La expansión de monocultivos amenaza a los murciélagos y al equilibrio ecológico de la Amazonía, según dos estudios

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La expansión de los monocultivos en la Amazonía brasileña está alterando la vida de los murciélagos frugívoros -especies clave para la dispersión de semillas y el mantenimiento de la vegetación- y, con ellos, el equilibrio de las sabanas amazónicas.

Así lo revelan dos estudios publicados en las revistas 'Agriculture, Ecosystems and Environment' y 'Biological Conservation', realizados por investigadores de Brasil, Portugal y España, incluida la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

Los resultados muestran que, en las sabanas del estado de Amapá, donde predomina el cultivo de soja, los murciélagos prácticamente dejan de volar. Su ausencia implica la pérdida de funciones ecológicas esenciales como la dispersión de semillas y el mantenimiento de la diversidad vegetal.

"Cuando desaparecen los murciélagos, desaparecen también las interacciones naturales que sostienen el paisaje", aseguran los autores.

En las plantaciones de eucalipto, la situación no es mucho mejor. Algunas especies de murciélagos persisten, pero las redes ecológicas entre plantas y dispersores se vuelven frágiles, dominadas por unas pocas especies generalistas. Esto se traduce en un servicio ecológico empobrecido, incapaz de sostener la diversidad a largo plazo.

Los investigadores destacan que el problema no se limita al número de murciélagos, sino a su diversidad funcional, es decir, la variedad de roles ecológicos que desempeñan.

En las áreas agrícolas, esta diversidad se reduce "drásticamente". Así, donde antes distintas especies dispersaban diferentes tipos de semillas, hoy sobreviven unas pocas, incapaces de mantener el mismo equilibrio.

En una sabana preservada, los murciélagos consumen frutos variados y dispersan las semillas de numerosas plantas, lo que garantiza la resiliencia del ecosistema. En los campos de soja, esa red ecológica queda prácticamente anulada. El resultado es un paisaje más pobre, menos estable y con menor capacidad de recuperación frente a incendios o sequías.

Aunque su actividad pasa desapercibida durante la noche, la pérdida de los murciélagos frugívoros tiene efectos directos sobre la regeneración natural de sabanas y bosques.

Sin su acción, los ecosistemas tardan mucho más en recuperarse, lo que repercute en la biodiversidad, en los recursos naturales de los que dependen las comunidades locales (como frutos, madera o agua limpia) y en la resiliencia climática de la región.

Las sabanas amazónicas, además, suelen considerarse erróneamente "tierras abiertas disponibles" para la expansión agrícola. Los autores recuerdan que se trata de ecosistemas milenarios, interconectados con los bosques amazónicos y esenciales para mantener la estabilidad ecológica del norte de Brasil.

La investigación también ofrece alternativas concretas. Mantener franjas de sabana y bosque dentro de las áreas agrícolas podría funcionar como refugio para los murciélagos y otros animales, permitiendo que sigan desplazándose por el paisaje y cumpliendo su función como dispersores de semillas.

Asimismo, los autores insisten en la necesidad de políticas públicas específicas para las sabanas amazónicas, que hoy carecen de un reconocimiento legal adecuado, al igual que el bioma del Cerrado. "Valorar y proteger las sabanas significa proteger su biodiversidad, sus servicios ecológicos y su cultura", subrayan.

"No se trata de elegir entre producción agrícola y conservación, sino de encontrar formas de convivencia sostenible", defienden los investigadores, que destacan que la adopción de prácticas agrícolas que mantengan corredores de vegetación y áreas naturales "puede garantizar tanto productividad como biodiversidad".

Los autores señalan que "Cada semilla transportada por los murciélagos es una promesa de nuevos árboles, nuevos frutos, regeneración de bosques y sabanas, y un paisaje más resiliente y diverso".