Bruselas confía que el nuevo acuerdo con Ucrania para libre comercio agrícola elimine los vetos unilaterales

La Comisión Europea espera que la modernización del pacto comercial con Kiev, al incorporar salvaguardias y cuotas, facilite el levantamiento de restricciones nacionales y aporte estabilidad al intercambio agrícola entre ambos bloques según sus responsables

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El viceprimer ministro ucraniano y responsable de Integración Europea, Taras Kachka, consideró que las medidas nacionales impuestas contra las exportaciones de Ucrania ya no tienen vigencia, calificándolas de "obsoletas" tras los cambios introducidos en la nueva relación comercial entre Kiev y Bruselas. Kachka estimó que la retirada de esas restricciones será rápida porque, en sus palabras, “el comercio es realmente previsible y está controlado”. Estas declaraciones se produjeron en el contexto del reciente acuerdo celebrado para modernizar la zona de libre comercio de alcance amplio y profundo (ZLCAP), que supone modificaciones relevantes en los términos de intercambio agrícola entre Ucrania y la Unión Europea.

Según informó la Comisión Europea, el nuevo pacto establece una apertura parcial y gradual del comercio agrícola al integrar salvaguardias y cuotas que buscan proteger a los sectores europeos más vulnerables ante el incremento de exportaciones ucranianas. El comisario de Agricultura, Christophe Hansen, expresó que la implementación de contingentes arancelarios dentro del marco actualizado aportará la previsibilidad necesaria que reclamaban productores e industriales del bloque comunitario, pero también permitirá resolver tensiones que han llevado a la adopción de medidas unilaterales por parte de socios europeos. Hansen afirmó desde Luxemburgo, durante la reunión de los ministros de Agricultura de la UE, que “la nueva relación elimina la necesidad de aplicar medidas unilaterales”, remarcando que los mecanismos recién incluidos buscan precisamente evitar que los Estados miembros actúen por su cuenta ante situaciones de desbalance en el mercado.

El medio consignó que, tras la invasión rusa en 2022, Bruselas otorgó exenciones temporales a las exportaciones agrícolas ucranianas como forma de aliviar los efectos económicos del conflicto sobre el sector primario en Ucrania. Ahora, el acuerdo alcanzado pretende dar continuidad a esa política de apertura, pero incorporando protecciones adicionales que refuercen el control y el equilibrio de los flujos comerciales. Las salvaguardias insertadas en el pacto permiten reaccionar rápidamente si el mercado europeo registrara perturbaciones derivadas de un aumento de importaciones de productos clave como cereales, azúcar o aves de corral.

El comisario Hansen enfatizó que el comercio bilateral “va en ambas direcciones” y que industrias de los dos bloques, como la láctea o la de las salchichas en Europa, también esperan obtener ventajas gracias a la actualización del tratado con Kiev. En palabras del funcionario luxemburgués, el acuerdo otorga estabilidad porque establece “contingentes arancelarios” cuyo objetivo es garantizar las oportunidades de exportación sin poner en riesgo a los agricultores y fabricantes europeos.

Tal como publicó el medio, se prevé que la adopción formal del acuerdo se oficializará en los siguientes días por el Comité de Asociación UE-Ucrania, en su formato de comercio, lo que marcará el inicio de la aplicación efectiva de las nuevas disposiciones. Distintos sectores afectados por el comercio agrícola han seguido con atención el desarrollo de las negociaciones, dado que en los últimos meses varios Estados miembros, especialmente en el este europeo, aplicaron restricciones unilaterales ante el incremento de productos agrícolas ucranianos en sus mercados nacionales.

Como recordó la Comisión Europea, la modernización del tratado responde a la necesidad de dotar al intercambio bilateral de mayor seguridad jurídica y transparencia, así como de mecanismos ágiles para solucionar eventuales disputas comerciales. El acuerdo recoge la experiencia acumulada durante las medidas excepcionales adoptadas tras el inicio de la guerra y busca proyectar una relación estable a largo plazo, según aseguraron los representantes europeos y ucranianos en las recientes declaraciones recogidas por la prensa.

El nuevo marco negociado recoge la preocupación de los países europeos con sectores agrícolas sensibles y, al mismo tiempo, mantiene el apoyo económico a Ucrania mediante la continuidad en el acceso privilegiado de sus productos al mercado comunitario. El comisario Hansen insistió en la importancia de que los Estados miembros coordinen sus respuestas a nivel europeo, canalizando cualquier inquietud a través de los mecanismos establecidos en el acuerdo y evitando soluciones individuales que puedan afectar la unidad del mercado común.

Por su parte, Taras Kachka reiteró que “no tomará mucho tiempo” revertir las restricciones de los países que aún mantienen vetos a las exportaciones ucranianas, argumentando que el nuevo sistema garantiza un comercio más previsible y sujeto a instrumentos de gestión compartida. Tanto Kachka como la Comisión Europea expusieron que el objetivo fundamental es asegurar la viabilidad del sector agrícola ucraniano, reforzando al mismo tiempo la protección de los agricultores europeos y evitando los conflictos derivados de decisiones unilaterales.

De acuerdo con las autoridades comunitarias, la expectativa tras la entrada en vigor del acuerdo es la consolidación de un espacio de libre comercio más equilibrado y seguro entre la Unión Europea y Ucrania. El calendario prevé que el Comité de Asociación plasme formalmente el resultado de las negociaciones en los próximos días, tras lo cual los cambios comenzarán a regir según los términos definidos. Los responsables del área agrícola en Bruselas subrayaron la importancia de dar certidumbre tanto a los productores como a los consumidores, facilitando la adaptación del sector a un entorno comercial en transformación mientras persisten las consecuencias derivadas de la guerra.