
Septiembre marca el regreso a la rutina para millones de hogares españoles: vuelta al colegio, reincorporación al trabajo y recuperación de los hábitos de consumo habituales. Para los supermercados, este periodo supone un desafío en la gestión del stock, ya que los patrones de compra cambian de forma significativa respecto a los meses de verano. Esta transición suele derivar en desajustes entre la previsión de ventas y la demanda real, lo que incrementa el riesgo de excedentes y desperdicio alimentario.
En este contexto, Phenix, empresa especializada en la gestión de excedentes, subraya la necesidad de que los supermercados refuercen sus planes de prevención en esta época del año. La empresa propone un conjunto de recomendaciones orientadas a optimizar la gestión del stock, minimizar pérdidas económicas y reducir el desperdicio de alimentos.
• Análisis y revisión exhaustiva de inventarios: El control adecuado del stock resulta determinante para la rentabilidad de cualquier supermercado. Desde Phenix destacan la importancia de realizar revisiones periódicas y detalladas de los inventarios para identificar productos próximos a su fecha de vencimiento y facilitar así su venta. Por ejemplo, asegurando que los artículos más antiguos estén en lugares visibles y accesibles para los compradores. Asimismo, se recomienda ajustar los pedidos en función de las tendencias de consumo y la estacionalidad, con el fin de evitar el sobreabastecimiento.
• Ajuste de pedidos a las tendencias de venta: El consumo de productos de verano (helados, refrescos, etc.) disminuye, mientras que aumenta la demanda de alimentos básicos y productos para preparar comidas en casa. Los supermercados deben ajustar sus pedidos para reflejar este cambio estacional y evitar el sobreabastecimiento de productos que ya no tienen tanta salida.
• Estrategia de precios y promociones: Una gestión inteligente de los productos perecederos incluye la aplicación de promociones y descuentos a aquellos artículos con fecha de vencimiento cercana. Esto no solo reduce el desperdicio, sino que también ofrece un beneficio al consumidor que busca opciones más económicas. La tecnología puede ser un gran aliado para aplicar estos descuentos de forma automática.
• Colaboración y donaciones: Para aquellos productos que no se pueden vender, las donaciones a organizaciones benéficas representan una solución eficaz con un impacto social positivo y con incentivos fiscales reconocidos por la normativa vigente. Desde Phenix recuerdan que estas colaboraciones pueden gestionarse de forma más eficiente, logrando mejores resultados y mayor impacto que aplican soluciones probadas, con una metodología contrastada y capaces de extender estas prácticas a toda la red de tiendas. Además, gracias a la tecnología aplicada a las donaciones, es posible obtener datos útiles para optimizar la gestión del excedente y ajustar las estrategias de compra y venta.*
“Septiembre es un mes de transición crucial para el sector de la distribución. La planificación y una gestión proactiva del stock son esenciales para evitar las pérdidas económicas y el desperdicio que pueden generar los cambios de consumo post-vacacionales. En Phenix, trabajamos para que esta transición sea una oportunidad para el sector y para el planeta, demostrando que es posible ser rentable y sostenible al mismo tiempo”, explica Pauline Bertin, Chief Sales Officer de Phenix a nivel global.
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