
Después de que la derrota del Atlético de Madrid ante el Liverpool FC en Anfield concluyera con su expulsión por supuestos insultos provenientes de la grada, Diego Pablo Simeone expresó que los técnicos deben recibir un mayor respeto en los estadios. El preparador argentino enfatizó la necesidad de combatir las ofensas verbales dirigidas hacia los entrenadores, pidiendo acciones que ayuden a erradicar estas situaciones del fútbol profesional. El medio Europa Press reportó que Simeone fue explícito al afirmar tras el partido: “Contra los insultos hacia los entrenadores también deberíamos pelear porque no gusta recibir insultos durante todo el partido”.
De acuerdo con lo publicado por Europa Press, Simeone intervino en la sala de prensa de Anfield después de que su equipo cayera derrotado por 3-2 en el primer partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones 2025/26. El entrenador relató que, tras escuchar insultos en varios momentos del encuentro y percibir gestos desde las gradas, se vio envuelto en una situación incómoda que terminó con su expulsión en los minutos finales. Simeone señaló que los profesionales del banquillo no cuentan con un espacio para defenderse ante tales agresiones provenientes del público. “Estamos en un lugar donde no tenemos derecho a reaccionar y no está bien porque también somos protagonistas”, aseguró según Europa Press.
El entrenador describió cómo se desarrolló el partido, destacando que el inicio fue adverso para su equipo debido a un gol de tiro libre en el que el balón desvió su trayectoria. Recordó que, tras ese primer tanto y uno más de Salah, el Atlético de Madrid tardó unos 15 o 20 minutos en asentarse y equilibrar el trámite del partido. El primer tiempo, según detalló Simeone citado por Europa Press, cerró con un 2-1 tras una reacción de su equipo que incluyó algunos ataques peligrosos, en especial centros de Giuliano y Llorente.
Europa Press añadió que el técnico observó una dinámica distinta en el segundo tiempo, caracterizada por un juego dividido y más abierto, en el que ambos equipos tuvieron opciones para incrementar el marcador. El Atlético logró igualar el encuentro durante este tramo, pero tras el gol del empate, el rendimiento físico comenzó a disminuir. Simeone indicó que el Liverpool aprovechó ese desgaste para presionar con varias acciones consecutivas a balón parado, lo que finalmente derivó en el gol decisivo de Virgil en el tiempo de prolongación.
Simeone se refirió también a las bajas por lesión que afectaron a su plantel, pero restó importancia a los ausentes al contestar que “cuando se aparece el resultado más allá de tu detalle de recordar a los que faltaban, a nadie le importa”, según difundió Europa Press. El entrenador destacó el compromiso y la actitud de sus jugadores a lo largo del partido, y elogió especialmente el desempeño de Marcos Llorente, recordando la buena relación del centrocampista con el estadio de Anfield. También subrayó el impacto positivo de los cambios realizados, incluyendo las participaciones de Koke, Sorloth y Molina, quienes aportaron solidez al equipo en un encuentro que catalogó como exigente frente a un adversario “que juega muy bien”.
El medio Europa Press indicó además que Simeone valoró la capacidad del Atlético para remontar un marcador adverso de 2-0 y alcanzar el empate, enfatizando que la plantilla llegó a estar cerca de igualar de nuevo el resultado en los minutos finales por medio de Sorloth. El técnico defendió el espíritu competitivo del grupo y consideró que, pese a la derrota, la actuación del equipo representa el camino a seguir en una competencia de alto nivel como la Liga de Campeones. De cara a próximos encuentros, Simeone insistió en que el objetivo es mantener el nivel mostrado ante el Liverpool.
En la parte final de su conferencia, el entrenador fue interrogado nuevamente sobre el altercado con la afición local y sobre los efectos persistentes de los agravios verbales sufridos en el banquillo. “No me voy a poner a detallar de qué tipo fueron los insultos. Desde el lado que tengo, tengo que sostener todo lo que pasa detrás del banco de suplentes. Hasta que no lo pueda resolver la sociedad, cualquier entrenador, no solo yo, tiene que convivir con eso porque existe todo el tiempo”, concluyó Simeone, según consignó Europa Press.
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