Yemen, Burundi, Somalia, República Democrática del Congo y Sudán del Sur, los países más afectados por el hambre

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El Índice Global de Hambre 2025, un estudio elaborado por varias organizaciones que conforman la Alliance2015, sitúa a países como Yemen, Burundi, Somalia, República Democrática del Congo (RDC), Sudán del Sur, Madagascar y Haití como los países más afectados por el hambre en el mundo, una situación que ha empeorado y que parece enquistarse debido al incremento de conflictos a nivel global.

El estudio, que ha publicado este jueves un informe en el que alerta de que estos siete países se encuentran en una situación alarmante, establece que son 35 los que se enfrentan a una presencia "grave" de casos de inseguridad alimentaria, frente a otros 36 que presentan una situación moderada.

Aunque ningún país o territorio presenta un estado extremadamente alarmante, el informe deja fuera algunos territorios --como Palestina-- debido a la falta de información. Así, el texto denuncia que desde el año 2016 se ha registrado un "avance mínimo" en la lucha contra el hambre, por lo que el mundo se encuentra "muy lejos de lograr el objetivo" establecido de "hambre cero" de cara a 2030.

En cómputos generales, el índice ha caído de los 19 puntos porcentuales a 18,3 --de un total de 100-- en la última década, si bien la tendencia sigue siendo "preocupante", especialmente en países como Burundi y Yemen, que se mueven entre 35 y 49,9 puntos porcentuales, respectivamente. Somalia, que en el año 2000 presentaba un índice de 64,3, ha registrado 42,6 puntos en el último año, si bien países como RDC presentan un empeoramiento.

Los conflictos siguen siendo el principal factor que provoca hambre en el mundo. Según el informe, una veintena de crisis alimentarias se han visto provocadas por el aumento de la violencia, lo que ha afectado a 140 millones de personas a lo largo de 2025, una situación que se ha recrudecido, además, ante el descenso de la financiación destinada a la entrega de ayuda humanitaria.

A pesar de los avances cosechados en países como Angola, Bangladesh, Etiopía, India, Nepal y Sierra Leona, el texto denuncia que esta situación es "frágil" y podría verse revertida rápidamente dada la falta de "políticas consistentes" y largo plazo.

FALTA DE ACCIÓN COLECTIVA

La ONG Ayuda en Acción ha lamentado en un comunicado el "distanciamiento" de los objetivos para acabar con el hambre dada la "insuficiente acción colectiva" y ha subrayado la necesidad de "renovar el compromiso para garantizar la seguridad alimentaria, reducir la malnutrición y avanzar hacia un futuro más sostenible".

Así, ha advertido de que si la tendencia actual se consolida, un total de 56 países serán incapaces de lograr sus objetivos antes de 2030 y no será al menos hasta el año 2137 que el nivel de hambre en el mundo se reduzca hasta un mínimo.

"Con una puntuación global de 18,3 sobre 100 en 2025, el índice muestra que el hambre sigue afectando a millones de personas y que apenas se ha reducido desde 2016. Este estancamiento evidencia cómo los conflictos armados, las crisis climáticas y la fragilidad económica, combinados con la limitada acción política, dificultan avanzar hacia el objetivo de hambre cero para 2030", ha lamentado.

En este sentido, la organización ha hecho hincapié en que "la inseguridad alimentaria, concentrada en gran medida en las guerras de Gaza y Sudán, se duplicó con creces entre 2023 y 2024, hasta alcanzar los 2 millones de personas en situación de hambruna".

Es por ello que ha afirmado que, desde 2016, el hambre ha aumentado en al menos 27 países, al tiempo que ha alertado de la "limitada disponibilidad de datos en regiones conflictivas como Sudán, Gaza o Corea del Norte, que dificulta evaluar con precisión la magnitud del problema, aunque los indicios muestran un agravamiento progresivo".

Ante este "estancamiento global", algunos países como Mozambique, Ruanda o Togo han logrado avances significativos gracias a políticas "sostenidas y específicas". Sin embargo, el informe advierte que estos progresos evidencian la necesidad de "mantener un compromiso constante, aplicar estrategias coordinadas y asegurar la continuidad de políticas efectivas para consolidar los logros y acercarse a los objetivos planteados".

Ayuda en Acción ha hecho un llamamiento a aumentar la financiación internacional y reforzar la cooperación coordinada, de modo que la asistencia "llegue de manera efectiva a quienes más lo necesitan, garantizando la protección, el desarrollo y el bienestar de la infancia y la juventud, y contribuyendo de forma tangible al avance hacia la erradicación del hambre".

63 MILLONES DE NIÑOS PASAN HAMBRE

Desde Save the Children han denunciado que ya son 63 millones los niños y niñas que se han visto forzados a pasar hambre debido a los conflictos armados en todo el mundo a lo largo de 2025, de un total de 118 millones. Según sus cifras, uno de cada seis niños vive en una zona afectada por un conflicto.

En un comunicado, la ONG ha apuntado que de los 18 millones de niños y niñas empujados a niveles de hambre de emergencia en más de 35 crisis, 11 millones, o más de seis de cada diez (un 61 por ciento), se encontraban en países donde el conflicto es el principal impulsor del hambre, lo que pone de relieve "el papel de la violencia y la guerra en las peores crisis alimentarias del mundo".

"Los conflictos siguen siendo la principal causa del hambre en el mundo y tienen efectos devastadores en la capacidad de las personas para cultivar o comprar alimentos, obligan a las familias a abandonar sus hogares y destruyen tierras de cultivo e infraestructuras. En algunos de los peores casos, el hambre se utiliza como método de guerra", recoge el texto.

Más de medio millón de personas en Gaza y 638.000 en Sudán --la mitad de las cuales son niños y niñas-- se enfrentan a un hambre "catastrófica" y a un mayor riesgo de muerte, mientras que alrededor de medio millón más de niños en Gaza y 3,8 millones en Sudán están "a un paso de la catástrofe", sostiene.

Hannah Stephenson, responsable de Save the Children para la lucha contra el hambre y la nutrición, explica que "2025 ha sido un año devastador para los niños y niñas que viven en las peores zonas de conflicto del mundo". "En el siglo XXI, la hambruna está provocada por el hombre y se puede prevenir. Ningún niño debería morir hoy de hambre", ha defendido.

"Acabar con el hambre requiere soluciones políticas urgentes para resolver estos conflictos y garantizar un acceso humanitario sin restricciones", ha declarado Stephenson, que ha pedido a la comunidad internacional "poner fin a las crisis del hambre buscando el fin de los conflictos que las provocan, protegiendo a la infancia e invirtiendo en los primeros 1.000 días, donde la acción puede marcar la diferencia".