El enviado especial de Trump para Ucrania, Keith Kellogg, abandonará su cargo en enero de 2026

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Keith Kellogg, enviado especial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para Ucrania, abandonará su cargo en enero de 2026, en medio de los esfuerzos de Washington para impulsar un acuerdo que ponga fin a la guerra desatada tras la orden de invasión firmada en febrero de 2022 por el presidente ruso, Vladimir Putin.

Fuentes de la Casa Blanca han confirmado en declaraciones a Europa Press que "el enviado especial para Ucrania, Keith Kellogg, abandonará la Casa Blanca en el mes de enero", sin que hayan trascendido motivos y sin que el propio enviado especial haya realizado por ahora declaraciones al respecto.

El puesto de enviado especial presidencial es una designación temporal al menos que sea confirmada por el Senado, tal y como requiere una ley aprobada en 2021. Así, su mandato llegaría a su fin en enero debido a que no ha recibido por ahora este respaldo, lo que podría estar detrás de la decisión.

Kellogg, un teniente general retirado del Ejército estadounidense, fue asesor de Seguridad Nacional de Mike Pence, el vicepresidente de Trump durante su primer mandato entre 2017 y 2021. Asimismo, fue secretario ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional entre 2017 y 2018.

El anuncio sobre la salida de Kellogg del puesto llega en medio de un nuevo impulso del enviado especial de Trump para Rusia, Steve Witkoff, para encontrar un acuerdo que ponga fin a la guerra, incluida la reciente presentación de una propuesta de 28 puntos que habría sido trazada por Washington y Moscú, sin que Kiev haya jugado papel alguno.

La Presidencia ucraniana ha confirmado este mismo jueves que el mandatario, Volodimir Zelenski, ha recibido esta propuesta y ha afirmado que las autoridades "trabajarán en los puntos del plan para lograr un fin digno a la guerra", horas después de que el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, afirmara que Moscú no tiene "nada nuevo" que comentar sobre este documento.

Elaborado a espaldas de Ucrania y sus socios europeos, algunos epígrafes son especialmente sensibles, como los que hablan de ceder a Rusia gran parte de la región oriental del Donbás, ampliamente ocupada ya por las tropas rusas, y reducir sustancialmente las capacidades y el tamaño de las Fuerzas Armadas ucranianas.

Según han desglosado varios medios estadounidenses, el plan está dividido en cuatro categorías generales, que incluye el proceso de paz en Ucrania y sus garantías de seguridad, así como las de Europa, y las futuras relaciones de Estados Unidos con las dos partes en conflicto. Aunque desde Washington han insistido en que el plan pretende "brindar garantías de seguridad a ambas partes", muchos de los puntos que han trascendido a la prensa se antojan inaceptables para Ucrania a tenor de su postura cuando le han sido planteados durante estos años de guerra.