El Rey reivindica el “diálogo fructífero” de España con China sin renunciar a la defensa de la democracia y los DDHH

El jefe de Estado concluyó su visita en Pekín subrayando que el vínculo bilateral avanza con cooperación y respeto, mientras España mantiene su compromiso en valores democráticos, protección jurídica y defensa de los derechos fundamentales ante las autoridades chinas

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La comunidad española en China, compuesta por más de 5.200 personas dedicadas a actividades empresariales, científicas, académicas, culturales e institucionales, recibió un mensaje directo del rey Felipe VI en el acto final de su visita de Estado a Pekín: España valora y reconoce su papel como nexo para la promoción de los lazos bilaterales y de la comprensión mutua entre ambos países. En su discurso, Felipe VI remarcó que el fortalecimiento de las relaciones hispano-chinas está estrechamente vinculado a la labor cotidiana de este colectivo, al que describió como una representación activa y positiva del país ante las autoridades y empresarios de la República Popular China. Con este reconocimiento, el monarca puso sobre la mesa la importancia estratégica de la presencia española en el país asiático, y presentó la noticia principal de la visita: España incrementa su compromiso con China bajo una política basada en la cooperación multisectorial, el respeto mutuo y la defensa de sus valores fundamentales.

Según publicó Europa Press, Felipe VI calificó la visita a Pekín como “especialmente intensa” al cierre de la agenda oficial, expresando plena satisfacción por los avances registrados. En este marco, el monarca expuso que el encuentro supuso una renovación del compromiso compartido entre ambos estados para cimentar una relación guiada tanto por el beneficio mutuo como por la colaboración en diversos ámbitos. La valoración del jefe de Estado resalta el mensaje central del viaje: la presencia institucional y empresarial española contribuye tanto al desarrollo nacional como al crecimiento económico de China, generando condiciones para una cooperación duradera.

A lo largo de la ceremonia de despedida, el monarca subrayó el valor estratégico de mantener una relación cercana con la principal potencia asiática, favoreciendo lo que definió como un “diálogo fructífero” no solo con las autoridades, sino también con representantes de la sociedad civil china. Europa Press consignó que Felipe VI insistió en que esta política de acercamiento diplomático no implica ningún tipo de renuncia por parte de España a sus principios esenciales. El rey planteó que la defensa de la democracia y el respeto a los derechos humanos siguen constituyendo parámetros insoslayables de la actuación española, incluso cuando se abordan temas sensibles de la agenda bilateral.

El medio Europa Press recogió que la referencia explícita a los derechos humanos figuró en el discurso final del rey, subrayando la sensibilidad de este asunto en las relaciones internacionales con China. Fuentes gubernamentales citadas por la misma agencia indicaron que la cuestión de los derechos fundamentales aparece de manera reiterada en las conversaciones formales entre los gobiernos de ambos países. Las mismas fuentes destacaron la existencia de un canal específico de diálogo sobre derechos humanos entre la Unión Europea y Beijing, reflejo del compromiso europeo por sostener espacios de interlocución que permitan tratar este tipo de temas en profundidad.

Durante su intervención ante empresarios y autoridades chinas, Felipe VI señaló el papel de China como actor clave en el escenario internacional, caracterizado por la presencia de retos y procesos de transformación de gran alcance. De acuerdo con el reporte de Europa Press, el rey destacó la necesidad de que España gestione la relación bilateral con flexibilidad y pragmatismo, pero advirtió que esos atributos no supondrán abandonar las convicciones que determinan la política exterior del país. El monarca aseguró la continuidad de una postura española orientada a la defensa de valores democráticos, el respeto al derecho internacional y la promoción de la cooperación multilateral, e insistió en que estas posiciones guiarán la actuación nacional ante los desafíos globales.

La agenda de la visita oficial, que se extendió durante tres días, incluyó encuentros con figuras de primer orden del gobierno chino, entre ellas el presidente Xi Jinping, el primer ministro Li Qiang y el presidente del Congreso Nacional Popular, Zhao Leji, según detalló Europa Press. Estas reuniones formaron parte de una estrategia dirigida a equilibrar la alineación de España con los intereses de la Unión Europea y el desarrollo de un enfoque propio para avanzar en el diálogo con China. La serie de reuniones buscó afianzar mecanismos de cooperación en materia política, económica, social y tecnológica, priorizando la creación de condiciones que permitan un mayor entendimiento y esfuerzo conjunto ante desafíos globales.

En el plano económico, Felipe VI participó en un desayuno de trabajo con el Consejo Asesor Empresarial España-China, una cita organizada conjuntamente por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, la Cámara de Comercio de España, el Ministerio de Comercio chino y la Asociación Internacional de Contratistas de China (CHINCA), según reportó Europa Press. El objetivo central del encuentro fue impulsar las oportunidades de colaboración empresarial, prestando especial atención al acceso a terceros mercados, la consolidación de cadenas de suministro y el lanzamiento de nuevos proyectos conjuntos entre empresas de ambos países.

Durante su intervención en ese foro empresarial, el monarca remarcó la importancia de que las compañías españolas encuentren un entorno de “previsibilidad” y seguridad jurídica cuando desarrollen sus actividades en el mercado chino. El medio Europa Press informó que Felipe VI defendió la necesidad de garantizar condiciones de competencia leal y protección de los derechos de propiedad intelectual e industrial, además de abogar por la reciprocidad en el acceso al mercado asiático. Estos aspectos fueron señalados como imprescindibles para progresar hacia una cooperación económica equilibrada, beneficiando tanto a España como a China e impulsando la creación de empleo cualificado, la transferencia de tecnología y el aumento de la capacidad productiva en ambos países.

En este contexto, el rey apeló a la responsabilidad de los actores del país anfitrión para fomentar un entorno propicio al intercambio bilateral y consolidar las bases de una colaboración estable. Europa Press remarcó que, para Felipe VI, los resultados de la cooperación deben alcanzar a la sociedad en su conjunto, integrando a empresas españolas en cadenas de valor chinas y promoviendo un flujo sostenido de conocimientos y oportunidades de negocio.

Estratégicamente, el jefe del Estado reiteró que la solidez de las relaciones entre España y China reside en un enfoque sostenido en el diálogo abierto, la cooperación continua y el respeto mutuo, sin perder de vista la defensa constante de los valores democráticos y los derechos esenciales. Europa Press subrayó que este planteamiento configura uno de los pilares de la política exterior española, especialmente a la luz del refuerzo de los vínculos y los intereses compartidos con la República Popular China en distintos ámbitos de actuación.

Al concluir su intervención, Felipe VI expresó su reconocimiento a la comunidad española residente en el país asiático, a quienes atribuyó el mérito de tender puentes para el entendimiento y la cooperación entre los dos estados. Según consignó Europa Press, el jefe del Estado recalcó la capacidad de adaptación de España en contextos internacionales dinámicos, manteniendo una identidad sólida y defendiendo principios esenciales, a la vez que permanece abierta a la cooperación y el intercambio global.

Durante la visita oficial, el monarca insistió en que la profundización de los vínculos con potencias como China requiere claridad en la defensa de convicciones fundamentales. De acuerdo con Europa Press, Felipe VI se refirió a España como un socio dispuesto a colaborar y ajustarse a los cambios del entorno mundial, sin abandonar los valores democráticos ni la defensa de los derechos fundamentales, aspectos que consideró inseparables de la identidad nacional y relevantes para afrontar los desafíos del actual contexto internacional.