Lisboa, 30 jul (EFE).- Un total de 2.808 bomberos combaten este miércoles 35 incendios forestales en el norte y el centro de Portugal, donde el más grande se desarrolla en la zona de Arouca, a unos 60 kilómetros al sur de Oporto, y hay algunos cerca de la frontera con España, junto a Galicia y Extremadura.
En el fuego de Arouca, a las 07.30 hora local (06.30 hora GMT) había desplegados 776 efectivos, 258 vehículos terrestres y un medio aéreo, según los datos de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANEPC) lusa.
Este incendio era el que más preocupaba el día de ayer a las autoridades portuguesas, ya que se desarrolla en un área donde es abundante el eucalipto adulto, lo que facilita su propagación.
Junto a la frontera con España, sigue activo el fuego de Ponte da Barca, próximo a Galicia, con 362 bomberos y 125 vehículos terrestres.
Están controlados, pero todavía con efectivos sobre el terreno, los dos incendios cerca del límite con Extremadura, el de Penamacor y el de Nisa, donde están destacados un total de 395 bomberos y 529 vehículos.
Para este miércoles y los próximos días, el Instituto Portugués del Mar y la Atmósfera (IPMA) tiene en alerta muy elevada y máxima de incendio forestal el centro y el norte del país ibérico, excepto algunas partes de la costa.
Laia Mataix Gómez
Lisboa, 30 jul (EFE).- Un verano más Portugal combate las llamas, con múltiples incendios concentrados en el norte y el centro, una situación que se repite anualmente debido a factores como la gran cantidad de eucaliptos plantados o que la mayoría de los bomberos sean voluntarios.
Según los últimos datos de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil lusa (ANEPC), a primera hora de este miércoles hay 35 fuegos forestales en el país, donde el más grande se desarrolla en la zona de Arouca, a unos 60 kilómetros al sur de Oporto, y hay algunos cerca de la frontera con España, junto a Galicia y Extremadura.
Los números del Instituto para la Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF) indican que en 2024 se quemaron 135.058 hectáreas, la tercera cifra más alta de la última década.
"En Portugal tenemos un grave problema con los eucaliptos, que son auténticos fósforos incendiarios", explicó a EFE el vicepresidente de IRIS-Asociación Nacional de Ambiente, Serafim Riem, quien calificó su país como "el eucaliptal de Europa".
Estos árboles, introducidos en Portugal procedentes de Australia, tuvieron una gran expansión en los años 50 y 60 del siglo pasado, durante la dictadura salazarista, que impulsó su plantación junto a los pinos debido a su valor industrial.
De hecho, Portugal es líder mundial en la industria de la celulosa, que transforma madera, principalmente de eucalipto, en pasta de celulosa para la fabricación de papel, cartón y productos derivados.
Por eso, parte de la solución para el problema de los incendios pasa por "recuperar la vegetación autóctona" de robles y castaños, por ejemplo, resistentes al fuego, a la vez que acabar con la superficie de eucaliptos y pinos, defendió el ambientalista.
Los cuerpos de combate contra el fuego en el país están compuestos mayoritariamente por los llamados bomberos voluntarios, que ascienden a un total de 28.000 agentes y que dependen de las asociaciones humanitarias de bomberos o de los municipios, de acuerdo a las cifras ofrecidas por el presidente de la Liga de los Bomberos de Portugal, António Nunes, el año pasado.
Sin embargo, no existen estadísticas actualizadas oficiales sobre el número de efectivos disponibles y cuántos de ellos son voluntarios, aunque algunos informes apuntan que serían el 90 % del cuerpo total.
Esto provoca poca coordinación, así como falta de bomberos en algunas ocasiones y de profesionalización.
Los incendios se combaten "mucho más rápido" si se atacan de forma ágil en su origen, contó Riem, quien considera que debería haber más medios para combatir el fuego en Portugal y cita el caso de España.
Subrayó que el Parque Nacional de Monfragüe, en la provincia extremeña de Cáceres, tiene "un helicóptero permanente, estacionado junto a un estanque", además han retirado todos los eucaliptos de la zona protegida.
En Monfragüe hay varias infraestructuras destinadas a la prevención y reacción a los incendios, como un helipuerto y un aeródromo para aviones anfibios en construcción.
En este sentido, el ecologista señaló que Portugal debería tomar como ejemplo al país vecino en materia de gestión de incendios, e instaurar puestos de vigilancia permanente y un equipo de respuesta rápida con base permanente en el Parque Nacional Peneda-Gerês, donde se desarrolla uno de los fuegos que asuelan el país estos días, así como repartidos por todo el territorio nacional.
Riem achacó las dificultades para controlar la situación de los incendios en Portugal a intereses económicos, como, apuntó, los de la industria de la pasta de papel.
Y también a la gestión privada de los fuegos, ya que, agregó, en Portugal son empresas contratadas, muchas veces extranjeras y "por precios desorbitantes", las que participan en las labores de extinción con aeronaves, a diferencia de España, donde es la Fuerza Aérea Española la que asume el papel.
Lisboa, 30 jul (EFE).- La Guardia Nacional Republicana (GNR) de Portugal anunció este miércoles la detención hace dos días de un hombre sospechoso de haber provocado un incendio forestal en el concejo de Pombal, a 168 kilómetros al norte de Lisboa.
En un comunicado, la GNR explicó que, durante la ronda de una de sus patrullas para prevenir fuegos, sus efectivos vieron una columna de humo a un kilómetro de donde se encontraban.
El humo provenía de las traseras de una vivienda, cuyo dueño estaba llevando a cabo una quema no autorizada, por lo que la GNR acudió a detenerlo.
Ese cuerpo indicó que hace dos días esa zona estaba bajo aviso máximo de incendio rural, lo que hace que estuviera prohibido hacer quemas o fogatas en el campo sin autorización.
La GNR precisó que el detenido no tenía ese permiso y que sus propios agentes tuvieron que intervenir para extinguir ese fuego.
Actualmente, el norte y el centro de Portugal es pasto de las llamas por múltiples incendios, que comenzaron el sábado por la noche y que han ido aumentado con el paso de los días.
Debido a las altas temperaturas, el viento y la baja humedad, la mitad septentrional del país está bajo alerta máxima y muy elevada de incendios, lo que hace que esté vetado hacer fogatas en el campo o utilizar maquinaria agrícola motorizada que no tenga parachispas ni extintores.
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