El aumento de contratación online de estancias y servicios vacacionales y ocio dispara las estafas en verano

Guardar

El creciente uso de plataformas digitales para reservar estancias y servicios de ocio ha provocado un marcado aumento de las estafas vacacionales en España, que se posiciona como uno de los destinos turísticos con mayor incidencia de fraudes.

Para hacer frente a esta amenaza, la firma jurídica onLygal ha puesto el foco en esta problemática creciente y ha publicado un completo decálogo con diez recomendaciones para que los consumidores puedan protegerse y salvaguardar sus derechos frente a posibles fraudes.

En primer lugar, los expertos advierten sobre las ofertas demasiado atractivas. Una tarifa excesivamente baja para la zona puede ser la señal de alarma de un timo. Por ello, es fundamental revisar con detalle todos los términos y condiciones antes de concretar la reserva. Además, onLygal aconseja realizar reservas únicamente en páginas oficiales y reconocidas.

Conviene no confiar en enlaces procedentes de redes sociales o mensajes directos, y en su lugar utilizar plataformas certificadas o agencias con reputación consolidada.

Otro aspecto esencial es verificar que la web cuente con certificados de seguridad, como el protocolo 'https' y el símbolo del candado. Los portales fraudulentos suelen presentar errores ortográficos o traducciones deficientes como forma de señal de alerta.

También resulta recomendable comprobar que el alojamiento realmente existe, recurriendo a herramientas como Google Maps y revisando diferentes plataformas de reseñas. Las fotografías genéricas o procedentes de bancos de imágenes deberían despertar sospechas

La reputación de otros usuarios juega igualmente un papel crucial.

OnLygal insta a contrastar las opiniones y a desconfiar si no existen valoraciones o si estas son excesivamente positivas o recientes, ya que pueden ser manipuladas por los estafadores

Del mismo modo, las ofertas que presionan al consumidor con mensajes como "última oportunidad" o "muchos interesados" suelen ser tácticas diseñadas para precipitar decisiones sin reflexión, y deben ser tratadas con precaución.

En cuanto a los pagos, se recomienda evitar métodos inseguros como transferencias directas o pagos por Bizum a números desconocidos.

En su lugar, se deben usar tarjetas de crédito a través de plataformas que ofrezcan protección al consumidor hasta que el servicio se confirme.

Asimismo, mantener una comunicación directa con el anfitrión o la empresa es clave: solicitar videollamadas, fotografías adicionales o verificación de la licencia turística permite confirmar la autenticidad del ofrecimiento, ya que los estafadores suelen eludir o rechazar este tipo de contacto.

Para facilitar futuras reclamaciones, es imprescindible conservar todos los documentos relacionados con la reserva: correos electrónicos, facturas, contratos, billetes o capturas de pantalla pueden servir como prueba ante posibles reclamaciones legales.

Además, onLygal propone que los viajeros se informen previamente sobre los derechos del consumidor y los procedimientos legales disponibles en caso de fraude.

"La multiplicidad de la oferta y la facilidad de la comunicación online aumentan el riesgo de ser víctimas de estafas. A ellas se suma también el incumplimiento de las expectativas del cliente, retrasos y/o cancelaciones de vuelos o actividades en el último momento, así como pérdida o robo de equipaje", explica Natàlia Mañas, responsable del Centro de Atención Jurídica de onLygal.

"En estos casos, recomendamos reclamar, en primer lugar, a través de los canales habilitados para tal fin e intentar resolverlo por vía amistosa y negociación. Si no hay respuesta o no es productiva y se agotan todos estos recursos, se puede recurrir a la vía judicial. Para ello, es aconsejable contar con el asesoramiento de un experto legal que, tras estudiar el caso, analice las posibilidades de que la reclamación prospere", concluye.