Investigadores descubren que las heces de lobos ibéricos tienen rastros genéticos que permiten saber su dieta

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Un equipo de investigadores de la Universidad del País Vasco y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) han analizado los restos genéticos de las heces de lobos ibéricos ('canis lopus') --sin necesidad de capturarlos-- que han permitido descifrar la dieta de este carnívoro. Las conclusiones de su estudio se han publicado en 'Scientific Reports'.

Los autores aseguran que estos resultados abren nuevas vías para la conservación de grandes carnívoros y la gestión de conflictos con la ganadería, como detallan en un comunicado.

Los lobos ibéricos dejan, en sus heces, rastros invisibles de ADN de lo que comen. Con la técnica 'DNA metabarcoding', los expertos extrajeron y secuenciaron estos fragmentos y los compararon con bases de datos para identificar la especie a la que pertenecen estos restos pues cada una de ellas tiene un "código de barras" único y se pueden identificar incluso cuando no quedan restos visibles de pelo, huesos o plumas.

Para llegar a estas conclusiones, el equipo diseñó un experimento en el parque Sendaviva (Navarra). Durante 42 días, los lobos fueron alimentados con seis dietas distintas, compuestas por diferentes mezclas de nueve especies de vertebrados (ciervo, jabalí, conejo, pollo, etc) en proporciones variadas lo que ha podido identificar la alimentación de entre los últimos 1,5 a 1,8 días.

El investigador de la UAM y coautor del trabajo, Pablo Acebes, considera que este hallazgo "es un avance crucial para gestionar su conservación en la Península Ibérica y, al mismo tiempo, para evaluar con mayor precisión los impactos en la ganadería extensiva y diseñar estrategias de coexistencia más efectivas".

Así, esta técnica podría ayudar a evaluar la disponibilidad de presas naturales y a reducir conflictos con la ganadería, además de reconstruir redes alimentarias y facilitar estudios en animales difíciles de observar, como osos, linces y grandes felinos.