El Supremo forma mayoría para acusar a Eduardo Bolsonaro por intentar bloquear la causa por golpismo

El máximo tribunal brasileño se inclina por llevar a juicio al legislador, acusado de interferir desde el extranjero en el proceso contra su padre, incluida la presión a magistrados y la promoción de una campaña internacional según la Fiscalía

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El juez Alexandre de Moraes detalló que las amenazas que se atribuyen a Eduardo Bolsonaro habrían adquirido relevancia internacional mediante la imposición de sanciones por parte del Gobierno de Estados Unidos, afectando tanto a miembros del gobierno brasileño como al propio magistrado y su esposa. En este marco, según informó el medio que publicó la noticia, el Tribunal Supremo de Brasil alcanzó este viernes una mayoría de votos a favor de llevar a juicio a Eduardo Bolsonaro, actual legislador e hijo del expresidente Jair Bolsonaro, quien estaría implicado en intentos de entorpecer la causa judicial por golpismo contra su padre.

De acuerdo con la información proporcionada por la fuente, los jueces Flávio Dino y Cristiano Zanin, junto con Alexandre de Moraes, manifestaron su respaldo a la imputación formal del diputado brasileño. Con estos apoyos, la corte ya cuenta con mayoría, aunque resta el pronunciamiento de la jueza Cármen Lúcia, quien dispone de plazo hasta el 25 de noviembre para emitir su voto respecto de la acusación fiscal.

Según consignó el medio original, las acusaciones contra Eduardo Bolsonaro se centran en su presunta intervención desde fuera de Brasil para obstaculizar la investigación sobre su padre. La Fiscalía sostiene que el diputado habría buscado intimidar a varios magistrados del Supremo Tribunal Federal, en particular mediante intentos de presión pública y la promoción de posibles acciones legales o sanciones internacionales en contra de los miembros del tribunal. El juez De Moraes afirmó que el objetivo de estas acciones era instalar un clima de amenaza hacia los responsables de juzgar tanto a Jair Bolsonaro como a quienes enfrentan cargos por la trama golpista.

En el desarrollo del proceso, se debate si existió un intento de inducir a las autoridades brasileñas a buscar un posible proyecto de amnistía para los implicados en estos hechos, incluidos el propio expresidente y los demás responsables identificados en la investigación. Las medidas internacionales mencionadas por De Moraes abarcan desde tarifas sobre exportaciones brasileñas, sanciones económicas y la revocación de visados para funcionarios, acciones que según el juez se encuadran en la estrategia de presión atribuida a Eduardo Bolsonaro.

El medio añadió que el congresista se encuentra actualmente autoexiliado en Estados Unidos. Durante este periodo, ha impulsado junto con Paulo Figueiredo, bloguero y nieto del dictador y expresidente Joao Figueiredo, una campaña de apoyo internacional destinada a reclamar la liberación de Jair Bolsonaro. La campaña, según explicó la fuente, busca generar respaldo fuera de Brasil tanto para el expresidente como para quienes se consideran perseguidos por la investigación de la intentona golpista.

Mientras se desarrollaban las deliberaciones del Supremo, Eduardo Bolsonaro manifestó en sus redes sociales que la votación representa, bajo su óptica, una "caza de brujas". Según reportó el medio, el diputado calificó el accionar de De Moraes como una maniobra contra los principales representantes de la derecha que aspiran a cargos en el Senado.

La decisión del tribunal responde a la denuncia formal presentada por la Fiscalía, que sostiene que Eduardo Bolsonaro podría enfrentar una condena de hasta cuatro años de prisión si resulta hallado culpable de los cargos que se le imputan. Tal como publicó la fuente, el proceso forma parte de un conjunto de investigaciones y juicios derivados de los hechos protagonizados por simpatizantes del expresidente Bolsonaro, acusados de intentar revertir los resultados de las elecciones y el orden constitucional en Brasil.

El instructor de la causa, Alexandre de Moraes, afirmó que la conducta del diputado se orientaba a dificultar el accionar de la justicia y a fomentar un ambiente adverso para quienes se encargan tanto de juzgar como de legislar sobre eventuales beneficios o exoneración para los involucrados en los delitos señalados.

El medio resaltó que la estrategia desplegada desde el extranjero cobró mayor visibilidad no solo por el tono y la magnitud de la campaña internacional, sino también por la implicación de figuras aliadas a la familia Bolsonaro que respaldan públicamente la iniciativa. La investigación, según lo expuesto en el proceso, se basa en la existencia de pruebas documentales y declaraciones que comprometen la actuación del legislador y permiten avanzar hacia la siguiente etapa judicial.

El pronunciamiento final del Supremo dependerá del voto aún pendiente de la jueza Cármen Lúcia, quien, de sumarse a la postura mayoritaria, habilitaría la apertura formal del juicio y el juzgamiento de Eduardo Bolsonaro en relación a su papel frente a las consecuencias del intento de golpe de Estado y las presiones realizadas para condicionar la respuesta del sistema judicial.