Desaparecen más de 60 migrantes tras el naufragio de una embarcación frente a las costas de Libia

Según ACNUR, al menos trece sobrevivieron tras el hundimiento ocurrido el sábado cerca de Tobruk, la mayoría originarios de Sudán. Las agencias de la ONU advierten sobre el creciente riesgo para quienes arriesgan su vida cruzando el Mediterráneo

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El martes la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reportó la muerte de 50 refugiados sudaneses al incendiarse una embarcación cerca de la costa libia cuando intentaban llegar a Europa. Según consignó la OIM, en ese incidente se brindó atención médica a 24 personas que lograron sobrevivir. Este episodio se suma a una serie de tragedias recientes en la ruta migratoria del Mediterráneo, donde el riesgo sigue aumentando para quienes intentan cruzar desde el norte de África.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informó este miércoles que más de 60 personas permanecen desaparecidas después del naufragio ocurrido el sábado pasado frente a las costas de Tobruk, en el este de Libia. De acuerdo con ACNUR, la embarcación transportaba a 74 personas, la mayoría de ellas originarias de Sudán. La agencia detalló mediante un comunicado en la red social X que únicamente trece personas sobrevivieron, mientras que decenas se consideran desaparecidas tras el incidente. El organismo expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y lamentó profundamente lo sucedido.

Según informó ACNUR, el reciente naufragio resalta el grave peligro al que se enfrentan quienes huyen de la persecución, la guerra y los conflictos buscando protección fuera de sus países de origen. El organismo reiteró en un mensaje que “cada vida perdida es un recordatorio de la urgente necesidad de vías seguras, mayor protección y apoyo internacional continuo para las personas que huyen de la persecución, la guerra y los conflictos”. El comunicado recoge la creciente preocupación de las agencias de Naciones Unidas sobre la falta de rutas seguras y la insuficiencia de redes de apoyo para la población desplazada que recurre a los peligrosos cruces marítimos en ausencia de alternativas legales.

El medio ACNUR ha observado en redes sociales que este hecho se suma a la información divulgada en la víspera sobre otro trágico incidente en el Mediterráneo. En ese caso, el organismo informó que once refugiados sudaneses fallecieron ahogados. Estas cifras refuerzan la estadística alarmante para el año en curso. Según los registros recopilados por las agencias de la ONU, más de 1.620 migrantes han muerto en el Mediterráneo desde el inicio del año, incluyendo al menos 876 en la denominada zona central, la cual se dirige principalmente hacia las costas italianas.

La OIM y ACNUR coinciden en el diagnóstico sobre el deterioro de las condiciones y el aumento de los riesgos para las personas migrantes y refugiadas que utilizan el Mediterráneo como ruta de escape de situaciones de violencia, persecución o extrema vulnerabilidad. Las instituciones alertan sobre las consecuencias de la insuficiencia de vías legales y la presión sobre los servicios de rescate y atención, que resultan recurrentemente desbordados frente al volumen de personas que intentan cruzar en embarcaciones precarias.

En el caso específico del naufragio frente a Tobruk, la mayor parte de los pasajeros procedía de Sudán, país que vive una grave crisis humanitaria y de seguridad. ACNUR subraya que los acontecimientos recientes confirman la necesidad de fortalecer la cooperación internacional y de desarrollar respuestas humanitarias orientadas a la prevención de nuevas tragedias en el mar.

Tanto OIM como ACNUR insisten en la urgencia de implementar políticas que faciliten rutas seguras de migración, así como en el refuerzo de las acciones de protección y asistencia para quienes sobreviven a los naufragios. Ambas agencias sostienen que estos hechos representan desafíos persistentes y plantean la necesidad de respuestas coordinadas entre los países de origen, tránsito y destino de las personas migrantes.

Las cifras aportadas por la OIM y ACNUR, reproducidas en distintos plataformas oficiales y redes sociales, se suman a la creciente documentación sobre la mortalidad en el Mediterráneo central y refuerzan los llamados internacionales para garantizar un enfoque basado en derechos humanos ante la migración y el asilo. Las autoridades internacionales destacan que los desplazamientos seguirán produciéndose mientras persistan las causas que los originan, incluida la ausencia de protección efectiva frente a los peligros del mar.