Un estudio revela que el veneno de abeja podría tener aplicaciones médicas sobre el sistema vascular

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20/05/2025 Abeja melífera
SALUD INVESTIGACIÓN Y
20/05/2025 Abeja melífera SALUD INVESTIGACIÓN Y TECNOLOGÍA FLICKR

Un equipo de investigadores liderado por la Universistat Autónoma de Barcelona (UAB) ha revelado que la apitoxina, el veneno de las abejas, podría tener ciertas aplicaciones médicas para enfermedades en las que las venas y las arterias no funcionen correctamente.

"El descubrimiento pone de manifiesto que el veneno de abeja puede ser tóxico para los vasos sanguíneos, sobre todo porque genera estrés oxidativo, pero también abre la puerta a posibles usos terapéuticos en algunos trastornos vasculares y otras enfermedades, como el cáncer. En este caso, podría ayudar a regular el óxido nítrico, que controla cómo se abren y se cierran los vasos sanguíneos dentro de algunos tumores, un factor que puede influir tanto en el crecimiento del tumor como en la respuesta a los tratamientos", ha afirmado el coordinador de la investigación, Francesc Jiménez Altayó.

Aunque la apitoxina puede ser perjudicial para las células de los vasos sanguíneos al hacer que estos se dilaten menos, incluso en bajas concentraciones, los científicos han logrado identificar una vía molecular de estrés oxidativo implicada en este efecto, lo que abre la puerta a explorar el potencial terapéutico de este veneno.

El principal componente de la apitoxina es la melitina, que tiene un "cada vez más reconocido" potencial terapéutico pero cuya aplicación se ve limitada por cuestiones de seguridad.

Durante la investigación, publicada en la revista 'Toxicological Science', se ha analizado el impacto de la apitoxina y la melitina en células humanas endoteliales, que recubren la pared interna de los vasos sanguíneos y de los linfáticos, y células de músculo liso, así como sobre la arteria aorta en ratones.

En ella se ha mostrado que la melitina representa casi la mitad del veneno de abeja (43,8 por ciento) y que, a pesar de ser el componente más relacionado con los efectos tóxicos, no actúa "exactamente igual" que el veneno, lo que indica que hay otras sustancias de la apitoxina que también contribuyen.

Los científicos también han constatado que los efectos negativos del veneno de abeja se deben a un aumento del estrés oxidativo y a cambios en el óxido nítrico, lo que subraya su "doble vertiente" para el sistema vascular como sustancia tóxica, por un lado, y como "potencial" agente terapéutico, por otro.

"No obstante, harán falta más estudios para confirmar si realmente puede llegar a tener estas aplicaciones médicas", ha concluido el investigador Jiménez Altayó, quien ha coordinado un proyecto en el que también ha participado personal investigador de la Universidad de Barcelona, de la Universidad de La Habana (Cuba) y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV) y de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) del Instituto de Salud Carlos III.