El "reto existencial" de la financiación obliga a la ONU a reinventarse ante los recortes

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Naciones Unidas, 19 sep (EFE).- Naciones Unidas celebra a partir del lunes una Semana de Alto Nivel en la que cumple 80 años y que la encuentra inmersa en una profunda reconfiguración derivada de lo que algunos funcionarios ya han bautizado como el "reto existencial" de la financiación.

Acuciada por la acumulación de retrasos e impagos y con la Administración Trump abiertamente opuesta a seguir como principal contribuyente, la ONU pretende una reinvención que le ayude a afrontar sus clásicos desafíos de la paz y seguridad en el mundo, pero también los de la inteligencia artificial o el cambio climático.

"Estamos ante el momento más crítico que hemos enfrentado en toda nuestra historia. Las inversiones en cooperación y el fomento del multilateralismo han sido sustituidos por mayores partidas nacionales para Defensa", afirmaron días atrás altos funcionarios de la ONU en un encuentro con periodistas en Nueva York.

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, lleva años refiriéndose al sistema de la ONU como un entramado diseñado para abordar problemas de otro tiempo; esto, sumado a los agravados problemas de financiación en lo que va de año, ha servido como catalizador de esta transformación.

El político portugués presentó en marzo la iniciativa ONU80, con la que pretende una reforma integral del sistema multilateral para hacerlo menos burocrático -evitando duplicidad de servicios y funciones-, alineado con los desafíos del siglo XXI y, por supuesto, más económico.

La Secretaría General transmitió esta semana a la recién creada Comisión de Asuntos Administrativos y de Presupuesto (ACABQ, en inglés) una propuesta preliminar que aún debe ser revisada y que contempla tanto importantes reducciones de gastos como destrucción de puestos de trabajo.

En concreto, el presupuesto total -incluyendo misiones políticas y operaciones para el mantenimiento de la paz- pasaría a ser de 3.427 millones de dólares en 2026, una reducción de 600 millones de dólares con respecto a este año. El recorte incluiría la pérdida de 2.887 empleos.

En una carta de Guterres a los Estados miembros, recalcó que con estas nuevas asignaciones buscará priorizar la salvaguarda de la paz y seguridad internacional, los derechos humanos y el desarrollo sostenible.

En este intento de adaptar las estructuras de gestión de la ONU, también se ha propuesto deslocalizar algunas de las labores administrativas de la sede principal en Nueva York a otras ciudades más económicas que Nueva York o Ginebra, como pueden ser Nairobi (Kenia), Bangkok (Tailandia), Valencia (España) o Brindisi (Italia).

Aunque, más allá de todos estos cambios, y en un ejercicio de transparencia en otra misiva esta semana al personal de la ONU, Guterres expresó que "estas estimaciones revisadas no pueden abordar el problema de liquidez", pero colocan a la organización en "una mejor posición para afrontar desafíos futuros".

El gran vacío en las cuentas de la ONU lo ha dejado EE.UU., que, con una Administración Trump que desacredita casi a diario los organismos de Naciones Unidas, adeuda 430 millones de dólares del presupuesto general de 2024. Además, tampoco ha abonado nada de lo comprometido para este año, pese a que solo han notificado oficialmente que dejarán de apoyar financieramente al Consejo de Derechos Humanos.

A corto plazo, serán las agencias humanitarias, como el Programa Mundial de Alimentos (PMA) que recibió el 40 % de sus fondos procedentes de Washington, los que sufrirán más los recortes estadounidenses, resaltó Richard Gowan, experto en Naciones Unidas para el 'think tank' Crisis Group, en entrevista con EFE.

Asimismo, socios locales de las Naciones Unidas han informado ya de que no han podido prestar atención médica básica a mujeres violadas en la República Democrática del Congo debido a la caída de fondos; o en Nigeria se ha paralizado puntualmente el Servicio Aéreo Humanitario -del PMA- con el que distribuían suministros sanitarios a regiones en conflicto.

Unicef también ha advertido de que la financiación mundial para la educación se enfrenta a un fuerte 'tijeretazo' y estima que seis millones de niños más podrían quedar sin escolarizar para finales de 2026.

Guterres no contará con el documento definitivo de su propuesta para la Semana de Alto Nivel de la ONU, pero espera comentar las líneas maestras del mismo con los líderes mundiales y representantes de las misiones diplomáticas para conseguir que, "en una demostración de liderazgo de los Estados, reafirmen su compromiso con el multilateralismo", según fuentes de la Secretaría General. EFE