Ortega Cano y la madre de Michu, así ha sido su frío encuentro en el tanatorio de la joven

Guardar

Tras su repentino fallecimiento en la noche del pasado lunes a los 33 años, y después de que la autopsia confirmase que su muerte se debió a un fallo cardíaco por el problema congénito que padecía desde su nacimiento, el tanatorio de María Rodríguez Gamaza, Michu se ha abierto este miércoles en torno a las 11.30 horas.

Minutos después de la llegada de los restos mortales de la ex de José Fernando en un coche fúnebre, José Ortega Cano hacía su aparición en el velatorio para dar su último adiós a la madre de su única nieta, Rocío (7). Muy afectado, y acompañado en todo momento por su hermana Mari Carmen y por su cuñado Aniceto, el torero se ha mostrado cabizbajo y, ocultando su tristeza detrás de unas gafas de sol, ha preferido no revelar cómo se encuentra su hijo tras la muerte de su gran amor, con la que mantuvo una relación repleta de idas y venidas durante diez años, que llegó a su fin a principios de 2024 tras una infidelidad del joven. "¿Qué le voy a decir yo?" ha expresado, dejando entrever que en este momento tan complicado no hay palabras.

En la entrada del tanatorio, Ortega Cano se ha encontrado con la madre de Michu, Inma. Pero en lugar de saludarse, la andaluza le ha dado la espalda abrazando a un familiar, mientras el viudo de Rocío Jurado la miraba muy serio, sin decidirse finalmente a acercarse para transmitirle su pésame tras la muerte de su hija. A continuación, y mientras el torero permacenía inmóvil, la exsuegra de José Fernando ha entrado en la sala sin girarse ni reaccionar a la presencia del maestro en el velatorio.