Imputadas en Lituania 15 personas por planear actos terroristas en Europa en una red vinculada a Moscú

Las autoridades lituanas revelan que los sospechosos, de varias nacionalidades, usaron paquetes con explosivos camuflados en objetos cotidianos enviados a países de la UE, en operaciones conectadas a inteligencia rusa, según fuentes policiales y judiciales

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Las investigaciones han conducido a la identificación de operaciones clandestinas transnacionales en las que los acusados enviaron artefactos explosivos disimulados en objetos de uso doméstico a través de servicios internacionales de paquetería. Según detalló la radiotelevisión pública lituana LRT, tanto la Fiscalía lituana como la Oficina de Policía Criminal han conectado las actividades de este grupo con redes alineadas a los servicios de inteligencia militar rusos. Las autoridades en Lituania han imputado a 15 personas de cinco nacionalidades distintas —Rusia, Lituania, Letonia, Estonia y Ucrania— bajo acusaciones de conspirar para perpetrar actos terroristas en Europa mediante esta modalidad de envío encubierto.

El reporte de LRT indicó que los investigados fueron contactados por medio de la aplicación Telegram y contratados para ejecutar atentados en territorio europeo, a cambio de pagos realizados en criptomonedas, de acuerdo con las indicaciones recogidas tanto por la fiscalía lituana como por las fuerzas policiales. Estos servicios de mensajería cifrada facilitaron la captación de ciudadanos reclutados específicamente para operar con cajas y paquetes que contenían explosivos, evitando así métodos de envío convencionales más controlados.

Según consignó LRT, una de las figuras clave identificadas es un ciudadano lituano nacido en 1973, a quien los investigadores consideran central en la logística de la red. Las pesquisas atribuyen a este individuo el envío de cuatro paquetes desde Vilna, la capital de Lituania, en julio del año anterior, utilizando los servicios de las empresas de paquetería DHL y DPD. Los paquetes escondían explosivos caseros insertados en cojines de masaje y tubos de cosméticos que habían sido rellenados con termita, una sustancia caracterizada por su capacidad inflamable y su uso tanto en el ámbito industrial como militar.

Las autoridades han detallado que dos de estos paquetes fueron trasladados por vía aérea hasta el Reino Unido, donde uno de ellos explotó. Los otros dos paquetes recorrieron la ruta por carretera hasta Polonia a través de la empresa DPD; en este país, uno de los dispositivos detonó. Un tercer artefacto estalló dentro del aeropuerto de Leipzig, situado en el este de Alemania, poco antes de ser embarcado en un vuelo de carga operado por DHL. Según explicó LRT, el cuarto paquete nunca llegó a explotar debido a un fallo técnico en el mecanismo.

La investigación internacional está en manos de un equipo conjunto liderado por la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación Judicial Penal (Eurojust), que ha coordinado sus acciones con cuerpos policiales y de inteligencia de numerosos países. La radiotelevisión pública lituana informó que, además de Lituania, participan en las pesquisas representantes de autoridades de Polonia, Alemania, Países Bajos, Letonia y Estonia, así como de Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. Esta labor conjunta busca esclarecer el alcance de la red y determinar posibles ramificaciones adicionales.

Los procedimientos judiciales se han centrado en desentrañar los vínculos y la estructura de funcionamiento de esta célula, la cual habría operado durante varios meses. Según LRT, las investigaciones preliminares indican que los acusados mantenían comunicación regular con individuos asociados a inteligencia rusa, quienes facilitaban instrucciones precisas sobre los objetivos y el método de entrega de los artefactos explosivos.

El método utilizado para camuflar los explosivos en artículos perfectamente integrados en la vida cotidiana representa un reto para las autoridades de seguridad, ya que dificulta la detección en controles habituales de envíos. Según la fiscalía lituana, el empleo de termita incrementa el riesgo debido a la alta temperatura que esta sustancia puede generar, superando los 2.200 grados Celsius, y su potencial de causar daños significativos en caso de detonación.

La coordinación de Eurojust y la colaboración de agencias internacionales ha permitido frenar la acción de la red en diversos puntos de Europa y reducir la probabilidad de que otros artefactos lograran su objetivo. El medio LRT puntualizó que los procedimientos penales avanzan en paralelo a nuevas líneas de investigación, que intentan precisar si existen más implicados o conexiones residuales activas en otros países del continente.

La selección de compañías de mensajería reconocidas y de amplio alcance permitió que los paquetes recorrieran distintas rutas logísticas, cruzando fronteras y accediendo a instalaciones de transporte aéreo y terrestre. LRT indicó que los responsables seleccionaron cuidadosamente los artículos usados para ocultar los explosivos, recurriendo a objetos que, por su apariencia inofensiva, minimizaban las probabilidades de inspección.

Las autoridades lituanas han expresado, según LRT, que el caso representa una de las investigaciones de crimen organizado transnacional más complejas registradas en su territorio en los últimos años, debido al número de implicados, la diversificación de nacionalidades y la relación directa con estructuras de inteligencia extranjera. El uso de criptomonedas para el pago de los servicios prestados por los reclutados ha dificultado el rastreo financiero, de acuerdo con la policía criminal, debido al anonimato inherente a estas transacciones.

La radiotelevisión lituana subrayó el carácter internacional de la red, destacando que la mayoría de los sospechosos mantenía residencia en distintos países de Europa, lo que ha exigido una colaboración judicial y policial de amplio alcance. La obtención de evidencia digital, la interceptación de comunicaciones electrónicas y la cooperación entre agencias han sido herramientas clave para avanzar en el esclarecimiento de los hechos.

Las detenciones e imputaciones han despertado preocupación en cuanto a la capacidad de grupos afines a estados extranjeros para emplear ciudadanos de distintos países como elementos operacionales dentro de territorios europeos, valiéndose de tecnologías de cifrado y métodos de financiamiento difíciles de rastrear. LRT puntualizó que las investigaciones permanecen abiertas y enfocadas en establecer si existen ramificaciones de la red no detectadas y en mitigar riesgos futuros asociados a este tipo de ataques planificados y coordinados desde el exterior.