Serbia contempla desvincular de Rusia su única refinería través de un proceso de nacionalización

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La ministra de Energía de Serbia, Dubravka Djedovic-Handanovic, ha confirmado que Estados Unidos se ha negado a levantar las sanciones que pesan sobre Industria del Petróleo de Serbia (NIS), la única refinería nacional, por su participación mayoritaria rusa, y esta presión podría obligar a las autoridades a iniciar un enormemente costoso proceso de nacionalización

"En los próximos días, es posible que tengamos que tomar algunas de las decisiones más difíciles de nuestra historia", ha declarado Djedovic-Handanovic, antes de confirmar que se reunirá el domingo con el presidente, Aleksandar Vucic, y altos ejecutivos de la empresa para discutir el camino a seguir.

Una adquisición de NIS sin el consentimiento de Gazprom supondría un drástico cambio político para Serbia, que mantiene profundos lazos históricos con Rusia y aún depende de ella para el suministro de gas. Sin embargo, la refinería podría quedarse sin crudo en una semana, ya que las sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EEUU el 9 de octubre interrumpieron su ruta de suministro a través de la vecina Croacia.

Esta semana, los propietarios rusos solicitaron a EEUU que extendiera la licencia de operación de NIS mientras gestionan la transferencia del control a un tercero. Pero Washington insiste en la salida total de Rusia, declaró Djedovic-Handanovic.

Esta medida se produce en el marco de una escalada más amplia de las sanciones estadounidenses contra el sector energético ruso. El mes pasado, Gazprom y Rosneft PJSC se sumaron a una lista que ya incluía a Gazprom Neft y Surgutneftegas PJSC, como parte de la presión del gobierno de Trump para que Rusia inicie conversaciones de paz sobre la guerra en Ucrania.

Vucic ha instado a los accionistas rusos a vender su participación en lugar de forzar la nacionalización de Serbia. "Es una guerra política, una guerra geopolítica, y ahora nosotros, como país pequeño, debemos pagar un precio muy alto", ha indicado Djedovic-Handanovic. "Espero que nuestros amigos rusos comprendan la gravedad de la situación y que nos ayuden a superarla."