Irán confirma un acuerdo con EEUU para la deportación de 120 iraníes a través de Qatar

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El Gobierno de Irán ha confirmado este martes que 120 ciudadanos del país centroasiático serán repatriados próximamente desde Estados Unidos tras un acuerdo con Estados Unidos para su deportación, una medida que podría afectar en total a unas 400 personas.

El director del Departamento de Asuntos Parlamentarios y Consulares del Ministerio de Exteriores iraní, Hosein Nushabadi, ha especificado en declaraciones concedidas a la agencia de noticias Tasnim que "según las informaciones disponibles, estas personas volverán al país en los próximos uno o dos días" tras hacer escala en Qatar, sin más detalles al respecto.

Asimismo, ha afirmado que la mayoría de los 400 iraníes a los que Estados Unidos pretende deportar habrían entrado al país de forma irregular, si bien ha manifestado que algunos de ellos contaban sin embargo con permisos de residencia válidos.

"Hemos pedido al Gobierno estadounidense que respete los derechos de los migrantes iraníes y sus derechos de ciudadanía bajo el Derecho Internacional. No deben negárseles servicios consulares, un proceso judicial justo o los principios contemplados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos".

Por ello, ha hecho hincapié en que Teherán está dando apoyo consular a estas personas, "iraníes que abandonaron el país de forma legal". "Sin embargo, entraron en Estados Unidos de otra forma. Su retorno a la patria no cuenta con obstáculos, ya que Irán siempre apoya a sus ciudadanos", ha zanjado Nushabadi, sin que Washington se haya pronunciado oficialmente sobre esta situación.

Fuentes oficiales estadounidenses citadas por el diario 'The New York Times' han señalado en las últimas horas que un avión con cerca de un centenar de iraníes ha despegado ya desde un aeropuerto de Luisiana tras el citado acuerdo, en medio de los esfuerzos de la Administración Donald Trump para expulsar a migrantes en presunta situación irregular.

Washington ha defendido durante los últimos meses el endurecimiento de sus políticas migratorias, una de las principales promesas de campaña de Trump, alcanzando acuerdos con varios países del mundo para que acepten la deportación y expulsión de ciudadanos, incluidos de terceros países, en medio de críticas de Naciones Unidas y diversas organizaciones no gubernamentales por los abusos durante estos procesos.