La Policía de Río incluye 2 menores y 54 personas sin órdenes en su contra en la redada que dejó 121 muertos

Guardar

La Policía Civil del estado de Río de Janeiro ha publicado este lunes un informe en el que indica que, dentro del total de 121 víctimas mortales de la operación contra la organización criminal Comando Vermelho (CV), había al menos dos menores y más de medio centenar de personas contra las que no existía ninguna orden judicial, aunque las autoridades policiales han vinculado al 95 por ciento de involucrados con el grupo armado.

Del total de fallecidos, dos eran menores, con 14 y 17 años; dos no tenían fecha de nacimiento registrada y tres habían cumplido la mayoría de edad el día anterior a la redada, la más mortífera de la historia del estado fluminense, según ha recogido el diario 'Folha'.

Además, algo menos de la mitad de los 115 civiles fallecidos identificados contaban con al menos una orden de arresto, mientras que 54 de ellos no tenían ninguna. Con todo, el informe arguye que más del 95 por ciento presentaban vínculos comprobados con Comando Vermelho, aunque recoge casos como el de Ronaldo Julião da Silva, de 46 años y natural de Campina Grande, en Paraíba, que, según el propio documento, "no tiene antecedentes penales y no figura como autor ni implicado en ningún informe policial".

Entre los fallecidos estaba el presunto líder de CV en el Amazonas, Francisco Myller Moreira da Cunha, que contaba con una orden de arresto y antecedentes por homicidio, narcotráfico y posesión ilegal de armas de fuego en su estado, y también el cabecilla en la ciudad de Abaetuba, en el estado de Pará, Rafael Correa da Costa, quien contaba con cinco órdenes de detención, según el informe. De igual manera, la Policía ha recogido la presencia entre las víctimas mortales del operativo de supuestos líderes de facciones en las ciudades de Feira de Santana (Bahía), Goiania (Goiás) y Manaos (Amazonas).

Asimismo, la Policía Civil habría empleado datos de redes sociales para vincular a una docena de fallecidos con Comando Vermelho, como Tiago Neves Reis, de 26 años, al que han relacionado con la organización armada porque mostraba una bandera triangular roja con forma de emoji. Reis no tenía orden de arresto, no estaba bajo investigación y carecía de antecedentes penales.

Tampoco los tenía Kauã de Souza Rodrigues da Silva, de 18 años y cuyas redes sociales no mostraban ninguna publicación desde 2022, lo que las fuerzas de seguridad han tratado como un intento de borrar hipotéticas pruebas.

Otra de las víctimas mortales identificadas ha sido Alessandro Alves Silva, de 19 años, cuya participación en el tráfico de drogas fue sugerida a partir de publicaciones en las que aparece vistiendo un traje ghillie o yowie, una prenda que simula un denso follaje y que se utiliza para camuflarse en áreas boscosas bosque.

La operación, llevada a cabo por la Policía Civil y Militar de Río de Janeiro, dejó 121 muertos, entre ellos cuatro policías, convirtiéndose en la mayor y más sangrienta de la historia del estado. El Gobierno de éste la consideró un éxito y afirmó que los fallecidos reaccionaron violentamente a la operación, mientras que quienes se rindieron fueron detenidos.

En total, se realizaron 113 detenciones, 33 de ellas de presos procedentes de otros estados. Se incautaron 118 armas y una tonelada de droga. La operación contó con la participación de 2.500 agentes de Policía y tenía como objetivo contener el avance de Comando Vermelho y ejecutar unas 100 órdenes de prisión --de las cuales apenas 20 se realizaron-- y 180 de arresto.

Los enfrentamientos y las represalias de los miembros de Comando Vermelho derivaron en intensos tiroteos que obligaron al cierre de las principales vías, escuelas, comercios y centros de salud, mientras que múltiples residentes, familiares de las víctimas y organizaciones civiles han denunciado la operación como una "masacre".