Alejandro Sancho e Isabel Jiménez asisten al homenaje a María Jiménez

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Día feliz para la familia Jiménez. Este sábado 25 de octubre el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, ha presidido el acto de rotulación de los 'Jardines María Jiménez' junto con el hijo de la arista, Alejandro Sancho, y su hermana, Isabel Jiménez, en Sevilla.

Allí, su hijo Alejandro ha confesado que su madre "sería feliz, sería una alegría tener su propio muelle en Sevilla con sus jardines, su sitio, su Giralda, su río donde ya nació, donde se bañó, donde jugó..." por lo que ha considerado este homenaje como "una maravilla".

Además, ha asegurado que no ha descuidado la casa de su madre a pesar de lo que ha salido publicado recientemente: "Fueron y enfocaron el banco oxidado que está en la casa, pero bien, contento, yo sigo trabajando como llevo 40 años en esa casa y haciendo la mía, todo tenemos defectos en nuestras casas o tu casa es un hotel de cinco estrellas siempre".

Alejandro también ha comentado que está teniendo mucha demanda los objetos personales de la artista que está vendiendo online porque "la gente quiere". "Se han vendido muchísimas pulseras, collares... de todo y ahora viene ropa y bolsos", ha anunciado porque "no puedo almacenar en baúles durante tanto tiempo con la humedad que hay en la playa. De hecho, he sacado a lo mejor 200 bolsos y he tenido que tirar 10 o 12 que se estropean".

Por su parte, su hermana Isabel ha asegurado que sigue teniendo una relación estrecha con su sobrino: "No, no, no, no, de la familia ninguno, y menos conmigo. Para nada, yo estoy conforme con cómo ha hecho mi hermana las cosas, su hijo está aquí, mi hermana no quería que yo lo dejara y aquí estoy con él. La verdad es que no".

Además, ha apoyado que Alejandro haya decidido vender algunos abalorios de la artista, ya que "mi hermana tenía montones de collares, de pulseras, de cosas" y como "el niño n se las va a poner, los niños son pequeñitos y yo no me las pongo, ¿qué va a hacer con ellas? ¿Dejarlas en el chalé?". Por ello, le parece buena idea que "si alguien quiere un recuerdo de mi hermana, si lo vende o lo regala, que haga lo que quiera, yo ahí no lo veo mal".