Científicos baleares constatan que prohibir la pesca de arrastre mejora la dieta de las especies del fondo marino

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Un equipo del Centro Oceanográfico de Baleares del Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) han demostrado que la protección de los fondos marinos frente a la pesca de arrastre ayuda a que las especies de esa zona se alimenten mejor.

El trabajo, publicado en la revista 'ICES Journal of Marine Science', analiza los efectos ecológicos de la prohibición del arrastre en el Lugar de Interés Comunitario (LIC) del Canal de Menorca, un área incluida en la Red Natura 2000 y en parte declarada Zona de Protección Pesquera (ZPP) en 2016, según ha explicado el IEO-CSIC en un comunicado.

"Las especies que viven cerca del fondo marino no solo se benefician de un hábitat más complejo, sino que también acceden a presas de mayor calidad energética", ha aseverado la investigadora del IEO-CSIC y autora principal del estudio, María Valls.

El estudio se llevó a cabo en la primavera de 2022 y 2023 a bordo de los buques Ángeles Alvariño y Ramón Margalef del IEO-CSIC. Se trata de una aproximación multidisciplinar en el que el personal investigador ha combinado técnicas de análisis del contenido estomacal y de la composición de isótopos estables de carbono y nitrógeno en el músculo de cinco especies comerciales, como el salmonete de roca --Mullus surmuletus--, cabrilla --Serranus cabrilla--, rubio --Chelidonichthys lastoviza--, rascacio --Scorpaena notata-- y pulpo común --Octopus vulgaris-- con la determinación calorimétrica del contenido energético de sus presas.

Los análisis se han llevado a cabo en tres zonas con diferente nivel de presión pesquera, entre las que está la ZPP del Canal de Menorca, una zona dentro del LIC que sigue abierta a la pesca y un área adyacente al LIC en la costa de levante de Mallorca.

Los resultados muestran que, en el área protegida, especies como el salmonete y la cabrilla consumen presas más ricas en energía --peces, poliquetos y camarones--, lo que se traduce en una mayor ingesta calórica y una dieta de mayor calidad.

En cambio, otras especies más oportunistas, como el pulpo o el rubio, muestran respuestas más variables, probablemente debido a hábitos alimenticios más flexibles o a la preferencia por presas menos sensibles al impacto del arrastre.

"La mejora de la calidad del alimento y la recuperación del bentos tras el cierre al arrastre tienen un efecto directo en la fisiología y la productividad de las especies comerciales", ha destacado el coautor del estudio Francesc Ordines.

"Estos resultados confirman que las áreas protegidas son una herramienta eficaz no solo para conservar hábitats, sino también para mantener ecosistemas y pesquerías más saludables y productivas", han mantenido.

El estudio se desarrolló en el marco del proyecto Marfish, que trata de hacer una aproximación multidisciplinar para evaluar la respuesta de los recursos pesqueros a la protección y fue financiado por la Conselleria de Fondos Europeos, Universidad y Cultura.

Así, se refuerza la evidencia de que la protección del fondo marino genera "beneficios ecológicos medibles" en un periodo relativamente corto tras la prohibición del arrastre, puesto que no solo "favorece la recuperación del hábitat", sino que también altera las relaciones tróficas entre las especies demersales, al modificar qué y cómo se alimentan los peces de fondo.

Las campañas del proyecto Marfish se financiaron a través del proyecto SosMed --Mejora del conocimiento para la sostenibilidad de las pesquerías demersales en el Mediterráneo occidental-- financiado con fondos europeos Next Generation del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, a través de un acuerdo entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el IEO-CSIC.