Malí afirma que el bloqueo a importaciones por parte de la rama de Al Qaeda en el Sahel muestra "debilitamiento"

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El Gobierno de Malí ha defendido este jueves que la decisión de la filial de Al Qaeda en el Sahel de emprender una "yihad económica" contra las importaciones --en particular, de combustible-- "es una señal de su debilitamiento" ante las Fuerzas Armadas de Bamako y de la "pérdida de impulso de su proyecto geopolítico".

"El cambio en el modus operandi de los terroristas, que ahora se centra en elementos blandos o económicos, es una señal de su debilitamiento frente a nuestras fuerzas de defensa y seguridad, así como de la pérdida de impulso de su proyecto geopolítico para desestabilizar Malí", ha declarado a través de su cuenta en la red social X el ministro de Exteriores del país africano, Abdoulaye Diop.

De este modo, el jefe de la diplomacia maliense se ha hecho eco de la reunión sostenida este miércoles con las legaciones diplomáticas y consulares acreditadas en el país, en la que ha destacado "los importantes esfuerzos del Gobierno y el compromiso conjunto de los valientes soldados de Malí y de la Confederación de la Alianza de Estados del Sahel tanto en la lucha contra los terroristas que operan en nuestra zona como en la seguridad de los convoyes de productos petrolíferos".

En esta línea, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ha informado este jueves, también a través de X, de que varias de sus aeronaves han llevado a cabo ataques aéreos esta mañana "contra posiciones terroristas en las localidades de Donièna, Kouen y Bessina, en el distrito de Kolondièba", en el sur del país, en el marco de "una misión de vigilancia aérea en apoyo a un convoy de combustible".

"El jefe del Estado Mayor (Oumar Diarrá) felicita a las Fuerzas Armadas Malienses (FAMa) por su rápida actuación para asegurar los convoyes de combustible y reafirma a la población el firme compromiso de las fuerzas armadas de garantizar el suministro continuo de combustible en todo el país", reza el comunicado.

El Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM) ha impuesto desde septiembre de este año un bloqueo a la entrada de combustible desde los países vecinos, intensificando sus ataques contra convoyes de camiones cisterna que lo transportan, aunque estén escoltados por las fuerzas de seguridad malienses, con algunos de estos incidentes registrados en los alrededores de Bamako.

Asimismo, la rama de Al Qaeda en el Sahel ha lanzado decenas de ataques contra varios puntos del país, especialmente en el norte, expandiendo sus operaciones hacia el sur, amenazando la capital maliense pese a las continuadas operaciones militares lanzadas durante los últimos años por las autoridades.

Malí se encuentra en la actualidad dirigido por una junta militar instaurada tras los golpes de Estado perpetrados en agosto de 2020 y mayo de 2021, ambos encabezados por Assimi Goita, actual presidente de transición, que ha protagonizado un acercamiento con Rusia desde su llegada al poder, distanciándose tanto de Francia como de sus antiguos socios occidentales.