Colonos israelíes incendian una mezquita en el centro de Cisjordania

Una nueva agresión contra lugares sagrados reaviva la preocupación internacional, luego de que el templo Al Hajja Hamida sufriera daños y mensajes hostiles durante el mes más violento registrado desde 2006 en la región, según Naciones Unidas

Guardar

El mes de octubre de 2025 se destacó por registrar el mayor número de ataques perpetrados por colonos israelíes en Cisjordania desde 2006, cuando Naciones Unidas comenzó a monitorear este tipo de incidentes. De acuerdo con la información difundida por la agencia de noticias palestina WAFA, más de 260 episodios documentados ese mes superaron todos los registros previos y coincidieron con un clima de creciente violencia en la región. En este contexto, el incendio provocado en la mezquita Al Hajja Hamida, situada entre Deir Istiya y Kafr Haris en la gobernación de Salfit, configuró uno de los incidentes de mayor repercusión, reavivando la preocupación internacional por la seguridad de los lugares sagrados y por la integridad de la población palestina.

Según detalló la agencia WAFA, el ataque contra la mezquita Al Hajja Hamida ocurrió durante la jornada del jueves cuando un grupo de personas arrojó materiales inflamables en la entrada principal e inscribió mensajes hostiles y racistas sobre los muros del templo. La intervención oportuna de vecinos de la zona evitó que el fuego se extendiera y destruyera por completo el edificio religioso, limitando el incidente a daños materiales y la aparición de grafitis con insultos dirigidos a la comunidad palestina. WAFA confirmó esta secuencia de hechos y añadió que la atmósfera en la zona se ha tornado más tensa a consecuencia de la persistente inseguridad.

El medio WAFA precisó que el ataque se produce en un momento especialmente delicado, marcado no solo por la frecuencia de los episodios violentos, sino también por la reaparición de la cuestión palestina en la agenda internacional. Según la cobertura de WAFA y organismos internacionales como la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), el año 2025 ha continuado con una tendencia preocupante: más de 210 personas palestinas perdieron la vida en Cisjordania como resultado de situaciones vinculadas con el conflicto y la ocupación. Naciones Unidas, por su parte, informó que solo en los primeros nueve meses de 2023 se registraron cifras sin precedentes de muertes tanto en Cisjordania como en Jerusalén Este, acumulando aproximadamente 500 fallecidos en el siguiente año por enfrentamientos y operativos.

OCHA informó que en octubre de 2025 los colonos israelíes protagonizaron más de 260 asaltos, un récord mensual desde que el organismo empezó a llevar estadísticas de estos sucesos. El acto de vandalismo contra la mezquita Al Hajja Hamida se inscribió en este panorama de conflictividad, señalando un incremento en los ataques dirigidos tanto contra personas como contra propiedades y lugares religiosos palestinos.

El aumento de hostilidades ha coincidido con un contexto político y legislativo que, según han consignado WAFA y medios internacionales, ha reforzado la sensación de desprotección entre la población palestina. La reciente aprobación en primera lectura en el Parlamento israelí de una propuesta de ley para aplicar la pena de muerte exclusivamente a palestinos condenados por el asesinato de ciudadanos israelíes amplió la preocupación y la tensión en la zona. Este avance legislativo fue destacado por WAFA y otras fuentes internacionales, que señalaron el riesgo de una discriminación sistematizada en la administración de justicia.

El ataque a la mezquita, en particular, involucró el lanzamiento de líquidos inflamables contra la puerta principal y la inscripción de mensajes racistas en las paredes exteriores, apuntados directamente contra los habitantes palestinos de la zona, conforme a lo detallado por WAFA. La pronta reacción de algunos vecinos logró impedir que el fuego alcanzara áreas más delicadas del recinto, aunque los daños materiales y la violación simbólica del espacio religioso reflejaron los niveles de hostilidad presentes en la escalada del conflicto.

De acuerdo con los reportes de WAFA, estos hechos se desarrollaron mientras la atención internacional se volvía hacia Cisjordania a raíz del cese al fuego en la Franja de Gaza. La interrupción de las operaciones militares en Gaza trasladó el foco mediático y diplomático sobre Cisjordania, donde se han reportado nuevos desplazamientos de familias y daños a infraestructuras civiles producto tanto de acciones militares como de actos cometidos por colonos. Los organismos humanitarios subrayaron que esta coyuntura ha perpetuado un escenario de inseguridad y vulnerabilidad.

El análisis efectuado por WAFA y respaldado por Naciones Unidas resalta que la violencia contra la población palestina y sus bienes en Cisjordania, incluidos lugares de culto como mezquitas, mantiene una dinámica continua, agravando el impacto sobre la vida cotidiana y la sensación de amenaza entre los residentes. La cuestión de la protección de personas y patrimonio, junto a la escalada de enfrentamientos, permanece en el centro de la discusión internacional sobre el conflicto israelí-palestino.

Los datos aportados por OCHA revelan la magnitud del fenómeno: solo durante octubre de 2025, la cantidad de asaltos registrados duplicó, e incluso superó, los picos previos, lo que evidencia una intensificación del conflicto en zonas bajo ocupación. Esta situación ha motivado llamados desde organizaciones multilaterales para una mayor protección de los civiles palestinos y una revisión de las condiciones que perpetúan el riesgo en Cisjordania.

Finalmente, la suma de hechos violentos, legislaciones diferenciadas y daños a la infraestructura religiosa y civil en la zona de Salfit configura una de las problemáticas más complejas del conflicto, según concluyen tanto WAFA como los organismos internacionales consultados por el medio. La preocupación de las organizaciones humanitarias se ha visto reflejada en la agenda regional e internacional, en un intento de sensibilizar sobre la gravedad de la situación y la necesidad de medidas que garanticen la seguridad y los derechos de la población afectada.