El Gobierno palestino tilda de "ataque" la apertura en Jerusalén de la Embajada de Fiyi en Israel

Líderes de Fiyi e Israel celebraron la apertura de la delegación en la Ciudad Santa, mientras las autoridades palestinas acusaron una violación grave del derecho internacional, postura respaldada por Jordania, que advirtió consecuencias para las negociaciones bilaterales

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Las autoridades palestinas han calificado la reciente inauguración de la Embajada de Fiyi en Jerusalén como una afrenta directa que, a su juicio, compromete los esfuerzos para alcanzar una solución de dos Estados entre Israel y Palestina. Según consignó el medio Europa Press, esta posición quedó explícita en un comunicado del Ministerio de Exteriores palestino tras la ceremonia encabezada por los jefes de gobierno de Israel y Fiyi, Benjamin Netanyahu y Sitiveni Rabuka, el miércoles en Jerusalén.

De acuerdo con lo informado por Europa Press, el gobierno palestino manifestó que esta decisión de Fiyi de situar su delegación diplomática en la conocida como Jerusalén ocupada constituye, en sus palabras, “un ataque al pueblo palestino y a sus derechos justos y legítimos”. El Ministerio de Exteriores de Palestina instó a Fiyi a revertir la medida, argumentando que supone “una violación flagrante del Derecho Internacional y de las resoluciones pertinentes de Naciones Unidas”. Según el mismo comunicado publicado en la cuenta oficial en X, Jerusalén es uno de los puntos centrales en el conflicto y la apertura de embajadas en la ciudad por parte de terceros países constituye una transgresión a principios jurídicos internacionales, además de una amenaza al proyecto de una paz negociada sobre la base del reconocimiento soberano mutuo.

El texto oficial también enfatizó que “todas las medidas israelíes en Jerusalén son nulas y sin valor según el Derecho Internacional”. Las autoridades palestinas solicitaron que Fiyi respete tanto el marco legal como “la voluntad internacional de paz”. Europa Press detalló que la ciudad de Jerusalén, en el marco de las negociaciones históricas y el consenso internacional mayoritario, está considerada como una capital de estatus disputado y el eventual asiento compartido de futuros Estados de Israel y Palestina, de acuerdo con las fronteras de 1967.

El pronunciamiento palestino encontró eco en otras capitales de la región. El gobierno de Jordania sumó su rechazo al expresar que la apertura de la legación fijiana representa una vulneración “flagrante” del Derecho Internacional que, según manifestó, complica los avances internacionales para el reconocimiento del Estado de Palestina, e insisten en la solución de los dos Estados. Fuad Mayali, portavoz del Ministerio de Exteriores de Jordania, subrayó en un mensaje por medio de X: “Cualquier medida o decisión destinada a cambiar el estatus o la posición legal de Jerusalén es nula, inválida e ilegal”. Añadió que la única vía para alcanzar una paz “justa y exhaustiva” radica en aplicar la solución de dos Estados.

Durante la ceremonia de apertura de la embajada, Sitiveni Rabuka, jefe del Ejecutivo fijiano, defendió la medida subrayando el interés de su país en promover relaciones diplomáticas constructivas y estrechar lazos culturales y religiosos. “El pueblo de Fiyi comparte una conexión religiosa y cultural cercana con Tierra Santa”, declaró Rabuka, quien también remarcó el compromiso fijiano con la comunidad internacional y la búsqueda de cooperación global.

Por parte del gobierno israelí se pronunciaron celebrando la decisión fijiana. El ministro de Exteriores, Gideon Saar, reafirmó que para Israel Jerusalén es su “capital eterna”, en línea con la visión israelí sobre la ciudad. Con esta apertura, detalló Europa Press, Fiyi pasa a formar parte de un grupo reducido de países que han instalado oficialmente su embajada en Jerusalén. Este grupo incluye a Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Papúa Nueva Guinea y Paraguay, mientras la mayoría de la comunidad internacional mantiene sus embajadas en Tel Aviv como postura de no reconocimiento de la soberanía israelí sobre la totalidad de la ciudad.

La Autoridad Palestina y otros actores palestinos han mantenido reiteradamente su desacuerdo con la apertura de embajadas en Jerusalén. Esto se debe a que, tras la Guerra de los Seis Días de 1967, Israel ocupó Jerusalén Este, área que los palestinos consideran la futura capital de su Estado. Actualmente, en la parte occidental de la ciudad tienen sede las instituciones principales del Estado israelí, como el Parlamento y el Tribunal Supremo, según precisó Europa Press.

El gobierno israelí mantiene su postura de que la ciudad es su capital unificada, mientras que la mayoría de los países a nivel mundial solo reconocen ese estatus de manera parcial, respaldando la idea de una capital compartida bajo el esquema de la paz negociada sobre las fronteras previas a 1967. Las recientes acciones diplomáticas, como la de Fiyi, alimentan uno de los mayores motivos de disputa en la región, donde el reconocimiento internacional y el estatus jurídico y político de Jerusalén siguen enfrentando a posturas encontradas.