El líder militar niega un golpe de Estado y promete un Gobierno integrado "mayoritariamente" por civiles

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El nuevo líder militar de Madagascar, Michael Randrianirina, ha defendido este jueves que lo vivido en el país "no es un golpe de Estado" y ha prometido la formación de un Gobierno integrado "mayoritariamente" por civiles, después de la huida del país del hasta ahora presidente, Andry Rajoelina, tras semanas de manifestaciones antigubernamentales en el país africano.

"No es un golpe de Estado. Un golpe de Estado implica que los militares entran en el Palacio Presidencial, armados, abren fuego y se derrama sangre", ha sostenido en declaraciones a la prensa, en las que ha recordado que ha recibido mandato del Tribunal Constitucional después de que la corte confirmara una vacancia en la Presidencia después de que Rajoelina huyera a un "lugar seguro" no especificado.

"Estamos en un proceso que se encuadra en el marco legal", ha defendido, al tiempo que ha destacado que en Madagascar no hay un "régimen militar", ya que "ello implica un presidente militar, un primer ministro militar, gobernadores militares y ministros militares". Así, ha recalcado que el Consejo Presidencial estará "integrado por militares y civiles".

Así, ha destacado por ello que la decisión de la Unión Africana (UA) de suspender al país en el seno del organismo tras lo sucedido es una medida "normal". "Una organización como la UA debe reaccionar así. Si no reacciona es que no es una organización internacional", ha argüido, antes de adelantar que habrá "negociaciones" para abordar la situación que se abre de ahora en adelante.

"Las directrices las fija el pueblo", ha manifestado. "Hay que responder al llamamiento de la población", ha defendido, antes de confirmar que tomará posesión del cargo de presidente interino este viernes, tras lo que procederá a nombrar al nuevo primer ministro, según ha recogido el diario malgache 'Midi Madagasikara'.

Sin embargo, ha reseñado que no será posible celebrar elecciones presidenciales en un plazo de entre 30 y 60 días, tal y como determinó el Tribunal Constitucional en su fallo confirmando la vacancia y concediéndole el poder para hacer frente al periodo de transición en la isla tras la caída de Rajoelina.

Randrianirina era hasta ahora el jefe de una unidad de élite del Ejército conocida como Centro de Administración de Personal del Ejército (CAPSAT), que el sábado se posicionó del lado de los manifestantes, que iniciaron sus protestas a finales de septiembre por los continuados cortes del suministro de agua y luz y terminaron por exigir la dimisión de Rajoelina por su incapacidad a la hora de hacer frente a la crisis.

El ahora 'hombre fuerte' de Madagascar fue gobernador de la región de Androy (sur) entre 2016 y 2018, durante el mandato del expresidente Hery Rajaonarimampianina, tras lo que pasó a encabezar un batallón de infantería en Toliara, puesto que mantuvo hasta 2022.

Durante los últimos años se había mostrado muy crítico con Rajoelina y, de hecho, llegó a estar encarcelado en una prisión de máxima seguridad acusado de incitar un motón y planear un golpe de Estado, si bien no llegó a ser juzgado y fue liberado en febrero de 2024 tras una serie de manifestaciones que denunciaban que había sido detenido por motivos políticos.

Rajoelina se ha negado hasta la fecha a reconocer la validez de los últimos acontecimientos en Madagascar e insiste en que sigue siendo el presidente legítimo, a pesar de que los parlamentarios votaron una moción de censura en su contra, el Constitucional confirmó la vacancia en el puesto y Randrianirina ejerce ya como líder 'de facto' en el país africano.

Randrianirina ha anunciado ya la creación de un Consejo de Defensa Nacional de Transición (CDNT), en una primera batería de medidas que contempla también la anulación de la Constitución de 2010 y la suspensión de varias instituciones, entre ellas el Tribunal Constitucional y el Senado, lo que ha llevado a la UA a reclamar la restitución del orden constitucional en Madagascar.

Rajoelina, quien obtuvo un nuevo mandato en las controvertidas elecciones de 2023, permanece en paradero desconocido --tras las informaciones sobre su evacuación en un avión francés-- en medio de la crisis en el país, sacudido por varios golpes de Estado desde que obtuvo su independencia de Francia en 1960 y donde los últimos disturbios reflejan profundas frustraciones con el Gobierno, el acceso a los servicios básicos y la corrupción generalizada.