¿Por qué los profesores cobran en verano si "no trabajan"? Una docente lo explica sin rodeos: "No nos regalan nada"

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Cada verano, con la llegada de julio, reaparece uno de los comentarios más recurrentes en conversaciones informales, tertulias familiares y hasta redes sociales: "¿Cómo puede ser que los profesores cobren en verano si no trabajan?" Aunque muchas personas lo plantean como una broma o chascarrillo, detrás hay una duda real que vuelve año tras año y que muchos docentes han tenido que responder más de una vez.

Lo cierto es que este debate sobre las vacaciones y el sueldo del profesorado no es nuevo. Pero ha sido una profesora de secundaria muy popular en redes sociales quien ha decidido zanjarlo con una explicación tan clara como directa. Se trata de Laura Gómez Pozo, conocida como @laurimathteacher en TikTok, que acumula miles de seguidores por sus vídeos didácticos.

"NOS PAGAN CON NUESTRO PROPIO DINERO, NO ES UN REGALO"

En un vídeo, Laura Gómez comienza con la pregunta que tantos se hacen: "¿Cómo puede ser que los profesores se tiren dos meses de vacaciones sin hacer nada y encima cobrando?" Y añade con ironía: "¿Pero de dónde sale ese dinero?"

Según explica, los profesores son funcionarios del grupo A1, como los médicos o jueces, pero a diferencia de ellos, su salario estaría prorrateado. "Cada mes nos quitan un pellizquito" para que en julio y agosto puedan seguir cobrando sin estar en activo. "Es como una hucha forzosa", resume la docente.

O, como ella misma concluye: "Nos lo vamos pagando a nosotros poquito a poco, ¿eh? Poquito a poco. No es que el Estado nos regale dos meses por la cara."

ASÍ FUNCIONA EL COBRO EN VERANO

Aunque su forma de contarlo ha conectado con miles de personas, no es del todo exacta desde el punto de vista administrativo. En realidad, los profesores funcionarios de carrera y los interinos con vacante anual cobran su salario en 12 mensualidades más dos pagas extra, como cualquier empleado público, y no existe ninguna retención específica para pagar los meses de verano.

El motivo por el que siguen cobrando en julio y agosto es que su nombramiento cubre todo el curso académico, incluidos los meses sin actividad lectiva, no porque se haya reservado parte de su sueldo previamente.

Según la normativa vigente, estos docentes cobran con normalidad durante los meses de verano porque su contrato abarca ese periodo. No se les descuenta ni prorratea el salario para abonarlo más adelante, ni existe ningún mecanismo de ahorro forzoso.

Solo en el caso de interinos por sustitución, si el contrato finaliza antes del verano, puede que no cobren julio y agosto salvo que la normativa autonómica lo permita por haber trabajado más de cierto tiempo continuado.

Al final del vídeo, Laura Gómez reconoce que su explicación puede no convencer a todo el mundo: "Seguro que más de uno no se ha quedado conforme con esta explicación. No pasa nada. Dicho lo cual, ¡feliz verano, profes!"

¿Y EN LA ENSEÑANZA CONCERTADA O PRIVADA?

Aunque el sistema de retribución descrito por Laura no se ajusta exactamente al caso del profesorado funcionario en la enseñanza pública, sí tiene sentido en el contexto de la enseñanza concertada o privada. En estos sectores es habitual que los centros prorrateen tanto el salario mensual como las pagas extraordinarias, de modo que el trabajador reciba una cantidad igual cada mes, incluso durante los periodos no lectivos.

Esta práctica está respaldada legalmente y se recoge en los convenios colectivos del sector. De este modo, el sueldo de verano no se corresponde con una actividad realizada en esos meses, sino con una parte del salario anual que se ha ido acumulando o "guardando" mes a mes a través del prorrateo. En estos casos, la metáfora de la "hucha forzosa" que emplea la docente sí puede resultar útil para entender el sistema.