instante

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Las manchas de grasa son, probablemente, las más temidas en la ropa: aparecen en el lugar más inapropiado, se fijan con rapidez y, cuando intentas eliminarlas, muchas veces queda un cerco oscuro imposible de disimular.

Lo curioso es que existe un truco muy antiguo -popular en los años 80 y casi olvidado hoy- que puede resolver el problema al instante, sin productos caros ni tratamientos complicados. El remedio es tan simple como inesperado: usar una barra de tiza blanca, la de toda la vida.

Pese al paso del tiempo, este truco sigue funcionando igual de bien porque aprovecha un principio muy básico que ayuda a frenar la mancha antes de que penetre en el tejido

CÓMO FUNCIONA EXACTAMENTE EL TRUCO DE LA TIZA

La clave está en que, al ser ligeramente polvorienta y muy seca, la tiza absorbe el aceite al contacto. En manchas frescas, esto evita que la grasa penetre en el tejido, lo que facilita que desaparezca por completo al lavar la prenda. Los pasos a seguir son sencillos:

1. Cubrir la mancha con abundante tiza blanca.

2. Frotar suavemente para que la tiza entre en contacto con toda la grasa.

3. Dejar reposar unos minutos.

4. Retirar el exceso de polvo antes de lavar la prenda.

Para que funcione bien, los expertos recomiendan actuar siempre rápido y evitar dos errores comunes pueden complicar el proceso: aplicar calor sobre la mancha antes de tratarla -por ejemplo, plancharla o lavarla con agua muy caliente- o frotar con papel absorbente, lo que solo extiende la grasa en lugar de retirarla.

QUÉ HACER SI LA TIZA NO ES SUFICIENTE

En manchas más viejas, muy extendidas o en tejidos densos, este truco puede quedarse corto. En esos casos, una alternativa doméstica muy eficaz es aplicar jabón de platos directamente sobre la mancha, masajear la zona para que penetre bien y meter la prenda en la lavadora a 40 grados. El jabón de vajilla está formulado específicamente para romper moléculas de grasa, por lo que actúa de forma mucho más potente que un detergente convencional.