La Fiscalía de EEUU continúa este viernes interrogando a la expareja de Epstein en medio de las presiones de MAGA

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El fiscal general adjunto de Estados Unidos, Todd Blanche, ha informado de que los interrogatorios a la expareja de Jeffrey Epstein, la traficante sexual convicta Ghislaine Maxwell, continuarán este viernes, después de que dieran comienzo el jueves, si bien ofrecerá detalles de los mismos "en el momento oportuno".

"El Departamento de Justicia compartirá información adicional sobre lo que hemos aprendido en el momento apropiado", ha contado Blanche brevemente en X, tras reunirse durante unas cinco horas con Maxwell, condenada en 2022 a 20 años de cárcel por su implicación en la trama de tráfico sexual que lideró Epstein.

Por su parte, la defensa de Maxwell ha destacado la predisposición de ella a responder todas y cada una de las preguntas que se le formuló y ha agradecido al Gobierno de Estados Unidos por tratar de "descubrir la verdad."

"Nunca antes habían hablado con ella y confiamos en el proceso", ha dicho el abogado David Oscar Markus también este jueves a través de un mensaje en X.

Los interrogatorios a quien fue pareja y socia clave de Epstein se celebran ahora en un momento en el que la Administración Trump está recibiendo una fuerte presión del movimiento MAGA --'Make America Great Again'-- después de que decidiera dar carpetazo a un asunto que ellos mismos se encargaron de engordar durante años.

En el informe que se presentó hace unas semanas se descartó todas y cada una de las principales teorías que la ultraderecha estadounidense se encargó de difundir durante horas y horas de tertulias, principalmente en Internet, en las que participaron algunos de los que hoy forman parte de la Administración Trump.

Tras meses participando de las teorías de la conspiración, las nuevas autoridades estadounidenses han establecido que no existe esa lista de ilustres clientes que participaron en las fiestas sexuales de un Epstein que, según esta investigación, sí se suicidó en prisión, para el enfado de estos conspiranoicos.

Todo lo que ha rodeado a Epstein, sus negocios y sus fiestas, se ha convertido durante estos años en una obsesión para el movimiento MAGA, pero también para otros como Qanon, que se enfangaron en teorías como que Hillary Clinton gestionaba una red de abuso de menores en los bajos de una pizzería.

Donald Trump ha expresado ya en varias ocasiones su hartazgo sobre este asunto y ha afeado a los medios que sigan preguntándole de ese "tipo asqueroso", pero a cuyas fiestas era asiduo en la década de los 90 y 2000.