Irán afea la "letanía de excusas" de Francia, Alemania y Reino Unido a su "razonable" plan para evitar sanciones

El titular de Exteriores de Teherán acusa a funcionarios europeos de bloquear una salida en la crisis nuclear, después de proponer lo que califica de solución “creativa y justa” para esquivar restricciones, reclamando el apoyo de la ONU ante las crecientes tensiones

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El ministro iraní Abbas Aragchi señaló que el reciente acuerdo entre Irán y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), alcanzado en El Cairo, representa un avance en la cooperación y responde tanto a compromisos nacionales como internacionales, pese a ataques previos atribuidos a Israel y Estados Unidos en junio sobre instalaciones nucleares iraníes. A partir de esta mención, Aragchi afirmó que Teherán ha propuesto una solución “razonable y creativa” para disipar las tensiones nucleares y evitar la reactivación de sanciones internacionales, propuesta que, según explicó, fue rechazada por diplomáticos europeos con argumentos que consideró insuficientes. Así, la noticia principal gira en torno a la inconformidad del titular de Exteriores iraní con los responsables de Francia, Alemania y Reino Unido, a quienes acusa de obstaculizar un posible acuerdo que evite nuevas sanciones.

Según consignó la agencia Europa Press, Aragchi mantuvo una conversación telefónica con los ministros de Exteriores del llamado grupo E3 —formado por Francia, Alemania y Reino Unido— y con representantes de la Unión Europea, reunión en la que Irán presentó formalmente un plan diplomático orientado a evitar una escalada de sanciones. El jefe de la diplomacia iraní relató que, lejos de recibir una respuesta afirmativa a los elementos principales de la propuesta expuesta, se encontró con lo que calificó como “una letanía de excusas y evasivas”, incluyendo el cuestionamiento sobre la representatividad del Ministerio iraní de Exteriores en la toma de decisiones estatales.

En ese sentido, Aragchi aseguró en su comunicado público que “cuento con el pleno apoyo de toda la República Islámica de Irán, incluido el Consejo Supremo de Seguridad Nacional”, rechazando las dudas planteadas por sus interlocutores europeos sobre su legitimidad para negociar en nombre del país. Al mismo tiempo, reconoció que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, catalogó la propuesta iraní como “razonable”, aunque, a juicio del funcionario, la diligencia diplomática europea se encuentra “aparentemente fuera de servicio”, según publicó Europa Press.

El ministro iraní instó al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) a desempeñar un papel más activo tras considerar que los canales diplomáticos europeos no permitieron desencallar el proceso. Bajo esta lógica, subrayó que corresponde a la ONU “intervenir y elegir la diplomacia en lugar de la confrontación”, advirtiendo sobre la gravedad de la situación. “Lo que está en juego no podría ser más importante”, manifestó Aragchi, quien defendió la actuación de Irán frente a la presión internacional.

Europa Press reportó que las críticas de Aragchi se producen en el contexto del relanzamiento del mecanismo europeo que permite reactivar sanciones suspendidas desde el acuerdo nuclear de 2015. El denominado grupo E3 inició el 28 de agosto el proceso formal que, aplicado en virtud del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), otorga a Irán apenas 30 días de plazo antes de que estas sanciones puedan volver a implementarse. Mientras tanto, los gobiernos de Estados Unidos e Israel han manifestado su apoyo a la presión europea, contrariamente a la posición del Gobierno iraní.

Durante la conversación con sus homólogos europeos, el ministro iraní defendió su propuesta como “creativa, justa y equilibrada”, insistiendo en su capacidad para satisfacer preocupaciones legítimas de todas las partes y favorecer beneficios recíprocos. Según reiteró, la iniciativa resulta apta para “evitar una crisis” que, en su interpretación, es “innecesaria y evitable” si se privilegia el diálogo.

En contraste, Francia, Alemania y Reino Unido demandaron públicamente que Irán lleve a cabo “acciones razonables y precisas”, insistiendo en la urgencia de que Teherán retome las negociaciones, autorice inspecciones internacionales en instalaciones sensibles y adopte medidas sobre sus niveles de uranio enriquecido, que es uno de los puntos críticos en el debate sobre el acceso potencial a tecnología nuclear militar. De acuerdo con Europa Press, las autoridades europeas han considerado estos pasos imprescindibles para allanar el camino hacia una desescalada.

El ministro iraní, por su parte, recalcó que ya ha avanzado “una propuesta creativa, justa y equilibrada que aborde las preocupaciones genuinas y sea mutuamente beneficiosa”. Sostuvo que la responsabilidad en el proceso diplomático debe ser compartida y no recaer únicamente sobre su país: “Hay un camino a seguir, pero Irán no puede ser el único actor responsable”, declaró. Además, evocó el acuerdo de cooperación suscrito recientemente con el OIEA como muestra de la disposición iraní a atender los reclamos internacionales, incluso tras los mencionados bombardeos sobre instalaciones nucleares.

La situación descrita por Europa Press evidencia el estancamiento de las negociaciones multilaterales y el riesgo de que la crisis se agrave si la ventana de 30 días para evitar sanciones expira sin que se logre un entendimiento. Irán sostiene su rechazo al endurecimiento de las restricciones, mientras que los países europeos afirman que el regreso al marco del JCPOA exige garantías específicas que, a su juicio, aún no se han alcanzado.

Así, mientras la presión sobre Irán se incrementa y las potencias occidentales demandan transparencia y la reducción de actividades nucleares, el Gobierno de Teherán insiste en su enfoque diplomático y en la necesidad de que otras partes involucradas acepten soluciones consensuadas. La intervención del Consejo de Seguridad de la ONU figura entre las demandas centrales llevadas por Aragchi, quien rechaza la unilateralidad y aboga porque la diplomacia prevalezca ante la amenaza de mayores sanciones e inestabilidad regional, conforme reportó Europa Press.

El trasfondo de este desencuentro incluye la desconfianza entre las partes, las recientes acciones militares sobre instalaciones nucleares iraníes y el debate sobre el papel de cada actor en el proceso de control y supervisión de la industria nuclear. Para Irán, la reactivación de sanciones representaría la interrupción de avances diplomáticos, mientras que los países occidentales valoran ese mecanismo como medida de presión ante la falta de resultados concretos por parte del Gobierno iraní. Europa Press subrayó que esta dinámica mantiene en vilo al equilibrio en torno al acuerdo nuclear y determina la posición de cada actor en la escena internacional ante la posible profundización del conflicto.